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Con el mismo derecho a jugar

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Tras una capacitación, que dictó una Fundación en alianza con una empresa minera, docentes de escuelas de Barreal, en Calingasta, presentaron proyectos. El de la Escuela Martín Gil trascendió la comunidad escolar sumando a los niños de la zona.

Ningún niño se resiste a un patio de juegos, mucho menos cuando es el único a metros a la redonda. Consciente de ello, los docentes y quien fuera la directora de la Escuela Martín Gil, hasta comienzo de este año, Beatriz Roco, presentó un proyecto para que los alumnos del Nivel Primario pudieran tener un patio de juegos propio y se abriera a los niños vecinos de la escuela.

El proyecto lo presentaron a la Fundación Horacio Zorraquín (FHZ), después de culminar la capacitación que dio la entidad a más de cuarenta docentes de las seis escuelas de la localidad de Barreal, situada a 170 km del yacimiento cuprífero. Es que la FHZ hizo una alianza desde hace varios años con la operadora del Proyecto El Pachón, la empresa Glencore,  para trabajar con sus programas de educación sobre valores humanos en las escuelas. La compañía minera, además, apoyó económicamente proyectos comunitarios que cada escuela presentó en el marco del Programa Construir Comunidad, donde todo el pueblo se une para llevarlos a cabo con sus propias manos.

“Nuestro proyecto quedó en segundo lugar, pero después lo evaluaron y nos apoyaron. Lo hicimos en el año 2016 y lo presentamos, pero al no coincidir las vacaciones invernales de acá con las de Buenos Aires, no entró a tiempo y se pudo al año siguiente”, indica Beatriz Roco, directora de la escuela en aquel momento y hoy docente de 2° grado con dieciséis alumnos a su cargo.

Explicando el origen del proyecto y su financiamiento, la maestra menciona que “tuvimos durante tres años distintos talleres sobre los valores de Educar en Responsabilidad. Al capacitarnos, fuimos multiplicadores con las familias. Con los talleres, lo que detectamos fue lo que ya teníamos como diagnóstico previo. Ante las necesidades, las familias tomaban a la escuela como una institución asistencialista. No lo veían a nivel pedagógico y fue mucho trabajo para cambiar esa imagen, es decir que la familia se comprometa con el niño como alumno de la escuela. Que se nos vea como docentes y no como alguien que asiste”.

Hasta el año 2017, la Escuela Martín Gil era la única de jornada completa en el departamento Calingasta. Es un establecimiento educativo rural de tercera categoría donde los chicos que asisten provienen, en su mayoría, de familias numerosas y de escasos recursos. Está en Barreal, a 2 Km de la plaza principal. Actualmente tiene una matrícula de 67 chicos en total, con las salas de Nivel Inicial y hasta 6° grado.

El ansiado patio de juegos

Los chicos que viven en la zona no tienen plaza, ni plazoleta y, por ende, no hay juegos para divertirse. En las casas precarias cercanas viven unas cinco familias que llevan sus hijos a la Escuela Martín Gil que, hasta noviembre del año 2017, solamente tenía un patio de juegos para el Nivel Inicial.

“Quisimos hacer un patio de juegos porque vimos la necesidad de recreación y para que dejaran de usar el patio destinado a los más chicos. Era todo un tema tener que privárselos. En ese mismo lugar no quedaba espacio para hacer el nuevo y se buscó otro sitio. Los aparatos que son un tobogán, el sube y baja, y los tres columpios los hizo un metalúrgico del pueblo”, señala Roco.

El patio de juegos está ubicado de manera tal que cuando se abre el portón pueden ingresar chicos de la comunidad para usarlo. Está abierto de lunes a viernes de 7 a 19 horas y los directivos están viendo la posibilidad de poder abrirlo también los sábados, como se hizo al principio.

 

 

 

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