Cintia Yáñez es una joven calingastina que se recibió recientemente de Técnica Universitaria en Exploración Geológica. Una historia de superación constante que implicó atravesar uno de los accidentes más trágicos que recuerda el departamento. “Trabajar y estudiar no fue nada sencillo, pero hoy siento orgullo al decir que soy la primera recibida universitaria de mi familia”, comentó.
A modo de introducción, cabe destacar que Cintia Yáñez sobrevivió a uno de los accidentes más trágicos que se recuerden en Calingasta. El 7 de julio del 2002, en un fatídico domingo cerca de las 21 horas, ocho personas que viajaban en un automóvil Renault 12, protagonizaron un siniestro cuando en una maniobra, el conductor del vehículo perdió el control chocando contra la banquina, desbarrancando más de 25 metros y cayendo de trompa en el caudaloso Rio Los Patos, en la localidad de Alcaparroza.
Producto del aparatoso accidente, fallecieron cinco personas, sobreviviendo milagrosamente, tres, una de ellas, Cintia Yáñez, la protagonista de esta historia, que, en aquel momento, tenía 4 años de edad. Penosamente, dos de sus hermanas y otros familiares, no contaron con la misma suerte.
Pasaron 23 años de esa herida difícil de cicatrizar y Cinthia, con una resiliencia singular, mediante una lucha interna que logró sobrellevar, se convirtió en profesional: Técnica Universitaria en Exploración Geológica.

Bienvenida a Creación Renovable Cinthia. Hace poco te recibiste de Técnica Universitaria en Exploración Geológica Minera, ¿Cómo llegaste a estudiar esto?
Es un gusto para mí estar en el programa. Les cuento que me recibí en la escuela secundaria como técnica minera, entonces, en los últimos años tuvimos materias prácticamente todas relacionadas a la minería y ahí me empezó a gustar, me gustaba sobre todo el trabajo de campo. Luego trajeron estas carreras a Calingasta y cuando fui a ver la oferta vi exploración geológica y la elegí a ojos cerrados.

Dijiste que te gusta mucho el trabajo de campo, ¿Dónde tuviste la posibilidad de hacer las prácticas de esta tecnicatura?
Tuvimos muchas prácticas a lo largo del cursado. Hemos ido a San Luis, estuvimos en varios proyectos. Pero mi práctica final la hice en el proyecto Los Azules, acá en Calingasta. Para mí esta última experiencia fue fundamental para la carrera, porque tienes la participación directa en actividades. Estás ahí, no estás con los libros, está ahí en la vida, en persona. A su vez, también podés compartir con los profesionales del proyecto que ya es muchísimo.

Contame un poco más de vos, ¿esta carrera la hiciste mientras trabajabas en simultáneo? ¿En qué momento estudiabas?
Sí, no fue nada fácil trabajar y estudiar a la vez. Yo hace seis años que estoy trabajando en una estación de servicio y cuando empecé a cursar, trabajaba. Me tenía que acomodar a los horarios. Hubo un año que cursaba mañana y tarde, así que imagínate, ese día me lo pedía, después lo tenía que devolver el fin de semana y así. Y estudiaba generalmente de noche, o me levantaba muy temprano, a primera hora. Estudiar en el trabajo se me complicaba, así que no, estudiaba de noche cuando salía de trabajar.

Y llegaste a este punto, de trabajar y en simultáneo estudiar y recibirte después de un evento que marcó tu vida cuando eras muy chica ¿nos quieres contar qué te pasó?
No me acuerdo mucho del accidente en sí porque yo era muy chiquita, así que tengo vagos recuerdos por ahí. Pero sí tengo un recuerdo más claro de mi tío me iba subiendo por un cerro cargándome. Fue así que me salvó, nos salvamos los dos, pero muchos de mis familiares no lograron salvarse de ese accidente. Desde ahí se me complicó bastante la vida. Cuando entré a la primaria casi ni hablaba, más allá de que me iba bien en el estudio, no socializaba, no hablaba con nadie. Ni siquiera decía presente cuando tomaban asistencia. Recién empecé a sociabilizar un poco más cuando ingresé a la secundaria.

¿Y esta tecnicatura que estudiaste te sirvió un poco en este sentido? ¿Para seguir progresando y seguir socializando?
Sí porque también hemos compartido mucho con los chicos de la facultad de la ciudad, así que hemos conocido bastante gente. Incluso gente de otros países hemos conocido, como gente de Alemania, por ejemplo. Entonces es una tecnicatura que te lleva a estar vinculada con muchas personas y eso también te lleva a sociabilizar más.
Ahora con tu título en mano, ¿con qué soñas a partir de ahora?
Y, bueno, primero y principal encontrar algún trabajo y si es posible acá en Calingasta. Si puedo quedarme acá, mucho mejor. Me gustaría brindarle un mejor futuro a mi mamá, más que nada, a toda mi familia. Me gustaría mucho trabajar en Los Azules o en Vicuña, proyectos que he podido visitar mientras estudiaba.

Es importante esto que decís de querer quedarte en Calingasta, ¿influye que hayas podido estudiar en tu departamento y no haberte tenido que mudar a otro lugar para poder estudiar?
Sí, eso me favoreció muchísimo. Porque, no sé, de mi parte, no tenía la posibilidad de irme a estudiar a Capital o a otra provincia. Así que me parece muy bueno que tengamos esa posibilidad las personas que vivimos en el interior de San Juan. Creo que muchos chicos hoy deciden quedarse en el departamento por el futuro que puede venir, entonces encontrar estas tecnicaturas que pueden llevarte a conseguir un mejor trabajo, es algo muy importante.
Tu historia da un mensaje importante de que, a pesar de pasar por ciertas adversidades, se puede seguir adelante, ¿no?
No me veo como un ejemplo en sí, aunque muchas veces estuve a punto de tirar la toalla. Pero cuando me venía esa sensación decía “no, tengo que seguir”. Siento que ahora soy un orgullo para mi familia, porque soy la primera recibida de toda mi familia. Imagínate lo que significa eso para todos. Me costó mucho, lloraba con algunas materias que tuve que rendir varias veces. Y en esos momentos que quería abandonar, mis amigos y mi familia fueron fundamentales. Igual que mis compañeros, porque éramos cuatro compañeros que nos apoyábamos constantemente. La frase de cabecera era “si empezamos los cuatro, terminamos los cuatro”.

Colaboración e imágenes: Revolución Diario.







Comments