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¿Cuánto realmente es el aporte hídrico del permafrost?

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Rubén Gianni, hidrogeólogo egresado de la UNSJ que trabajó casi medio siglo en el Instituto Nacional del Agua, comenta un aspecto clave a considerar en la Ley de Glaciares y explica el impacto que puede tener un derrame de cianuro en los cauces de agua.

El licenciado en Ciencias Geológicas y ex docente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), Rubén Gianni, se dedicó exclusivamente a todo lo relacionado a las aguas subterráneas. El académico, sostiene que cuando se deba instrumentar la Ley de Glaciares es fundamental tener en cuenta la regulación de los caudales de los ríos cuando éstos ya tienen regulación antrópica. La regulación natural que tienen es producida por el derretimiento de los glaciares y del permafrost.

“Es decir, cuando tienen regulación antrópica, con una serie de diques, de embalses de regulación, que cumplen la función holgadamente muy superior a la que se produce de manera natural por el derretimiento natural y caprichoso de un glaciar o de la zona periglaciar. Históricamente, a fines de diciembre nosotros tenemos los mayores caudales en el Río San Juan, luego si uno mira los hidrogramas ve que el caudal derramado por el Río San Juan va decayendo lentamente a lo largo de todo el año”, explica Gianni.

“¿Quién mantiene ese caudal durante todo el año? Si no nieva, si no llueve en alta Cordillera y sin embargo están pasando 20-30 m3 por segundo, eso es justamente la liberación de agua por el derretimiento, más que de los glaciares, del permafrost. El permafrost es el agua que se introduce en el suelo, se congela. La parte más inferior queda transformada en hielo por siglos y siglos y la parte superior, como está expuesta en contacto con la superficie y es lo que se conoce como capa activa, libera agua en la medida que aumenta la temperatura cuando el hielo empieza a derretirse”, detalla.

Según el especialista, “hay un cambio notable de permeabilidad porque el agua, cuando está muy fría próxima a la congelación, tiene una viscosidad muy alta y la viscosidad depende directamente de la temperatura. La permeabilidad depende de la viscosidad del fluido, entonces pequeños cambios de temperatura hacen que empiecen a liberar rápidamente agua. Entonces, el permafrost es el que libera lentamente el agua y el que sostiene un caudal, que se llama caudal de agotamiento, durante todo el año. Pero claro ese derretimiento es natural porque depende de la temperatura que hay en ese momento en la Cordillera”.

Rubén Gianni asegura que la cuenca del Río San Juan está absolutamente regulada con obras que le permiten almacenar y embalsar el agua en exceso, evitando desastres naturales. “El dique es un regulador, tiene exactamente la misma función que un glaciar o que el permafrost nada más que regulado racionalmente”, señala.

Para el geólogo, la Ley de Glaciares “es demasiado taxativa. Dice que donde hay permafrost no se puede hacer minería, túneles, presa de altura, no se puede hacer nada. Hay que regular esta ley porque no es lo mismo una cuenca que no tenga regulación antrópica. Son cuencas que están reguladas y podría o no estar el permafrost porque ya no hace más falta. No digo que estoy de acuerdo en que se dinamite el permafrost, pero tampoco es cuestión de castigar una actividad como la minería argumentando que si no tenemos permafrost nos morimos. El permafrost es terreno que está saturado con hielo y durante el verano libera agua y durante prácticamente casi todo el año va liberando agua de a poquito”.

Valor del permafrost en términos hidrogeológicos

“Analicemos, por ejemplo, la cuenda del Proyecto Constelación, gran complejo de yacimientos compuesto por una serie de yacimientos como Los Helados, Filo del Sol, José María, Del Carmen etc, y que está en el sector más septentrional de la provincia de San Juan límite con La Rioja. Todos estos yacimientos están drenados por dos ríos principales que es el Río Macho Muerto y la naciente del Río Blanco que nace en la cuenca del glaciar El Potro que tiene el 85% de su masa en territorio chileno. Toda el agua que liberan es por drenaje del permafrost, es todo el suelo congelado que hay en la zona. Tomé esa cuenca como ejemplo porque es una cuenca en la que toda el agua proviene del permafrost”, detalla Gianni.

“¿Cuánto está produciendo este permafrost? Sacamos la cuenta asumiendo que no hay aportación glaciaria porque hay un glaciar muy pequeñito en la parte Argentina. Toda el agua que se produce en esa cuenca, lo medimos a la salida del Río Blanco antes de que tenga la confluencia del Río Salado que viene de Catamarca para formar el Río Jachal, y, números más números menos, produce 300 litros por segundo. Hay picos de 1500 litros por segundo, como ocurrió el año pasado. Esa cuenca tiene 70 km de largo por casi 17 de ancho y son unas 120 mil hectáreas.  Si yo divido la cantidad de litros por segundo en la cantidad de metros cuadrados, cada metro cuadrado me da 2 mililitros de agua por día. O sea, que una hectárea de permafrost en el día estaría liberando unos 20 litros por hectárea y no es nada, es muy poquito lo que libera el permafrost”, indica.

Gianni sostiene que “los mineros no son tontos y no van a colocar una instalación muy importante arriba de suelo que es congelado porque saben que después van a tener problemas de estabilidad geotécnica. Pero si tuvieran la necesidad de hacerlo, tampoco es para pegarse un tiro cuando el m2 libera 2 mililitros día. No se puede llevar adelante una ley que no contemple que son dos cosas distintas una cuenca totalmente regulada como es el Río San Juan o el Río Jáchal. No se la puede meter en la misma bolsa con una cuenca que no tenga regulación antrópica, que solamente tenga regulación natural. Cuando solamente hay regulación natural hay que preservar ese recurso a lo largo de todas las poblaciones”, detalla.

Yo puedo tapar con 20 hectáreas de hormigón toda una zona de permafrost que al otro año el agua va a ser la misma. Porque es la nieve que se transformó en hielo, es el agua diferida, la del año pasado que está liberándose.

 

El gran tema: la contaminación

La opinión de Rubén Gianni respecto a la contaminación es clara. “Para hablar de contaminación hay que conocer muchísimo del tema contaminación. Yo me acuerdo lo que fue el derrame famoso de la mina Veladero y nadie dijo qué concentración de cianuro de calcio tenía la solución cianurada que se derramó. Qué sabe el común de la gente de la solución cianurada, menos aún de la concentración. A nadie se le dijo qué es una ppm, que es una parte por millón y es una unidad medida natural que utilizan los mineros para apreciar las concentraciones de una sal en agua. Tampoco se dijo que la solución cianurada que utilizaba Veladero en ese momento era de 132 ppm. ¿Una ppm que es? Un volumen de una sal disuelto en 1 millón de volúmenes de agua. Por ejemplo 1 litro de cianuro disuelto en 1 millón de litros de agua”, explica.

“Ese millón de litros de agua que transportaba 132 litros de cianuro de sodio en menos de 24 horas fueron al Río Las Taguas, que traía 3000 litros segundo en ese momento de caudal. O sea, si yo multiplico por los 86.400 segundos que tiene el día, traía 240 millones de litros de agua. Pero, a su vez, esos 240 millones de litros de agua que circularon por El Tagua durante 24 horas fueron a parar al Río Blanco. ¿Cuánto traía el Río Blanco en ese momento? 6m3, o sea ya vamos por 750 millones de litros de agua. Es decir, 132 litros de cianuro en menos de 24 horas se disolvieron en 750 millones de litros de agua. Ahí no termina la cuenta, en menos de 24 horas por la velocidad del cauce, ¿dónde fueron a parar los 750 millones? al gran amortiguador que es el dique Cuesta del Viento que tenía en ese momento 220 hectómetros cúbicos de agua, o sea 22 mil millones de litros de agua. Si se saca la cuenta se disolvieron 132 litros de cianuro en 300 mil millones de litros de agua”, indica.

“A nadie se le ocurrió antes de ir a muestrear, aplicar la ley general de disoluciones acuosas para ver realmente el impacto. La contaminación tiene una componente que es el tiempo. Yo puedo contaminar momentáneamente algo, pero con el tiempo se va diluyendo”, sostiene.

“Yo no estoy diciendo que me agrada ver que Veladero haya tirado cianuro de sodio. Está bien todo lo que se hizo, hay que tenerlo re cortitos a los mineros y si le metieron un tremendo multón se lo merecen. Pero tampoco para agarrarse la cabeza y decir que nos morimos todos. ¿Dónde están todos los muertos de Jáchal? ¿Cuántos jachalleros se murieron? ¿Cuántos árboles se contaminaron? Fue toda una grandísima manipulación”, señala.

Es más fácil descontaminar un acuífero que descontaminar la mente de una persona que ha sido confundida deliberadamente.

 

Le Ley de Aguas provincial

Rubén Gianni asegura que hay que considerar una modificación de la Ley de Aguas de la provincia de San Juan “porque hay un pequeño error en el Código de Aguas. En el Código se establecen las prioridades en el uso del agua para la actividad del consumo humano, recreación, agricultura, minería etc. Y se le asignan cupos de acuerdo con la cantidad del derrame máximo que hay en San Juan. Todo está bien cuando yo digo, por ejemplo, que a la agricultura le demos según la ley un máximo de un 80 % del volumen total derramado, claro que estamos hablando del agua que está acá en el dique. Dice lo mismo en cuanto a la minería, se le va a dar el 10% del total destinado a la actividad minera, pero resulta que las minas no están en el valle sino arriba. Pero ese 10 % es del agua total medida acá en la estación de aforo, allá arriba no está ese porcentaje”, precisa.

“Los yacimientos de toda la zona de la cuenca cuprífera del sur de San Juan hay que trabajarlos con muchísimo cuidado porque, primero, están en las nacientes del Río San Juan y, segundo, ni remotamente en esa zona hay una cantidad de agua como para que quede abastecida la demanda de los 5, 6 o 7 yacimientos. Si se pusieran a operar simultáneamente no alcanza el agua y ante un problema de contaminación si podría afectar la cuenca del Santa Cruz, El Colorado. Hay una capacidad de amortiguación tremenda, tenemos 2800 hectómetros cúbicos de agua almacenada en los diques y para que impacte sobre el agua de consumo tendría que caer un derrame de 200 mil litros de cianuro porque hay 1800 hectómetros cúbicos de agua almacenada en los diques. Pero bueno, al margen de eso en esa zona hay muy poca cantidad de agua, son las nacientes del Río San Juan y yo pienso que ahí ya tendrían que estar trabajando todos los inversores en buscar una solución alternativa. ¿Cuál es la solución? traer agua de Chile”, concluye.

 

 

 

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