Consultor Independiente en impacto socioeconómico de proyectos mineros, y Presidente de la Junta de Riego del departamento 9 de Julio, Posleman destaca que el estudio presentado en un congreso en Canadá también sirve para desmitificar el uso del agua en el sector agrícola.
Bienvenido a Creación Renovable ¿contamos sobre tu presentación en el evento Mine Water Solution realizado recientemente en Vancouver?
La verdad fue una experiencia muy buena a nivel personal y profesional. Sobre todo, porque hablé sobre el agua y minería delante de especialistas a nivel mundial y eso la verdad fue un orgullo. Esto comenzó el año pasado cuando hicimos una capacitación de la Universidad British Columbia acá en San Juan, que lo hizo el Research Institute of Mineral and Mining de esa universidad. Fuimos seleccionados 60 profesionales de un total de 300 que habíamos aplicado, y eso nos conectó con otras universidades y nos convocaron para presentar trabajos de investigación.

Emilio Posleman, presentando su estudio en el Mine Water Solution 2025 realizado en Vancouver.
¿Sobre qué versa el estudio que realizaste y que fuiste a mostrar a Canadá?
Lo que hice fue presentar un estudio de caso, en términos metodológicos realizado en Casposo, donde durante 6 años estuve llamado a llevar las variables de sustentabilidad de la mina. En ese momento, bajo la exigencia de la DIA, y como consultor externo, diariamente analizábamos el consumo de agua, de electricidad, gasoil, etc. y eso nos permitía tener un seguimiento de variables ambientales. Con estos datos específicos y prácticos, no son estimaciones, realicé un análisis sobre la huella hídrica.
¿Además de estar vinculado a la minería también estas vinculado al agro?
Exactamente, además de ser consultor para la industria minera soy productor agrícola, soy regante, y además soy presidente de la Junta de Riego del departamento 9 de Julio. que tengo conocimiento por los dos lados, tanto por la minería como por la agricultura. Entonces, eso me permitió tener una visión holística, una visión integral de la problemática del agua en el marco de este trabajo.

¿Qué es lo que mide este trabajo o qué se midió en este estudio de caso?
Básicamente se midió la huella hídrica azul en agricultura y en minería para el proyecto Casposo. Se comparó la huella hídrica azul de la mina Casposo con productos agrícolas de exportación también del departamento Calingasta. Además de la huella hídrica azul, se midió el agua virtual, que es básicamente monetizar la huella hídrica.
¿Se trata de la cantidad de agua que necesitas para fabricar o producir un determinado producto?
Es un poco más que eso. La onza de oro o de cualquier mineral necesita una determinada cantidad de agua para producirse, al igual que un kilo de uva o de ajo. Pero todos estos productos son exportables, se pueden valorizar a un precio internacional. Entonces este estudio te indica cuántos dólares le ingresan al país por el uso de un litro de agua que asignas para la producción de cada uno de estos productos. Eso es lo que se denomina “agua virtual”.
¿Y qué resultados tuvo este estudio que realizaste?
Durante el primer semestre de 2012 en la mina Casposo para producir una onza de oro necesitabas usar 3,28 litros de agua. Está bueno aclarar que la concesión de la mina Casposo era de 12,5 litros por segundo, lo que equivale a una finca de 36 hectáreas con un coeficiente de riego de 0,3.
¿Y comparado con los demás productos que analizaste?
Comparado con la uva que sirve para pasas, con riego tradicional a manto (con eficiencia del 50%), comprobamos que se necesitan 460 litros de agua para obtener un kilo de esa uva. Con máxima eficiencia de riego, se necesitan 230 litros de agua.
El estudio completo realizado por Posleman y seleccionado para ser presentado en Canadá.
¿Hay algún ejemplo que sea más concreto?
Quizás el mejor ejemplo sea el del ajo, que está consumiendo 200 litros de agua por kilo producido, y tiene un valor internacional. El ajo blanco finalmente tiene una huella de agua virtual de 4,28 dólares por metro cúbico. Es decir que al país le ingresan 4,28 dólares por cada litro de agua asignado a la producción de ajo blanco. Por su parte, el metro cúbico de agua para producir una onza de oro en Casposo le generan al país el ingreso de 500 dólares. Eso a valores de oro de 2012, hoy este metal tiene un valor que supera los 3.000 dólares, es decir que posiblemente el ingreso al país sería prácticamente el doble.
Como siempre insistimos en este programa, no es minería sí y agricultura no, tampoco agricultura sí o minería no. Debemos desarrollar todas las aristas productivas de nuestra provincia siendo lo más eficientes posible con el agua.
Exactamente Leo, es claro que el metro cúbico de agua asignado al ajo o a la uva va a generarle menor ingreso en dólares al país comparado con la industria minera. No es que la agricultura sea ineficiente, porque la agricultura utiliza el agua de forma intensiva, cosa que la minería no hace. No es que unos son buenos y otros son malos. Yo creo que una industria tiene ciertas virtudes y desafíos, y la otra tiene otros desafíos y virtudes también. Entonces, cada uno se tiene que preocupar por su problemática. La minería se preocupará por minimizar su huella de carbono y la agricultura se preocupará por minimizar su huella hídrica.
¿Este estudio sirve para desmitificar un poco el tema de que la minería utiliza muchísima agua y que le quita el agua a la agricultura, y por eso hay sequía?
Por supuesto que sirve para eso, principalmente porque no hicimos este trabajo basado en estimaciones, sino en datos concretos y reales. Hay mitos como ese de la sequía que no tienen sustento; la provincia de Mendoza tiene la misma sequía o incluso peor, y no tiene minería. A mí lo que me interesa con este estudio es desmitificar el uso del agua en la minería y en la agricultura también. Es muy importante comunicar todo esto en los diferentes sectores. Pero en este momento en nuestra provincia no hay ninguna comisión en Hidráulica o en el Ministerio de la Producción donde se junten mineros y agricultores a hablar del agua. Y la construcción de la llamada licencia social, tiene que venir por la construcción del diálogo.
¿No existía una Mesa del Agua donde se debatían todos estos temas?
Existía una Mesa del Agua, en realidad no tengo conocimiento si continúa existiendo o se siguen juntando porque no nos llamaron nunca más. Creo que era un excelente lugar para dialogar y tratar la temática del agua, pero no sé cuántas empresas mineras o cuantos regantes integraban esa mesa, quizás no fueron invitados. Los productores agrícolas no nos sentamos a hablar con los mineros y los mineros no nos sentamos con los productores agrícolas, al menos no de forma constante. Creo que eso debería ser una llamado de atención para todos.
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