Luego de una reciente visita a una feria en China, Luciano Guglielmini, Director de Solimin, compartió los avances tecnológicos disruptivos observados y las nuevas tendencias que ya son realidad en otros países. “Tenemos que empezar a discutir las cuestiones de base”, planteó Guglielmini en relación a la presión tributaria existente en Argentina.
Bienvenido Luciano a Creación Renovable, ¡un gusto tenerte por aquí! Desde hace un tiempo venís viajando mucho, estuviste en la feria minera de Perú, lo mismo en Chile, luego en Canadá y ahora recientemente en China… ¿es así?
Bueno muchas gracias por la invitación, siempre es un placer estar con vos y con toda la audiencia de Creación Renovable.
Para arrancar Luciano, ¿es verdad que te hicieron tomar una sopa con estrella de mar en China? Viste que se habla mucho sobre su gastronomía, ¡sobre todo en Tik Tok!
Si, es verdad. Nos hicieron tomar una sopa de estrella de mar con estómago de pescado. Era como un plato muy elaborado, como de lujo. Y se comían las estrellas de mar como nosotros sopamos la criollita en el mate cocido. Tuvimos que comer la estrellita de mar, la cual tenía un sabor bastante raro (risas).
Bueno, ahora sí, contame un poco ¿cómo surge lo del viaje a esta mega feria industrial-minera en China?
Yo había ido en 2015 a China, también habíamos tenido reuniones en Toronto (Canadá) con gente de la Cámara Minera de Guangzhou, que es cerca de Cantón, y realizan una feria impresionante. Nosotros fuimos a la primera fase de la feria, que era la abocada a la minería, y solo en esa semana habían recibido 280.000 visitas. Cabe destacar que la feria tenía 37 mil stands. Una locura, la verdad es una feria impresionante, recorrimos casi todos los stands, pero íbamos corriendo prácticamente porque la verdad hay tantas cosas nuevas en materia de tecnología aplicada a la industria, que es impresionante.
¿Me contabas fuera del aire que hay máquinas produciendo en la misma feria?
Exactamente, había máquinas en la misma feria que estaban fabricando hierro, otras cortando hierro, haciendo chapas con poliuretano en el medio, una cosa impresionante. Y todo esto sin afectar al consumo energético ya que todo, en su gran mayoría, es eléctrico. En el lugar donde fuimos a China tienen resuelto el tema de la generación de energía, en un 85 o 90% todo es eléctrico y mucho gracias a la energía solar. Tienen electrodomésticos solares que ya son comunes, todo tiene litio y todo tiene batería.
¿Todo es eléctrico básicamente, hasta las cosas más comunes?
Todo, desde un limpiador de ventana hasta un sacacorchos automático para abrir las botellas, son eléctricos. En mi rubro, que es la ferretería, todo es eléctrico, ya no existe más el cable. Por ejemplo, no vimos amoladoras con cable. Los rotomartillos también son todos eléctricos, mientras aquí todavía seguimos pensando cómo desarrollar un proyecto llevando una amoladora y ver dónde la vamos a conectar, cuánto cable necesito para conectarla a un generador eléctrico, etc. Incluso camiones a batería, que tienen una autonomía de 400 hasta 2.000 kilómetros que se cargan en 9 horas. Y dentro del camión, por el ahorro de espacio, tiene calefacción, aire acondicionado, microondas, heladera, todo esto dentro del camión. Inclusive tenía dos cuchetas, pueden ir dos personas y pueden ir cambiando mientras que otro descansa. Imagínate lo que sería eso en un proyecto sanjuanino que muchas veces quedan alejados de los centros más urbanos.
También me comentabas sobre camiones fuera de ruta eléctricos…
Exactamente, pero no solo camiones fuera de ruta eléctricos, sino autómatas, que no son manejados por alguien, sino que son operados de forma remota. Van guiándose por bandas puestas en el camino y son direccionados por GPS. Mostraban como estos camiones iban, cargaban mineral, descargaban mineral, volvían, hacían todo de manera autómata. Y uno empieza a preguntarse ¿entonces cómo hacemos? Si yo soy el que provee los elementos de seguridad para ese chofer, yo vendo esos guantes, casco, chaleco, campera, lentes, etc. Este viaje me ha hecho abrir mucho la cabeza para poder interpretar hacia dónde está yendo el mundo. Manos y brazos robóticos para soldadura. Un brazo robótico que giraba y te esmerilaba, giraba y te limpiaba, giraba y soldaba etc.
Por decirlo de una manera, ¿este viaje te abrió la cabeza hacia aquellos elementos que se dejarán de vender, pero también hacia aquellas cosas o elementos tecnológicos que se empezarán a vender?
Tal cual, no solo empiezas a ver lo que vas a dejar de vender, sino lo que vas a tener que empezar a vender. Antes eran tres personas: uno que esmerilaba, otro que soldaba y otro que pasaba un cepillo. Ahora todo esto se resuelve con un solo brazo robótico que no necesita ni un guante para operar. Y tienes que pensar que este brazo robótico no tiene un convenio de trabajo, puede trabajar las 24 horas, no necesita refrigerio, etc. Pero también ese brazo robótico va a necesitar alguien que sepa ponerlo a punto, hacer un mantenimiento, creo que va más por ese lado que por la función que cumple la máquina. Es un mundo del que estamos muy alejados, es algo extremadamente distante de la forma en la que trabajamos aquí. Creo que es lo que viene, sobre todo con esta ley de inversiones nueva. Ahora hay que ver qué es lo que se va a poder traer.
Claro, cuando hablas de liberar exportaciones para poder traer cosas empiezas a pensar en qué se puede llegar a traer y cómo eso puede afectar tu actividad ¿no?
Exacto, vos decís “bueno abramos”, pero en el medio hay mucha gente. Por ejemplo, fabricar una campera térmica aquí en Argentina “sale 5”, y allá en China “sale 1”. Y en el medio hay mucha gente, mucho empleo, etc. Ahora, el tema es: ¿Cómo hacemos para que en nuestro país podamos fabricar esa campera y que tenga un menor costo? No te digo que “salga 1” como allá, pero tampoco que “salga 5”. Creo que tenemos que mirarnos hacia adentro y poder identificar por qué es caro producir en nuestro país. Acá en Argentina, para fabricar pagas impuesto a las ganancias, ingresos brutos, etc. Estuvimos en Hong Kong, y nos contaban que ellos no pagan IVA, tienen un impuesto determinado a la producción de cada industria, existe un mundo que es así y funciona.
Hay que replantear las cosas de base digamos, desde los representantes del pueblo y las leyes… ¿crees que es así?
Creo que los mismos legisladores de nuestro país deben empezar a preguntarse por qué es tan caro producir en nuestro país. Tenemos impuestos sobre impuestos, pagamos ingresos brutos, etc. Nosotros queremos fabricar y nos pasa eso, el que te venda la tela, paga ingresos brutos, vos que la fabricas, pagas ingresos brutos, el que vende al público, paga ingresos brutos, no tiene sentido. Entonces ahora que se plantea abrir las importaciones y empiezas a ver que los costos de producción tienen una distorsión enorme. Ahora abren la frontera y en vez de estar esperando para patear el tiro libre, estamos viendo como hacemos para atajar los penales.
No solo hablamos de minería en este sentido, creo que abarca a todas las actividades económicas…
Tal cual Leo, es así, explíqueme alguien ¿Cómo competimos con los vinos ahora? Están todos preocupados por el ingreso del vino chileno, que por lo mismo que mencionábamos recién, tiene un costo más bajo que en nuestro país. Pero ese vino premiado a nivel internacional inclusive, se cultiva y se fabrica aguas abajo de las minas de cobre de Chile, por si no lo saben. Y aquí en nuestra provincia o en nuestro país, todavía seguimos escuchando el viejo y añejo mito que la minería consume el agua para la producción. Cuando en este mismo programa estuvo un ingeniero especialista de la UNSJ explicando cuánta agua se pierde en la distribución y con el mal riego y la enorme necesidad que existe de tecnificar el riego en nuestra provincia. Tenemos que empezar a discutir las cuestiones de base, las cosas que son de verdad importante mirando siempre a futuro.
¿Crees que la minería tiene mucho que ver en este sentido? ¿En esto de poder debatir las cosas de fondo y poder resolver las cuestiones fundamentales?
Estamos hablando de que, si hubiera más minería, habría más caminos como el que ha solicitado Pelambres. Habría más posibilidades de exportar otros productos como el vino por esos caminos. Lo dijo más temprano aquí Ricardo Martínez, ¿quieren que los privados inviertan? Creo firmemente que la minería es uno de los grupos que más obras hace a nivel mundial: caminos, líneas eléctricas, desarrollos comunitarios, obras para la comunidad. Y esto es lo que viene diciendo la Cámara Minera de San Juan, la minería puede ser ese trampolín para la tecnificación del agro, del vino, y de muchas otras industrias como la del conocimiento.
¿Pudiste hablar sobre la minería sanjuanina en China?
Sí claro que sí. Había una reunión pendiente con la Cámara Minera de Guangzhou, la cual pudimos concretar. Estuvimos con la cónsul, María de los Ángeles Arrieta, que está ahora en China y que había sido cónsul en Toronto anteriormente, donde la habíamos conocido. Se acordaba porque siempre se llevaban empanadas para convidar. Pudimos hablar con ella sobre la minería argentina y hay una visión muy positiva desde China hacia nuestro país. Hay mucha actividad minera en China, sobre todo desarrollo de proveedores. Es como que tienen grupos dentro de las empresas que están todo el tiempo mirando lo que pasa en la minería mundial, lo tienen estudiado. Más allá de que ahora todo pasa por el litio, saben mucho del potencial cuprífero que existe en la provincia de San Juan. Ellos quieren invertir en todos lados, imaginemos que solo en el lugar donde estuvimos nosotros son 115 millones de personas, casi tres veces la población de todo nuestro país.
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