El presidente de la Cámara Minera de San Juan, Mario Hernández, fue entrevistado sobre el rol que tiene actualmente la educación para el desarrollo de la industria minera. ¿Qué dijo?
Hernández participó del programa radial “Creación Renovable” que se emite todos los sábados de 12 a 14 horas por la CNN Radio San Juan.
¿Crees que la minería en los contenidos curriculares de las escuelas de nivel primario y secundario sería una pata clave para contribuir a la licencia social?
-Si, tiene que serlo, porque el conocimiento en forma general, pero sobre todo aquellas industrias que le generan valor al país, me parece que hay que reconocerlas. Desde el sector minero siempre vamos a hablar de una palabra mágica que es “reconocimiento”. Esto significa reconocer a la actividad minera que da mucho trabajo directo e indirecto, sumado a lo que significa su aporte económico y tributario para el país. Es una actividad que nos ha industrializado, nos ha tecnificado, nos ha capacitado y ese es el reconocimiento que debemos tener con la minería, lo que implica generar la materia prima y, posteriormente, todos los componentes que tenemos en nuestras manos, en nuestras casas. Creo que en este sentido estamos focalizados. Creo fervientemente que el reconocimiento social debe contener a la minería y obviamente a los contenidos educativos primarios y secundarios.
– ¿Actualmente la industria minera está mucho más acelerada que los cambios que está enfrentando la educación en la provincia de San Juan?
-El término educación tiene una gran amplitud y se le pueden dar varios enfoques. La educación técnica, es aquella que tiene que recibir a gente que decide seguir a la minería como una actividad que le genera trabajo, la pregunta que surge es: ¿Está preparada? A mi entender no lo está, no está preparada. Y desde la educación primaria hacia arriba, la minería tiene que estar incorporada al menos en el espacio curricular como parte del conocimiento general y después el que decida seguir el camino técnico vinculado a la industria puede hacer las tecnicaturas que hoy están o carreras técnicas universitarias como Ingeniería y Geología que están también y que para la provincia de San Juan han significado una generación de valor educativo gigantesca ya que, por ejemplo, más de 500 de estos profesionales viajan permanentemente a la provincia de Santa Cruz y muchos a otras provincias. Esto significa un gran valor que no solo San Juan ha tomado para sí mismo, sino para exportarlo a otras provincias. La clave está en estar preparados para la minería que se viene, cada mina que se vaya a construir significa no menos de 10 mil puestos de trabajo entre directos e indirectos. Ahora que San Juan tiene 5 pórfidos y que ya uno perfila para la construcción nos merece una atención especial la preparación técnica. Por eso, la Cámara Minera comenzó a desarrollar estas tecnicaturas en Calingasta y el apoyo permanente que hemos realizado para las tecnicaturas en Jáchal e Iglesia. Creo que tenemos que apostar un poco también por Ullum que se suma al mapa minero. Creo que la educación técnica de nivel secundario y terciario debe tener contenidos mineros más amplios y aplicados. Por ahí lo educativo se basa mucho en cuestiones académicas y eso lo lleva a que sea poco práctica, tenemos que hacer una integración entre el trabajo aplicado y la enseñanza de la ciencia. Creo que es una gran oportunidad para tomar a la educación como un término de construcción social.
¿Aquí aparecen también otros aspectos interesantes como la investigación, el desarrollo y la innovación?
-Claro que sí, y en este sentido hay mucho para incorporar. Muchas veces se piensa que la innovación es la sustitución de puestos de trabajo y en realidad significa puestos de trabajos más especializados, hay que trabajar mucho en eso. Quizás el segmento educativo no está tan aggiornado a la innovación tan rápida que ha sufrido el mundo industrial en general y esa innovación va a una velocidad mucho más grande de la que se puede transferir al sistema educativo y eso también es una buena corrección para tenerla en agenda.
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