En Creación Renovable el Presidente de Cámara Minera de San Juan, Mario Hernández, resaltó el interés de las comunidades por el avance de los diferentes emprendimientos. También reflexionó sobre la pérdida de competitividad a partir de la liquidación de dólares por exportaciones, y del incremento en los impuestos, con el consiguiente recorte en la vida útil de las mina.
Durante toda la mañana del sábado has estado en tres radios diferentes respondiendo preguntas de la gente: ¿qué es lo que la gente quiere saber en relación a la minería?
La gente quiere saber qué le conviene estudiar, en qué puede especializarse, dónde lo puede hacer. Cuál es la oferta educativa, qué estamos haciendo en los departamentos mineros que por lo general son alejados, salvo Albardón (producción de cal), Caucete o incluso Sarmiento. Pero la gente tiene una visión especial, una sensación de que en Jáchal, Iglesia y Calingasta están pasando o van a pasar cosas mucho más grandes.
Existe una percepción que lo más importante va a pasar en los departamentos más grandes y más alejados. Es probable que este programa se esté pasando en Calingasta también. Se está generando esto de que la voz minera llega desde y hasta estos departamentos más alejados, “el sitio del suceso” como decía Lucho Román. Es estar en el lugar donde ocurren los hechos y contar a los protagonistas. La gente está pensando que la minería puede ser la oportunidad de crecimiento para ellos, para sus hijos, para los jóvenes e incluso para los mismos jefes de hogar.
Recién pasó Yamila Salinas del área de comunicación de Josemaría en el marco de lo que fue el 8M, y dejó una frase que coincide con lo que decís: “Estoy donde las cosas suceden”
Es que es así. Pero además este “donde suceden las cosas” se va transformando en pequeñas ciudades, una comunidad de trabajo que comparte el comedor, el gimnasio, el lugar de trabajo. Es como una casa común, y ahí se genera un sentido de comunidad. Imagínate un campamento minero que va a recibir 3 mil personas, a veces suele tener más población que la misma comunidad donde se encuentra el proyecto o la mina.
Esta semana ocurrió algo en los medios ya que fue título de algunos diarios. En el medio del conflicto de los docentes auto convocados, un candidato a gobernador de San Juan dijo “el conflicto docente se resuelve fácil, hay otra formas de recaudación como poner más impuestos a los sectores que tienen mucho más, a los sectores ricos como droguerías, grandes bodegas, mineras y grandes formadores de precios”.
Existe una percepción social de que cada vez debemos pagar más impuestos; hay otros países donde las elecciones se definen en la discusión impositiva. Y se debe entender como sociedad que si en un país aumentan los impuestos, disminuye la productividad. A quien haya dicho esto es conveniente que entienda que hoy la minería paga el 55% de lo que produce en carga tributaria total. Es decir, el Estado está de socio en más de la mitad de lo que se produce. El 55% de lo que la minería produce termina en el Estado en diferentes conceptos: fondos fiduciarios, regalías, impuestos, etc. Los impuestos provinciales suman el 10% y el restante 45% lo recibe el Estado Nacional. En este contexto quiero decir que hoy es muy difícil que la minería sea un negocio rentable, porque es un negocio, y como todo negocio necesita rentabilidad para poder seguir funcionando.
¿Por qué no está siendo un negocio rentable la minería en este momento?
Existen dos factores. Esto lo voy a unir con el reciente comunicado de CAEM (Cámara Argentina de Empresarios Mineros): la liquidación por el dólar de exportaciones es muy baja y nos ha hecho perder competitividad, lo que ha hecho que en términos “aparentes” los costos hayan subido en dólares prácticamente al doble y los proyectos no estén dando rentabilidad. Esto implica ir a la parte más rica del depósito, lo que implica achicar la vida de la mina. Siempre digo que en Australia, una mina exactamente igual a una de Argentina, tiene el doble de vida útil porque tiene una tributación más baja, y el aprovechamiento del yacimiento es mucho mayor.
Pasándolo a términos más concretos: ¿los costos subieron al doble y sigo produciendo lo mismo o incluso menos?
Exactamente, la exportación se liquida al dólar oficial, al dólar vendedor, que está a 198 pesos. Cada dólar que se exporta ingresa al país y tienen la obligación de ir al mercado de cambio oficial, y se van a recibir entre 196 y 198 pesos por cada uno de esos dólares exportados. Hagamos un número redondo, 200 pesos. Por cada dólar exportado yo voy a recibir 200 pesos, pero con esos 200 pesos yo no consigo un dólar. Entonces lo que ha sucedido es que los costos, (bienes y servicios) son valores que han ido aumentando más allá de que pueden estar en dólar, y que ese dólar tiene la cotización oficial.
¿Podrías darme un ejemplo concreto para poder entender con más precisión?
En otros países un metro de perforación para exploración minera tiene un costo de 150 dólares, aquí es muy difícil igualar ese número, principalmente en alta cordillera; nosotros hemos incluso recibido cotizaciones de 600 dólares por metro de perforación. ¿Por qué te preguntas? Porque se paga al dólar oficial, entonces son 300 dólares reales, igual está más caro que en Chile y Brasil, porque existe una carga impositiva. Entonces esta carga impositiva, más la poca competitividad hace que el metro de perforación sea muy caro, porque nosotros recibimos el dinero recién cuando exportamos. Esto significa que la liquidación de las exportaciones se está liquidando a la mitad del precio real y eso hace que el costo se observe al doble de forma aparente. Entonces los gremios, no solo los docentes, están pidiendo aumento o ajuste salarial acorde a la inflación. La inflación crece rápidamente, hay que ajustar esos salarios, y la relación cambio oficial con respecto al dólar no crece a la misma velocidad, y se paga prácticamente a mitad de precio.
¿Y cómo se enlaza todo esto con el reciente comunicado de CAEM?
El comunicado dice que vamos a producir menos, que no alcanzamos a poner una mina en producción, porque las que estaban programadas para producir producirán menos y van a tener que cerrar antes. Esto es un poco la voz de alerta. De esto se trata. He escuchado campañas con frases como “hay que poner más regalías a las empresas”, “las empresas tienen que hacerse cargo de otros costos” y muchas cosas más. Esto ocurre porque hay mucha gente que no sabe que quien exporta va a recibir el dólar oficial. Esto le está pasando a la minería, a la fruta en fresco, a los vinos, al mosto, etc. Hay que tratar de ajustar la economía a la realidad, porque cada vez que se suben los impuestos las actividades productivas se ven afectadas y terminan cerrando. Estas son las cosas en las que hay que ser claro. Mientras todo el mundo pide que la minería se desarrolle, que haya más minas en actividad, que generen más empleo, por otro lado tenemos una mayor tributación. Cuando se sancionó la ley de inversiones mineras, la carga tributaria era del 45%, hoy es del 55%, es decir, si vendo 100 pesos, 55 los pago en impuestos. Aparecieron ajustes en los porcentajes de regalías provinciales, retención a las importaciones, nuevos impuestos, fondos fiduciarios, mucha tributación adicional que elevó ni más ni menos que el 10% la carga tributaria general, lo que nos quita competitividad ya que Argentina es el país donde más impuestos se paga.
¿Entonces escuchar este tipo de “iniciativas de campaña” de cargar tributariamente aún más a la industria minera o a las industrias exportadoras te resulta molesto?
Hagamos la cuenta de un vehículo que estaba en dólares: si vas a comprar el mismo vehículo en dólar real, el vehículo hoy cuesta el doble. Esto indica la caída del valor del dólar desde la pandemia en adelante, por eso el dólar subió tanto, no es que haya subido sino que el valor de compra del dólar bajó mucho. En estos países de tributación baja, la discusión pasa por los impuestos, porque quizás por un solo punto porcentual de un impuesto te puede hacer ganar o perder una elección. Además este tipo de países o estados (provincias) compiten entre ellos por tener la tributación más baja posible para atraer más inversiones mineras. Algo como lo que hizo San Juan muy acertadamente de buscar la manera de acelerar la construcción en los proyectos buscando compensaciones ahí. No digo que el Estado nos mira solo para aumentar los impuestos, sino que nos mira diciendo se va a aumentar el empleo privado, se va a aumentar la producción y por ende mayor exportación, y esa exportación me va a dar más de la mitad. Creo que lo mejor es tener más exportación, más recaudación para el Estado para que con eso se pueda atender a las cuestiones elementales como seguridad, salud y educación desde el Estado Provincial y en infraestructura desde el Estado Nacional.
¿Crees que los sanjuaninos entienden esto de mayor producción para mejorar la recaudación del Estado más que mayor carga tributaria?
Creo que no hay un reconocimiento de quien es quien, a veces se suele decir ricos a las personas que trabajan mucho y ganan bien, pero esa persona que más trabaja, es la que más tributa: la mayoría de los mineros está alcanzado por el impuesto a las ganancias. Pero no es responsabilidad de las empresas ni de los trabajadores ver en qué gasta el dinero el Estado. Cada vez que nos golpean la puerta nosotros decimos “ya dimos”, ya tributamos, además a esto se suman todos los programas de inversión y de desarrollo que aplican las empresas. Se destina mucho dinero a la responsabilidad social empresaria, que es dinero adicional a los fondos fiduciarios y a las regalías porque las empresas también tienen ese sentimiento de solidaridad social. Hay una gran falta de reconocimiento a lo que la minería genera: empleo, salarios, salarios formales, buena calidad de vida, buenos aportes, buenos turnos de trabajo, seguridad, 55% de nuestra producción hacia el Estado, programas de desarrollo en las comunidades, fondos fiduciarios y muchas muchas cosas más.
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