Walter Stoermann, director de Clínica el Castaño pasó por el programa radial de la Cámara Minera y realizó un paralelismo entre ambas actividades. También profundizó sobre la tecnología de los nuevos quirófanos a punto de inaugurar. “La medicina y la minería son dos grandes generadoras de empleo en todo nuestro país”.
Bienvenido a Creación Renovable Walter, pensaba que existe un paralelismo entre la industria minera y la medicina, y es que nunca se detienen ¿lo ves así?
Es un placer para mí estar en este programa con toda esta hermosa audiencia. Y en relación a tu consulta, sí, lo veo así totalmente. Nuestra institución está abierta los 365 días al año al servicio de los sanjuaninos, está 24 horas con todos sus equipos médicos, tecnológicos, administrativos, para lograr poder contener la demanda de diferentes patologías. Es muy interesante lo que dices de la similitud. Yo soy un admirador de esta industria minera, y cuando uno pone en perspectiva algunas cosas, ve la inmensidad de la montaña y que los geólogos y todos sus equipos, están en la búsqueda de esa riqueza. Y que esa riqueza, indefectiblemente, genera desarrollo y crecimiento para toda una comunidad, una provincia y un país.
¿Ves alguna otra similitud entre ambas actividades?
Creo que tiene mucha similitud con la medicina, tanto privada como pública. La medicina es casi el segundo o tercer empleador en la Argentina de mano de obra. En general no se le da importancia a la cantidad de empleo que genera la medicina, que al igual que la minería, genera mano de obra formada, puestos de trabajo registrables, formales, etc. Generando un círculo virtuoso de desarrollo. Y así como la minería va y encuentra riqueza donde muchas veces no existe nada más que montaña, la medicina también ha generado adelantos extraordinarios.

Walter Stoermann, director de Clínica el Castaño.
¿Cuáles de estos adelantos extraordinarios se te viene a la cabeza ahora mismo?
La vacuna de la polio disminuyó la mortalidad a más del 40%. La penicilina y hasta recientemente, por ejemplo, el invento de un stent. Ese pequeño alambrito que a quién se le hubiera ocurrido que podría meterse en la coronaria en un infarto y que eso redujese la mortalidad del infarto en un 30%. Quizás hay que dejar de ver a la medicina como un servicio, sino mirarla como a la minería, como una industria también del desarrollo económico y de progreso.
Interesante la comparación que planteas, hay más coincidencias en los dos rubros de las que pensamos…
Si, fíjate que la minería genera valor y mayor bienestar a las personas. La medicina también genera eso, generamos muchos puntos de trabajo, no solamente para la actividad médica, también para atender un paciente, por ejemplo, en un campamento minero. También para hacer un circuito virtuoso de atención, que el trabajador minero no quede en algún lugar que nadie sabe, sino mejorarle las condiciones de vida en general. Cuando vos mejoras las condiciones laborales, como lo hace la minería, la medicina mejora condiciones laborales de salud, de prevención, y de su adaptación a la comunidad. No hay posibilidades de un desarrollo económico si no hay salud, si los trabajadores, si los directivos, si los que componemos equipos de trabajo, no están en sus plenas funciones de salud.

Te escucho y recuerdo a mi abuela que decía “si tenemos salud, tenemos todo”
Pero es que no tengas ninguna duda que es como decía tu abuela. Ningún gerente de empresa puede operar o puede trabajar en su tarea si no está bien, pero fíjate que el bienestar de salud va mucho más allá de algunos aspectos. Va en que se sienta íntegro, en que haga un buen plan de prevención, en que tenga sus factores de riesgo controlados, que esté bien cognitivamente. La salud cognitiva hoy es un eje central del desarrollo económico, en que esté bien en su relación con hábitos saludables. Esto lo estamos desarrollando en mina Gualcamayo, hábitos saludables de cuidados, en que se generen acciones conjuntas con el deporte, con la cultura. Por eso creo que hay mucha similitud entre lo que la minería desarrolla y lo que las instituciones o equipos médicos somos capaces de hacer. Es por eso que tenemos que estar a la altura para poder llevar este desarrollo que propone la minería.
¿Cómo fue la evolución de la Clínica El Castaño para llegar a esta etapa en la que están ahora?
Como todo desarrollo, son etapas, y como toda planificación y etapa, a veces se cumple con los tiempos y a veces no. Por eso hago mucha similitud con la minería, por los plazos, por los inconvenientes de la macroeconomía, inconvenientes legales, inconvenientes jurídicos, inconvenientes de financiamiento. Clínica del Castaño empezó en el año 2008, con médicos sanjuaninos, muchos de ellos con trayectoria de servicios médicos en el CIMAC, que teníamos una visión, la de tener una institución propia de medicina asistencial de internación. Nos convocaron a algunos que éramos un poco más jóvenes y que no teníamos tanta trayectoria y entre todos ideamos un proyecto de una clínica privada de excelencia.
¿Cuáles fueron los principios u objetivos principales en los primeros momentos?
Nos pusimos un propósito y esto es importante, estar a la altura de los mejores estándares de calidad en la región. Si vos te pones a pensar, hacía mucho tiempo que muchos pacientes se iban a operar la vesícula en Mendoza, y eso prácticamente a nosotros nos carcomía el espíritu. Entonces generamos Clínica El Castaño. Fue difícil en sus inicios. Como todo proyecto de desarrollo, nos empezamos a consolidar en el mercado de la mano de Fabián Chávez como director médico, y acompañábamos un equipo de trabajo. Una vez que nos consolidamos nos dimos cuenta que teníamos que empezar a crecer, teníamos que mejorar los servicios y ahí viene la segunda etapa: mejorar los servicios de imágenes, radiología, ecografía, tomografía, etcétera. Que el servicio de guardia tuviese todos los apoyos necesarios de sus especialidades. Teníamos un solo médico de guardia, y nos dimos cuenta que eso ya no alcanzaba.

¿La misma demanda les fue marcando por donde venía el desarrollo?
Exactamente. Empezamos con un médico de guardia y 10 consultas por día y hoy tenemos más de 130 consultas por día en urgencia. La segunda etapa, muy importante, se dio entre los años 2012 y 2018, en los cuales dimos un salto importantísimo en materia de infraestructura. Luego vimos que nuestros pacientes necesitaban una contención en consultorio, una rehabilitación, generamos los consultorios, y nos dimos cuenta que siempre nosotros fuimos vistos como una institución de contención de la medicina crítica, del paciente grave, en terapia intensiva, en unidad coronaria, con un infarto, con un ACV. Pero a la vez, nos empezamos a expandir en otras especialidades como cirugía general, traumatología, urología.
Y esta etapa actual llegan los nuevos quirófanos, ¿es así?
Si después de todo el proceso, nos quedó la última parte de los quirófanos, pero tuvimos algunas dificultades. Apareció luego la pandemia, que fue un retraso para todo. Hubo que ocuparse de otras cosas, una situación médica compleja, una situación política compleja, una situación asistencial compleja. No sabíamos cómo íbamos a terminar. Lógicamente la obra no se pudo casi ni empezar, hacíamos pequeñas cosas, porque la prioridad era la salud.

Me imagino que muchos insumos o aparatos que integran estos quirófanos nuevos que se van a inaugurar dentro de poco, no se fabrican en la Argentina, ¿es así?
Nada de eso se fabrica en la Argentina y acá viene el otro retraso porque pasó la pandemia, financieramente ni qué hablar. Empezamos a buscar recursos. La provincia generaba algunas importantes asistencias financieras, empezamos a aportar capital y a tratar de diseñar los quirófanos que ya estaban diseñados para empezar la obra. Se comenzó la obra con las dificultades, pero por ejemplo los aires acondicionados que vienen de Italia tardaron más de un año porque había pasado la pandemia y no podías importar.
¿Son aires acondicionados especiales?
Estos aires, por ejemplo, son muy especiales y vienen diseñados para acá para los 4 quirófanos con una sala de recuperación de anestesia, entonces vienen diseñados para el tamaño específicamente del quirófano. Cada uno viene diseñado para el tipo de cirugía. La verdad que es apasionante, nosotros nos apasionamos con lo que hacemos, pero fue dificultoso adquirir el equipamiento. Nuestros quirófanos van a tener un piso conductivo que realmente es de altísima seguridad e higiene, la mejor tecnología, una infraestructura avanzada. Pero ahí viene otro tema que es interesante destacar, que son los procesos. Vos puedes tener la mejor infraestructura, pero si no tienes procesos, es difícil. Y esto la dirección médica lo recalca mucho. La pandemia fue un retraso, pero nos vino a traer a nuestra mente la importancia que tiene el equipo de salud, me imagino que en la minería es exactamente lo mismo. Vamos a tenemos buenos kinesiólogos, buenos enfermeros, buenas mucamas, buena cocina, buen sector administrativo sino podemos contener al enfermo y mucho más a su familia.

¿Qué destacan de este nuevo proceso con los quirófanos nuevos?
Hay un proceso muy interesante en el desarrollo de estos nuevos quirófanos que es lo que se conoce como medicina perioperatoria. Es decir, vos te vas a operar una vesícula, que es una cosa que podría ser simple, pero tenemos que estar seguros de que no estés anémico, de que no estés infectado, de que estés psicológicamente preparado, de que tu contextura física esté acorde. O sea, hay un montón de procesos que estamos muy esperanzados en que hagan a que la estadía en los quirófanos y en nuestra institución sea algo confortable. Algo que podamos contener y que podamos darle seguridad.
Todos sabemos que la internación cuando pasa cierta cantidad de días tiene un costo altísimo… ¿la idea es que esto no ocurra?
Exacto Leo, tiene un impacto tremendo en el costo. La cosa es que el costo de salud, es un costo muy alto en la Argentina, pésimamente distribuido, pero muy alto, en fin. A su vez, las propias instituciones y los médicos necesitamos involucrarnos en el costo y en cómo ese costo se distribuye. Un paciente que llega a nuestra institución o a cualquiera y es bien atendido, que está seguro, está bien físicamente, tiene una cirugía y a las 12 horas está en su casa. Si esa no es la situación, si el paciente viene anémico, infectado, con problemas psicosomáticos, con mala estructura física, los niveles de internación son más de 10 o 15 días, con un costo altísimo.
¿La salud viene pasando una situación complicada hace años?
Nuestro sector de salud privado viene pasando hace más de 10 años una situación muy grave, financiera y económica, pero ahí nosotros también como dirigentes tenemos dos posibilidades: o esperar que alguien nos resuelva el problema, o salir a competir, mejorar nuestra oferta de servicios, estar a la altura de la circunstancia. Y bueno, ahí nació también Castaño Minero. Y ahí nace la necesidad de ponernos a la altura de lo que se viene para San Juan. Fíjate que para los próximos 10 años se cree que no van a alcanzar las camas en la provincia.

¿Esto es bastante alarmante, no habrá camas para toda la demanda en 10 años?
No hay posibilidad de atender la demanda para los próximos 10 años. Sobre todo, porque San Juan va encaminado hacia el 2030 o 2035 con más de un millón de habitantes, de lo cual no estamos tan lejos. No van a alcanzar las camas para hacer frente a la atención médica. Fíjate que desgraciadamente hay instituciones privadas médicas en la provincia que van cerrando sus puertas, que bloquean camas porque están pasando una situación complicada. Aquellas instituciones que podemos hacerlo, podemos desarrollar con valor, tenemos que estar a la altura, tenemos que tener planes de crecimiento, pero no solamente crecimiento de infraestructura, sino de procesos. La medicina en el futuro en su mayoría va a ser extra-hospitalaria. El paciente va a venir a la clínica y va a estar poquito tiempo. Tenemos también un servicio de internación domiciliaria, esto es también importante saberlo.
¿La medicina del futuro en su mayoría va a ser extra hospitalaria dijiste?
Así es. Ahora a todo el proceso de internación, de atención del paciente en la clínica, en la guardia o en su domicilio, hay que darle un desarrollo tecnológico para que los próximos cuidadores, sea personal capacitado para eso o la propia familia, pueda cuidar al paciente en su domicilio. Esto no es decadencia, esto es progreso. Esto pasa en los mejores lugares del mundo. Ahora, tienes que desarrollar, invertir en tecnología, en transformación digital, en inteligencia artificial. Como ves, el espectro de atención y desarrollo es realmente extraordinario, es apasionante, y tiene muchas similitudes con el desarrollo de la minería. Vos cuando ofreces un servicio médico a la minería, decís, bueno, yo pongo un médico, un enfermero, una ambulancia en algún campamento minero que atiende a un paciente. Listo, lo atendiste, cumpliste. Pero nuestro propósito es otro, es que esa persona no termine en cualquier lugar después. Ahí siempre hemos tenido alguna diferencia y están buenas esas diferencias, de cómo una industria que genera tanto valor a su trabajo y sus empleados, luego que un paciente sale del campamento minero queda un poco a la deriva.
¿Y cómo es el servicio que ofrecen entonces ustedes a un campamento minero o a una empresa minera en sí?
Nosotros hemos intentado desarrollar un servicio absolutamente diferente. Por ejemplo, en un campamento minero, quien está a cargo de un paciente puede estar a través de la telemedicina permanentemente conectado con nuestros médicos en Clínica El Castaño, discutir el caso, compartir información. Muchos de los campamentos mineros, no hace falta que lo diga yo, tienen desde laboratorio, hasta electrocardiograma, pasando por ecografía, sin eso se ha desarrollado mucho la industria minera de atención del paciente. Lo que pasa es que ellos no pueden estar aislados, porque el aislamiento hace que las decisiones a veces no sean las mejores, tienen que estar conectados a través de tecnología con una institución que les dé soporte. Y si se decide que ese paciente tenga que ser sacado de ese ámbito laboral para alguna urgencia, bueno, directamente recibirlo donde ya el personal de salud esté informado con qué le pasa.

¿Esa logística y coordinación es la que hace la diferencia?
Exactamente, ese circuito virtuoso hace a la calidad y a la seguridad de todos los trabajadores, entonces vos puedes desarrollarte. Fíjate situaciones que pueden pasar, un accidente cerebrovascular, un dolor abdominal, un infarto de miocardio, el tiempo muchas veces juega un rol preponderante y en la situación de un campamento minero o en el traslado que estás alejado, puedes ir tomando algunas medidas médicas que hacen que la evolución sea totalmente diferente. Por eso nosotros nos hemos apasionado y preparado a través de Castaño Minero para poder ofrecer eso, después cada empresa decide con quién quiere trabajar y eso es lógico, o eligen el mejor o eligen el más barato, eso también es lógico. Ahí podemos discutir un poco hasta dónde da valor al cuidado de la salud de los trabajadores de cada una empresa.
¿Qué más se viene para Clínica El Castaño?
Y el objetivo es completar este proyecto con los quirófanos, porque nuestros quirófanos hoy no tienen una sala de recuperación de anestesia, por lo tanto el giro cama es muy lento. Vamos a tener sala de recuperación de anestesia, eso hace que muchos pacientes directamente se hagan alguna intervención y de ahí se pueden ir a su casa, ni siquiera ocupan una habitación. Vamos a poner un hospital de día para que justamente haya mucho giro de cama. No solamente que nos sirve del punto de vista, si quieren, de la rentabilidad del servicio, pero eso también hace que Clínica El Castaño pueda tener camas disponibles permanentes para la demanda.
Alguna vez leí que la industria de la medicina cambió su paradigma y que antes, en la antigua China, al médico se le pagaba para que mantuviera sanos a todo el pueblo, pero cuando uno se enfermaba le dejaban de pagar porque su obligación era mantener a todos sanos y no sanar cuando se enferman…
Así es, los proyectos del propósito en salud son intentar que la comunidad viva bien, viva mejor, viva con hábitos saludables y no se enferme. Ahora, como la realidad a veces nos transporta a que por ejemplo la gente de hoy viva más allá de los 80, 85 años con altísimas demandas de salud, si nosotros esa realidad la vamos a contener con la misma estructura y con los mismos procesos, bueno, no vamos a poder hacerlo. Entonces tenemos que tener una institución acorde, comunicación y muchísima inversión en tecnología, estés donde estés. Tenemos que tener procesos claros de seguridad para que el paciente esté correctamente internado. A ver, creo que todos tenemos que hacer una autocrítica para mejorar los servicios. Vos tienes que tener una serie de procesos que hagan a que seamos muy efectivos y cuando el paciente viene a la institución hay que solucionar el problema en poco tiempo, de la mejor manera, con la mejor calidad y ese paciente va a internación domiciliaria. Otra área que tenemos que es ART medicina laboral, rápidamente lo conectas con ART medicina laboral para que el paciente vuelva a trabajar en poco tiempo cuando está saludable para hacerlo. El trabajo es salud, a nadie le conviene que un trabajador esté 20 días en su casa sin hacer nada. Entonces creo que todo este circuito y todo esto son los nuevos paradigmas de la Clínica El Castaño.

¿Qué sensación te genera ver hasta donde llegaron con Clínica El Castaño?
Nosotros tenemos una gran satisfacción porque nuestra institución hoy, por ejemplo, tiene residencias médicas de áreas que no había. Muchos de recursos humanos, terapia intensiva, por ejemplo, cardiología, imágenes. Hemos firmado también un convenio con la Sociedad de Anestesistas para formar a los residentes de una manera integral, pero también tenemos la primera residencia en la provincia de kinesiología respiratoria. La pandemia nos enseñó que los kinesiólogos son importantes, muchos pacientes los salvaron los kinesiólogos en la pandemia, entonces hay que darle valor. Por nuestra institución, pasan alumnos de enfermería, alumnos de psicología, entonces lo que viene, es un proyecto educativo fuerte. Somos una institución formadora, pero tenemos que mejorarla, y tal vez tengamos que tener una mejor infraestructura. Porque no pensar como pensamos en algunos momentos, en un Instituto Superior Universitario, en una Ciudad Universitaria. Nos quejamos que los equipos de salud no trabajan integradamente, pero para que eso ocurra, tienes que enseñarles de integración y forma integrada de trabajo durante la formación de grado, tenemos que enseñar a formar equipos de salud.







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