Luego de una campaña exploratoria exitosa, Javier Robeto informa los próximos pasos en el proyecto Altar, que incluirán estudios de orden ingenieril y ambiental. El Country Manager de Aldebaran analiza los escenarios de potencial procesamiento del mineral del emprendimiento situado en Calingasta.
Bienvenido Javier, terminaron recientemente la campaña de exploración ¿una campaña exitosa?
Es así, finalizamos la campaña, desmovilizamos todo por completo y cerramos campamento el 23 de mayo. Justo el fin de semana anterior a desmovilizar tuvimos la primera nevada, pero fue principalmente fuera del área del proyecto y habíamos terminado por suerte la perforación del último pozo de la temporada.
¿Es muy intenso el invierno arriba en alta montaña donde opera Altar?
Es bastante intenso, y para los que no conocen esta parte de la cordillera calingastina, te diría que el área donde está Altar no es tan nevadora. Si tenemos temperaturas bajo cero y todo lo que implica el invierno en alta montaña, pero el campamento está relativamente bajo, a una altura de 3.100 metros sobre el nivel del mar. Y nosotros entramos y salimos del proyecto a través del camino de Pachón, que es un camino relativamente de baja altura.

¿Cómo catalogan la temporada exploratoria que finalizó?
Fue muy exitosa principalmente porque cumplimos el objetivo que teníamos. Recordemos que Altar ya está en las etapas finales de exploración. Si bien los geólogos nunca terminamos de explorar, estamos en una etapa ya de definición para pasar a la etapa de consideraciones económicas para ver si podemos empezar a transitar una etapa de desarrollo de proyecto. Terminamos los últimos 25 mil metros, aunque todavía nos quedan algunas zonitas adicionales. Pero además de la exploración hubo trabajos adicionales como ensayo de bombeo de pozos de agua, con una extensión de la línea de base ambiental, nuevas campañas de paleontología, arqueología, etc., que nos van preparando para las etapas que vienen.
¿Qué es lo más inmediato que se viene para el proyecto Altar?
Vamos a estar anunciando un estudio que va a ser como el primer hito importante desde la evaluación económica del proyecto. Lo que se conoce como PEA o Estudio Económico Preliminar. Esto lo vamos a estar presentando en septiembre de este año, cuando cambian los ánimos en el norte.
¿Qué significa cuando cambian los ánimos en el norte? ¿Hablamos de Canadá?
Recordemos que nosotros somos una empresa canadiense pública que cotiza en la bolsa de Toronto. Entonces en septiembre es cuando muchos de la audiencia de nuestros inversores vuelven de vacaciones de verano. Y al volver de las vacaciones están con los radares más alertas y muy receptivos a escuchar las noticias de las compañías que cotizamos en bolsa. Al ser una empresa púbica, mucho de nuestro termómetro para avanzar, accionar y obtener más financiamiento viene de comunicar a nuestros inversores y accionistas lo que hacemos.

¿Qué podemos esperar para la próxima campaña exploratoria en Altar?
Cuando podamos subir a proyecto nuevamente vamos a tener exploración, pero menos de la que venimos haciendo. Recordemos que nosotros y operadores anteriores, ya llevamos más de 20 años explorando la zona. Ahora los estudios que se van a realizar tienen más que ver con estudios adicionales, más de tipo ingeniería y ambientales. Justamente para poder avanzar. Básicamente son estudios para empezar a determinar cómo sacamos todo ese recurso que hemos encontrado.
¿Y hasta el momento cuáles son los escenarios que se están evaluando a la hora de pensar en la forma en la que se va a extraer el mineral de Altar?
Es buena tu pregunta Leo, porque Altar creo que es de los poquitos proyectos grandes de cobre que hay en Argentina que todavía esta evaluando un escenario dual. Estamos evaluando ir hacia un proceso de flotación y concentración, lo que sería un método más tradicional como el que usaría Pachón. Esto implica sacar un concentrado de cobre que es como un barro pesado que va con cobre y otros metales asociados que se envía a una refinería posteriormente afuera del país para separar los metales.
¿Y el otro escenario posible sería algo más parecido a Los Azules? ¿Fabricar el cátodo en alta montaña?
Exactamente, la otra vía sería a través de la lixiviación y en ese caso haces una recuperación por un método electrolítico. Y eso que recuperas es un cátodo de cobre directamente. Sacas esa placa de cobre que siempre hemos visto en la industria cuprífera, una placa que se inserta directamente en la industria.

¿Y en Altar pueden aplicarse las dos?
Altar tiene una característica mineralógica tal que le permitiría, y lo pongo en potencial, porque lo estamos evaluando, ir por cualquiera de los dos caminos. Y no son excluyentes, entonces nosotros estamos evaluando cómo se comporta el proyecto y sus parámetros económicos para poder determinar cuál de los dos métodos se podría aplicar. Por eso hicimos una alianza estratégica con Nuton, la división tecnológica de Rio Tinto. Ellos tienen una tecnología que te permitiría lixiviar el mismo tipo de mineral que nosotros podríamos tratar por flotación y concentración.
¿Eso es algo nuevo o se viene investigando desde hace un tiempo?
No es nuevo, porque esa tecnología que te permitiría lixiviar el mineral que se podría tratar por flotación lleva más de tres décadas de investigación y desarrollo, pero como que aceleró mucho en los últimos cinco años, e inclusive ya está a punto de comenzar a ser testeada a escala industrial en una mina de Estados Unidos.
¿La forma que finalmente se decida (flotación o lixiviación) determinará el cuerpo de la mina?
Claro, porque tienen características diferentes, necesidades diferentes de financiamiento para construir una determinada planta, uno tiene dique de colas y el otro no. En uno de los casos el producto final se inyecta directamente a la industria, el otro no. Y eso depende mucho de los estudios que se están haciendo ahora.

¿En el informe que presentarán en septiembre vamos a saber si es un sistema o el otro?
En realidad, no, en septiembre vamos a ofrecer un trade-off análisis, vamos a plantear ambos escenarios, pero no necesariamente vamos a saber cuál sistema se utilizará. Porque debemos ajustar muchos tornillos todavía para tener más certezas. ¿Cómo se ajustan? Haciendo toda la ingeniería y toda la metalurgia adicional para pasar a la siguiente etapa, que sería la de una prefactibilidad económica. Este estudio es ya mucho más robusto, tiene más información y certezas y eso lo tenemos pensado para diciembre de 2026.
¿Entonces siguen analizando ambas posibilidades?
Exactamente, es más, durante la prefactibilidad tenemos planteado inclusive hacer el análisis de caso 1 y el análisis de caso 2. Hacer un estudio de pro y contras de cada uno para ver realmente cual es el que conviene. Entonces esto de septiembre es una primera vista como para saber dónde estamos parados: qué tan grande es el proyecto, cuánto dinero se necesitaría para construir la mina, cuántos años de operación mínima tendría, etc. Ahora en septiembre tendremos ese pantallazo.
¿Se puede pensar en un proyecto de Altar dentro del RIGI luego de septiembre?
Estamos como medios justos nosotros, no nos olvidemos que, entre los grandes proyectos de cobre, somos los que venimos más atrás y ni siquiera tenemos un Estudio Económico Preliminar. Hay otros proyectos que también están evaluando algunos escenarios que a lo mejor no es el escenario definitivo. Es decir, diferentes proyectos están considerando poder incluir parte de los últimos trabajos de exploración e ingeniería de detalle, como un paso necesario pueda posicionarlos dentro del RIGI, para luego tomar la decisión de la construcción.

Interpreto que estamos hablando de un RIGI más chico, ¿por decirlo de alguna manera?
Justamente otro escenario que estamos evaluando es: ¿hace falta que empecemos con la mina gigante o muy grande? Tal vez no, quizás existan proyectos que puedan comenzar con algo más pequeño, de menor tonelaje, con una menor inversión de capital. Y luego, al séptimo o décimo año, por poner un número, se genera la ampliación y comienzas ahí a procesar el tipo de tonelaje que pueden hacer otros proyectos.
¿Es una forma de explicar que la minería del cobre tiene plazos mucho más largos y demora mucho más en entrar en acción?
Claro, los proyectos de cobre no son tan ágiles como puede ser el gas de Vaca Muerta o un proyecto de energía renovable. El RIGI es una gran herramienta que tiene como una respuesta más automática y más recta para este tipo de proyectos. Los grandes proyectos de cobre hay que pensarlos a 30 años, a más largo plazo. Madurar la parte técnica, la parte económica no es tan sencillo como en otros proyectos. Entonces, hay algunos proyectos de cobre que están más avanzados que Altar y que parecen hacer un match más directo para ser candidatos al RIGI. En nuestro caso, estamos ahí en la delgada línea de ver si podemos o no podemos presentarnos.
¿La empresa Aldebaran está analizando otros proyectos para explorar en San Juan?
Nosotros operamos acá en San Juan como Minera Peregrine y lo único que tenemos es Altar. A la vez tenemos otros seis proyectos en el país, entre Catamarca, Salta y Jujuy. Sin embargo, tenemos el radar bastante activo, sobre todo porque tenemos ya un equipo totalmente formado en San Juan. Ya estamos en nuestro séptimo año en San Juan y hemos logrado formar un equipo muy sólido.
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