Laura Rópolo, de ERS Consultora, destacó la publicación del Plan Estratégico Minero Argentino, documento elaborado a lo largo de dos años, con la participación de 124 instituciones del ámbito público y privado. Su visión acerca de todo lo que se ha alcanzado en la industria minera, y cuánto más se podría haber desarrollado.
Bienvenida a Creación Renovable Laura, antes que nada ¿es cierto que nos estás atendiendo mientas haces de guía de turismo por la provincia?
Sí Leo, buenos días para vos y para toda la audiencia. Es que vinieron mis hijas a pasar el fin de semana a San Juan, llegaron con amigos, y estoy mostrándoles las hermosuras que tenemos en nuestra provincia. Pero siempre me gusta estar, hablar y explicar sobre este tipo de temas como es el Plan Estratégico Minero Argentino donde por mi función tuve una participación muy activa.
¿De qué se trata el Plan Estratégico Minero Argentino? ¿Cómo surge, quiénes participaron en su formación?
Bueno, creo que la semana pasada se publicó el documento final de este plan que se logró de conformar después de 2 años de trabajo. Se hizo durante la pandemia y se llamó “mesa”, pero fue un conversatorio para la conformación del Plan Estratégico Minero; en ese momento era funcionaria nacional, y lo que hicimos fue llevar un proceso de conversación con lo que se llamó inicialmente “mesa de facilitación” acompañados y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Se llamaron a representantes de 12 instituciones iniciales: cámaras empresariales, proveedores, organismos científicos como CONICET y organizaciones ambientales, las provincias mineras, autoridades, etc.
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¿Y cómo tomaron los diferentes intervinientes este desarrollo de Plan Estratégico Minero? Por qué fueron unas 124 instituciones las que finalmente trabajaron en este plan…
La iniciativa fue tomada de muy buena manera por todos los intervinientes, ya sea autoridades provinciales, las empresas, por la sociedad civil y las organizaciones científicas, etc. y diseñamos un proceso de unos meses en una plataforma donde la idea era decir: ¿qué queremos con la minería? y ¿cómo queremos la minería? Porque en ese momento la minería era un poco reprimida desde el Obelisco, digamos. Salíamos del diciembre de 2019, donde Mendoza intentó sancionar la ley que permitiera la actividad minera metalífera y luego volvió hacia atrás. Era un momento sensible, donde empezábamos a tener los problemas de discusiones más fuertes en cuento a un país cerrado con problemas de divisas, con problemas del Banco Central, con fuertes planteos ambientales. Entonces lo que propusimos fue un encuentro y escuchar a todos los sectores: mineros, antimineros, científicos, trabajadores, autoridades, etc.
¿Entonces el plan no es un plan específicamente público, sino que es el resultado del trabajo articulado entre lo público y lo privado?
Exactamente, escuchamos todas las voces y se consiguió armar una mesa de facilitación que posteriormente creó el Plan Estratégico Minero, que nace del trabajo mancomunado de lo público y lo privado. Fue un proceso consensuado de escucha activa para establecer los lineamientos estratégicos mineros que nosotros queremos como país. Fue un gran esfuerzo, ahora está disponible para poder leerlo, y yo les recomendaría muchísimo que lo lean.
En el documento final se identifican diferentes “áreas” o “dimensiones” en relación a lo que queremos como país desde la industria minera ¿es así?
Exactamente, trabajamos en grupos y se establecieron 4 dimensiones, requisitos o condiciones fundamentales que sí o sí tiene que tener la minería de nuestro país para que sea verdaderamente sustentable y sostenible en el tiempo. A lo que se agrega la vocación productiva que haga que el ciudadano común esté mejor con minería. Nos planteamos todos estos temas, armamos grupos de trabajo. Y luego, además de que fueron 124 instituciones las que participaron, estuvo abierto al público, es decir que hubo ciudadanos que participaron voluntariamente. Se hizo toda una relatoría y se escribió este documento que contiene afirmaciones de lo que estas 124 instituciones públicas y privadas que intervinieron.
La competitividad económica de la actividad minera es una de las dimensiones principales que integra el Plan Estratégico Minero Argentino.
¿Cuáles son estas cuatro dimensiones que engloban todo este trabajo que derivó en el plan estratégico minero argentino?
La primera, y la que coordiné personalmente, fue la dimensión de “Competitividad”. Entre todos identificamos que la minería tiene que tener la competitividad como atributo. Tiene que ser competitiva en términos económicos: hay una empresa pública o privada que tiene que tener como base obtener ganancias económicas. Hay una inversión de riesgo que tiene que convertirse en una ganancia para los inversionistas. Por ahí parece lógico o como obvio, pero muchas veces se cuestiona incluso hasta esto que estoy mencionando. Tenemos que aclarar que en este contexto actual con el cobre y el litio de nuestro país, nos estamos abriendo a ser los productores de la base de los procesos de transición energética. Tenemos los minerales para estos procesos, necesitamos explotarlos como corresponde.
¿A qué se refiere la dimensión de “minería inclusiva” dentro del Plan Estratégico Minero Argentino?
Aquí estamos hablando de una minería que incluya al empleado y al proveedor. En este sentido hay mucha literatura y muchas horas de micrófono dado en lo que es compre local, desarrollo de proveedores, oportunidades para los empleados. Lo que surgió de este conversatorio es que la minería “inclusiva” puede ser un atributo de la competitividad si la empresa incluye su política de sustentabilidad como valor compartido, si los estados provinciales entienden la lógica del riesgo, si se cumple la legislación vigente en relación a la Ley de Inversiones Mineras.
Innumerables son las obras en beneficio de la comunidad realizadas en la provincia de San Juan con fondos provenientes de forma directa e indirecta de la industria minera.
¿Y estos temas que se plantean encuentran solución o un camino de solución en este plan?
Nosotros nos pusimos a conversar sobre los verdaderos problemas, que todavía siguen sin tener respuestas. Lo que se hizo fue conversar, volver a plantear en un documento ahora público todos los temas que se trataron en un conversatorio que se hizo en 2017, en ese momento era funcionaria de la provincia. Los argentinos tenemos esto de que nos permitimos hacer varias veces las mismas cosas; los que ya pintamos canas hemos visto dos, tres o cuatro de estas intenciones. Ahora tenemos un documento público en base a mucho trabajo que lo último que tiene que ocurrir es que quede guardado en un cajón. Al menos les pido que lo leamos entre todos porque lo construimos entre todos, puede haber cosas desactualizadas, pero los tópicos y las soluciones que se plantean en este documento siguen vigentes.
Es decir que lo que se plantea en este documento no es nada nuevo…
No es nada nuevo, exactamente. Es poner sobre un papel un compromiso y un trabajo impresionante que se hizo con 124 instituciones públicas y privadas. Lo que yo destaco de este trabajo es la institucionalidad. Destaco el escuchar activamente a todos aquellos que están y no están dentro de la actividad. Yo en ese momento tenía un rol de funcionaria pública, hoy tengo un papel de empresaria independiente que provee servicios al sector y a la economía en general, y un compromiso como académica, como investigadora y sobre todo como ciudadana que entiende que no podemos darnos el lujo de simplemente sentarnos a mirar los recursos y reservas en nuestras montañas que permite que nuestros territorios tengan mejor competitividad y mejor calidad de vida.
Antes de finalizar, ¿cuáles son las otras dos dimensiones que contiene este nuevo documento además de la “competitividad” y la “inclusión”?
Primero la “Responsabilidad Social” en términos de que hay muchos ciudadanos que no necesariamente pertenecen al ecosistema minero por decisión propia, pero sí son ciudadanos de un territorio donde se desarrolla una industria a partir de recursos no renovables, por lo tanto son de ellos. Entonces, este concepto de “responsabilidad social” implica cómo hace el ecosistema minero en general para devolverle a la sociedad algún tipo de beneficio: ahí vienen las regalías, los impuestos, las recaudaciones. Y en una segunda parte es: ¿Qué hace el Estado recaudador y cómo le devuelve al ciudadano esto que recibe en concepto de recaudación? San Juan es un ejemplo vivo de que lo que genera la minería y como vuelve en beneficio de la sociedad. Si miras 10 años para atrás y ahora observas diques, programas de salud, empleo, obras de energía, etc. Es una responsabilidad compartida que la minería tenga un impacto social positivo.
Las reuniones entre todas las instituciones participantes del Plan Estratégico Minero Argentino comenzaron durante la pandemia.
¿Y cuál sería el cuarto atributo o dimensión de las que venimos hablando?
Tiene que ver con la institucionalidad y con el ambiente natural. Nosotros tenemos montañas, tenemos salares, tiene que ver con el territorio, y con ese territorio a partir de procesos de todo tipo se transforma el capital natural en un producto primario y luego un producto industrial. Todo esto impacta o agrega al proceso alguna sustancia que no estaba en su estado original. Entonces la responsabilidad ambiental es que a lo largo y al final de todo el proceso estemos iguales o mejor de lo que estábamos antes de que iniciara un proyecto minero. El monitoreo ambiental de tierra, agua y aire es muy necesario. La responsabilidad de las áreas es muy importante y el control por parte del Estado también.
En esta mesa hubo discusiones muy fuertes de gente que está básicamente en contra de todo lo que se refiere a la minería. Personas que integran grupos que les parece mejor no tocar la montaña, que les parece mejor aceptar la pobreza. Creo que hoy nada ha quedado en saco roto, pero a criterio personal creo también que vamos muy lento. No sé si voy a ver con mi edad todo lo que se podría haber visto si los estados hubiesen tomado otra posición anteriormente. Yo llegué a vivir en el ‘94 a San Juan y esa provincia no tiene nada que ver con la provincia de hoy, pero San Juan podría estar muchísimo mejor. Y a su vez, todo el país podría estar muchísimo mejor para todos los que vivimos aquí.
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