Beatriz Torrezán, Directora de Relaciones Comunitarias e Institucionales de Minera Sud Argentina, detalló la iniciativa llevada a cabo en Bella Vista (Iglesia) que ya cuenta con un segundo año. El objetivo es otorgar herramientas para un desarrollo educativo que podría aplicarse laboralmente desde la casa. El importante testimonio de Luis Tejerina, un alumno del curso de robótica.
Bienvenida a Creación Renovable, contanos sobre la jornada de robótica organizada por Minera Sud Argentina que se ha desarrollado en el CIC de Bella Vista…
Bueno les contamos a la audiencia que el año pasado comenzamos con un programa de robótica para niños y adolescentes de la zona sur del departamento de Iglesia. Cerramos el 2024 con una muestra donde ellos, en dos meses, crearon robots con distintas formas, pudieron hacerlos moverse de distintas maneras, y lograron productos excelentes. Este año, la vuelta de rosca que se le dio al curso es que se desarrollara también una competencia.
Esta competencia tiene alguna correlación a nivel internacional, ¿es así?
En realidad, a nivel internacional existen competencias de robótica para niños y adolescentes, nosotros hemos traído las mismas pistas que utilizan en el Instituto de Tecnología de Buenos Aires, de donde salieron los chicos que compitieron recientemente en la NASA. La meta es obviamente crear robots y por medio la programación de diferentes censores y circuitos, estos robots cumplen diferentes tareas. Incluso hay una pista de fútbol donde los robots tienen que lograr guiar una pelota hasta meterla en un arco.

¿Por qué eligieron el tema de la robótica? ¿Por qué profundizar en eso con los chicos?
Actualmente en el departamento Iglesia se presenta una problemática, y es que muchos chicos tienen que emigrar para conseguir una mejor vida. Y con este tipo de desarrollo educativo, ya no tienes que pensar en eso porque puedes trabajar desde tu casa con una computadora. Además, para nosotros los mineros, cada vez hay más tecnología, camiones autónomos, máquinas que trabajan solas, etc. Entonces, que desde pequeños ellos puedan empezar a trabajar y a manejar la robótica, hace que estén mucho más cerca de tener estas habilidades tecnológicas que el sector minero podría necesitar de cara al futuro.
Me quedé pensando: ¿Estos robots son capaces de solucionar problemas cotidianos?
Sí, esa fue la parte más interesante. Cuando tuvimos que decidir cuál de los diferentes kits podríamos donar para desarrollar este programa, impulsamos aquellos que tienen que ver con la imaginación. Entendemos que la imaginación es esencial en el aprendizaje, a lo que se suma el manejo de la frustración. Porque el robot se arma, se desarma, a veces funciona, a veces hay que modificarlo. Y todo eso lo hacen en equipo, trabajando en conjunto y desarrollando la empatía, el trabajo en grupo, desarrollando cada uno su potencialidad. Hay estudios científicos que demuestran que incentivar a los chicos y adolescentes en estas actividades definitivamente determinan en un futuro la elección de la carrera a futuro.
¿Qué ejemplos nos podés dar de los robots que crearon los chicos de Iglesia?
Un grupo de chicas, por ejemplo, utilizaron la tecnología para hacer un basurero que abre su tapa sin tocarlo, sin usar las manos. Otro grupo de chicos desarrollaron un molino autónomo. Uno de esos chicos nos contó que su papá se había subido al techo, se había caído y se había lastimado porque en una mano llevaba el balde con mezcla y no pudo agarrarse con las dos manos. Entonces con este molino autónomo, su papá iba a poder subir al techo y no se iba a caer más. Es robótica aplicada a la vida cotidiana de los chicos, eso es algo increíble para nosotros. Esto les ha servicio mucho a los chicos para sociabilizar también, para aprender a sociabilizar más y mejor. Incluso algunos chicos con problemas del espectro autista formaron parte de los equipos y les ha servido un montón. Esto sobrepasó las expectativas iniciales que teníamos.
¿Entonces se va a seguir repitiendo de cara al futuro?
Es la idea, es lo que buscamos y lo que queremos. Además, el año que viene tenemos pensado sumar un programa de dibujo digital. La idea es poder acercar a aquellos que les gusta el arte. La intención es que los chicos sepan que hay trabajos bien pagos asociados al desarrollo del arte digital, que no necesariamente tienen que emigrar, que desde muy chicos pueden producir sus propios ingresos, y que también es posible dedicarte al arte con la tecnología.

Luis Tejerina (15 años), alumno participante del programa de robótica
Bienvenido Luis a Creación Renovable, estamos en vivo para todo el país y en simultaneo para los departamentos de San Juan, contanos ¿qué hiciste en el programa de robótica?
Hola, un gusto poder hablar con ustedes y gracias por cubrir este evento que para nosotros es tan importante aquí en Iglesia. Yo comencé el año pasado con este curso de robótica, en el nivel básico. Después de ver un folleto en el cual invitaban a todos los chicos que quisieran aprender de robótica. Lo vi y me mandé para poder ser parte.
¿Te interesó la idea de entrada?
Sí, quise probar para saber si me gustaba y ahora me encuentro en el nivel avanzado de robótica.
¿Y qué desarrollaste con estos elementos de robótica?
El año pasado presentamos una cinta transportadora para poder ayudar a la minería a transportar los materiales que tenían que llevar. Una forma de automatizar un proceso.
¿Esa cinta se mueve con sensores?
Claro, ahora ya estamos trabajando con sensores infrarrojos. Este año estamos haciendo una competencia con un circuito de líneas que hay que respetar. El desafío consiste en programar todos estos sensores infrarrojos para seguir una línea y que esta cinta pueda moverse autónomamente.
¿Y ahora? ¿Este año qué le sumaste?
Le sumamos otro tipo de sensores como el infrarrojo, el LDS, y también estuvimos utilizando sensores de humedad. Los infrarrojos se pueden programar de dos maneras: una para que siga una línea, y otra para que siga bordes y se oriente en un camino. Con los sensores de humedad el año pasado los chicos crearon como un invernadero, y los sensores de humedad indicaban cuando la tierra estaba seca y necesitaban agua para regar.
¿Te ves trabajando de esto en el futuro Luis?
Me queda todavía un poco de tiempo para decidir, tengo 15 años, pero me gusta mucho la orientación en robótica. Me gustaría poder seguir estudiando o formándome en esto. Pero este curso y el concurso me han servido para saber de qué se trata, para dar los primeros pasos y para ver qué tipo de carreras o cursos debo hacer si quiero dedicarme a esto a futuro.
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