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“Una alianza entre un clúster ferroviario europeo y un eventual clúster argentino, podría acelerar los procesos”

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Asesor de la Unión Europea, el Ingeniero en Minas Eduardo Barrera analiza la situación geopolítica internacional y como los minerales críticos de Argentina pueden jugar un rol trascendental. Quien ejerciera como Secretario de Minería de la Nación en la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín, señala que la experiencia europea puede generar una alta competitividad en el campo de la infraestructura. Un análisis de relevancia para una colaboración conjunta que permita avanzar en un clúster ferroviario y del Agua.

En el marco de tu amplia trayectoria a nivel local, nacional e internacional ¿la minería pasa hoy por su mejor momento?

Yo creo que sí, la minería pasa hoy por su mejor momento, pero creo que lo que viene puede ser mucho mejor. Es bueno aclarar que estamos al inicio del ciclo, de un ciclo largo. Particularmente porque los recursos mineros que tiene nuestro país, en su mayoría, están sin explotar. A su vez, estamos en el medio de una transición energética que demanda minerales críticos como litio, cobre, tierras raras, manganeso. A su vez, existe una situación bélica que agrega necesidad de minerales a esa demanda, aunque ojalá no sucediera.

Sabemos que existe una gran cantidad de recursos minerales que posee nuestra provincia y nuestro país, pero ¿qué hace falta para que esos recursos se conviertan en realidad?

Entiendo que hablamos de la infraestructura, aunque la limitante de la infraestructura no es algo que solamente implique a San Juan, es algo que atraviesa a todo el país. Claramente esto es una limitante, particularmente por la cantidad de volúmenes de los que hablamos dentro de la industria minera, lo cual congestionaría la infraestructura existente. Es un eje central en el cual los gobiernos están trabajando, son inversiones muy importantes. En gran parte se supone que esas inversiones las realizarán las empresas privadas, pero también seguramente se requiere un esfuerzo complementario de los estados.

Eduardo Barrera, Ingeniero en Minas, asesor de la Unión Europea.

Tú eres asesor de la Unión Europea, la cual busca ser un aliado estratégico de la industria minera y de la industria en general en nuestro país, ¿es así?

Exactamente, soy asesor de la Unión Europea. Es un vínculo estratégico que comenzó a mediados del 2023, cuando tuvimos una fase focalizada en el tema litio. Este año se está observando principalmente al cobre. Y estamos alineados con esas necesidades. La Unión Europea tiene ciertas facilidades o herramientas que también pueden contribuir mucho a este desarrollo. El objetivo es siempre acompañar al sector privado europeo en este tipo de proyectos. Ya existen algunas iniciativas nuevas que llamamos “Infraestructura habilitante” en las que seguramente Europa va a estar colaborando. A su vez, tiene otra iniciativa más potente denominada Global Gateway Initiative, la cual, para ser simples, es como la Ruta de la Seda de los chinos. Por lo tanto, puede movilizar recursos muy importantes con esta iniciativa.

¿Dentro de esta iniciativa más grande se encuentra el Clúster Ferroviario Europeo que tiene interés en desarrollar el ferrocarril que necesita la minería sanjuanina o argentina?

Europa tiene un sector ferroviario bastante competitivo y por lo tanto quizás algún tipo de alianza entre un clúster ferroviario europeo y un eventual clúster argentino demandante, podría ahí generarse un match que acelere los procesos. Creo también que los proyectos tienen sus tiempos, son inversiones grandes. Es como un elefante que le cuesta arrancar, pero cuando lo mueves, luego es difícil pararlo.

Ricardo Martínez, Presidente de la Cámara Minera de San Juan, comentó en este programa que debemos empezar a vincular los puertos argentinos con nuestros recursos minerales… y hablando del ferrocarril, ¿nos conviene que esa inversión sea China, de Estados Unidos, de Europa?

Primero, coincido totalmente con lo que dijo Ricardo Martínez. Sobre tu consulta, creo que deberíamos dar la bienvenida a todos los que quieran invertir en nuestro país y en nuestra provincia. Previo a esta relación con la Unión Europea yo escribí un artículo que hablaba de Argentina en medio de Guerra Tibia.

¿Guerra Tibia?

Esto de lo que estamos hablando ya estaba planteado desde hace tiempo, es algo que ya estaba sobre la mesa. Hablaba de Guerra Tibia porque no era el conflicto ideológico y militar de la Guerra Fría, pero tampoco es una guerra de las denominadas calientes. Lo que existe hoy en día es una guerra fundamentalmente comercial y tecnológica. Y en ese escenario, Europa tiene una propuesta no colonialista. Porque apuesta por una solución de mercado, no viene a apoderarse del recurso, sino que viene a intentar que exista una mayor diversificación de la oferta.

¿Qué es lo que busca Europa en este contexto?

Lo que no quiere Europa es tener una dependencia muy marcada de un determinado país o potencia, no tener un mismo o único proveedor. Como todos los países, sobre todo los que trabajan en bloques, todos tienden a una cierta autonomía estratégica. Pero en el caso de Europa, no está planteada en esos términos colonialistas, sino más bien es un planteamiento en términos de mercado. Europa se rige por normas, respeta las reglas del comercio internacional y busca o aspira a este tipo de soluciones.

¿Qué recursos minerales necesita Europa de cara al futuro?

Diría que prácticamente todos. En relación al cobre, Europa tiene una gran capacidad instalada en materia de refinerías, que podría absorber fácilmente toda la producción que sea capaz de generar Argentina. En el caso del litio, Europa también tiene un interés manifiesto. Esta alianza estratégica ayuda a posicionar a las empresas europeas en el tema del litio. De hecho, la primera empresa de litio que empezó a producir este año con tecnología nueva y muy ecológica, que es la tecnología de extracción directa, fue la minera del grupo francés Eramet.

Por lo que vienes contando, entiendo que Europa tiene otra política internacional diferente a la de Estados Unidos y China, ¿es así?

Son políticas internacionales muy diferentes. La Unión Europea está integrada por 27 países, que tienen culturas muy arraigadas. Están obligados al diálogo permanente, a la búsqueda de consensos. No es lo mismo un alemán que un portugués o un griego, entonces amalgamar todas esas visiones y esos intereses es un proceso de construcción colectiva en el cual Europa tiene mucha experiencia. Es por eso que Europa siempre va a ser proclive al multilateralismo, mientras que Estados Unidos tiene una visión de superpotencia mucho más hegemónica, quizás sin necesidad de coordinar o buscar soluciones o consensos.

Nos llega un mensaje de un oyente y consulta si lo que mencionaste de “Infraestructura Habilitante” ¿solo se refiere al ferrocarril o incluye otros aspectos?

En principio se refiere a todas las infraestructuras básicas: transporte, energía y agua, que en general son las primeros que uno identifica. En este contexto puedo comentarte que soy parte de un Think Tank Internacional que se llama “Agua Segura”. Y aunque todavía es un tema que Europa no ha integrado en sus políticas, espero que lo haga pronto. Este grupo internacional está liderado por una argentina, Graciela Chichilnisky. Ella ha establecido un cierto paralelismo entre huella hídrica y huella de carbono.

¿Para qué este paralelismo entre huella hídrica y huella de carbono?

En la huella de carbono, como sabes, existen objetivos de emisiones neta cero para el 2050, lo cual implica que vamos a ir corriendo detrás de la pelota y que es muy probable que nunca la alcancemos, ¿no? En cambio, en el agua, la idea es que empecemos siendo positivos desde el inicio. ¿Esto qué significa? Que la industria compense, de alguna manera, el agua que consume. Que genere una nueva oferta de agua en la misma cuenca en la que actúa. En el caso más concreto de la minería, que actúa en una cuenca más pequeña, más determinada, la idea es que esas empresas compensen el agua que consumen generando una oferta distinta de agua. No es ahorro, digamos. Tiene que haber adicionalidad.

¿Más allá del ahorro y la tecnología que se utilice por parte de las empresas para la re-circularidad del agua?

Para ser más claros, no vale que me digas “yo consumía 100 de agua, pero mejorando mi tecnología ahora el consumo es de 80”. Esos 20 no cuentan, tienes que compensar los 80 porque es tu obligación ser eficiente y minimizar el consumo de agua, es hasta una obligación moral. Por tanto, las formas de compensar son variopintas: puede ser mejora integral, tratamiento de aguas salobres, etc. Incluso puede ser promoviendo una reconversión de cultivos que tengan una menor huella hídrica. El caso más emblemático es Chile, que está utilizando agua desalinizada del mar para la minería.

¿Tienes cifras en relación a lo que está haciendo la minería chilena con el agua desalinizada?

Según COCHILCO –Comisión Chilena del Cobre-, que es un poco la central de inteligencia chilena, en este momento están utilizando entre el 30% y el 40% del agua desalinizada en la minería. Y la expectativa es que hacia 2030 empiecen a ser positivos en agua. ¿Qué significa eso? Que la minería deja de competir con la agricultura porque deja de utilizar agua continental. Todo esto refuerza la licencia social. Incluso estuve en una presentación en Valencia de un grupo privado chileno. Ellos informaban que tienen un acuerdo con SQM para que consuma agua de mar en todas sus operaciones, pero no solamente en la operación actual, sino que empiece a ser un “reemplazo” de acuíferos que ellos mismos han secado antes. Se puede ver que el impacto puede ser incluso retroactivo, lo que redunda en un impacto social muy positivo.

¿Los proyectos cupríferos sanjuaninos pueden llegar a utilizar agua desalinizada que provenga de Chile? ¿Es una posibilidad concreta?

Es muy posible. Estamos muy cerca de Chile y el agua desalinizada ya está llegando a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, como es el caso de Los Pelambres. Una vez que llegas a esa altura de la cordillera, volcar el agua para el otro lado hasta favorece el proceso. Por la pendiente, puedes incluso aprovechar la gravedad, incluso imaginar algo circular. Y cabe destacar que el costo de desalinización ha bajado muchísimo. Estamos en este momento en 0,45 céntimos de dólares por metro cúbico de agua desalinizada. Hay muchas opciones y lo hemos conversado mucho con las empresas mineras. Y en este contexto cabe destacar que recientemente en la mayor conferencia de agua del mundo (AQUATECH) en Holanda, el proyecto Los Azules firmó un acuerdo con un grupo de Agua Positiva para comenzar este proceso en San Juan. Todas las empresas tienen esta preocupación y muchas ganas de colaborar en este tema.

La intención es generar una simbiosis, como hablábamos en off recién…

Tal cual, la intención es generar una cierta simbiosis positiva entre agua y minería, que ambas caminen de la mano y en ese mismo grupo meter la agricultura. Debemos superar la dicotomía de minería o agricultura, debemos trascender esa discusión. Por suerte en San Juan existe licencia social, pero en la medida en que más la reforcemos y potenciemos, más atractiva será la inversión extranjera para San Juan y entonces generamos más actividad minera. Esto a la vez implicaría más agua para compensar, más agua que agregamos y ampliamos la frontera agraria. Con lo cual hay un juego de suma positiva.

¿Esa es la idea del Clúster de Agua que mencionabas en relación a Europa y Argentina?

Es un poco el propósito, es la idea del Clúster que hemos empezado a armar con el apoyo de la Cámara Minera de San Juan, con el visto bueno del gobierno provincial que se ha mostrado muy interesado. Es una oportunidad importante porque el gobierno a su vez tiene ahora un plan hídrico de gestión integral del agua subterránea y agua de superficie. Con lo cual, si estos dos grupos pueden trabajar de forma coordinada, de forma sinérgica, todas estas acciones no van a ser esfuerzos aislados, sino que van a estar integrados en un plan a largo plazo. Con lo cual la perspectiva que se abre es que tendamos a una solución sustentable de largo plazo que haga posible esto que estoy diciendo de más agua, más minería. Más minería, más agricultura, mayor licencia social y mayor atractivo para las inversiones.

Nos llega otra consulta de un oyente que consulta sobre el Know How que tiene la Unión Europea en materia al transporte de carga ferroviaria en alta montaña…

Existe un gran Know How en la Unión Europea en relación al transporte de ferrocarril de alta montaña. No creo que sea una dificultad especial aquí en San Juan. Si tú viajas por Europa, ves que, en el norte de Italia, Suiza, Austria, está todo lleno de trenes que viajan por altas montañas. Tiene trenes que funcionan perfectamente en cualquier condición climática. No creo que eso sea una dificultad en particular, pero no soy un experto. No te podría aseverar eso.

¿Hablamos de desarrollar trenes o ferrocarriles vinculados a la energía limpia aquí en nuestro país?

No creo que este tema sea una dificultad particular, las máquinas funcionan. En todo caso habrá que ponerles el combustible apropiado. Quizás llegue el momento de utilizar hidrógeno, que no esté sujeto a un tema de oxígeno el ambiente, que sí generan los motores a combustión. No creo que eso sea un problema, sería lo ideal un tren a hidrógeno.

Imagino que un tren a hidrógeno requiere mucha inversión…

Sí, requiere una gran inversión, pero hoy en el mundo hablamos que según lo que dicen los especialistas, el hidrógeno verde tendría a futuro un costo de 2 dólares por kilogramo, mientras que en la actualidad tiene un costo de 6 dólares por kilogramo.  Como en todo, es una cuestión de tecnología y economías de escala.

Para concluir la nota Eduardo, me gustaría que a nivel personal me contaras qué cambió desde que fuiste secretario de Minería de la Nación durante el gobierno de Alfonsín, hasta el día de hoy…

Obviamente todo cambió para mejor. Nosotros creamos la Secretaría en su momento, porque la única minería que existía en ese momento es la que hacía Fabricaciones Militares. A nosotros nos tocó recuperar las áreas de reserva, devolvérselas a las provincias. Fue ahí un poco el origen del IPEEM en San Juan, que se creó más o menos en 1989. Fue más una etapa de reordenamiento, de un enfoque más proyectado. Nosotros planteamos un inventario que fue un poco el núcleo que fue potenciado luego por la Ley de Inversiones Mineras. Fue así que luego Bajo La Alumbrera se convirtió en la primera empresa de gran minería argentina.

¿Fue como priorizar otras cosas, porque veníamos del gobierno militar?

Exacto. Nosotros -a diferencia de los militares, que obviamente por su formación priorizaban el hierro y el carbón- priorizamos el oro, y por eso montamos el primer campamento en Valle del Cura en San Juan. Priorizamos eso: Valle del Cura, Bajo la Alumbrera en Catamarca, y Cerro Vanguardia en Santa Cruz. Fue así que en 1984 publicamos un artículo que decía que Argentina produciría oro en toneladas y todos se mataron de risa en su momento. Pero 25 o 30 años después, Argentina ha producido más de mil toneladas de oro. Es decir, yo creo que se ha avanzado, obviamente se podrían haber hecho las cosas mejor, pero hoy debemos enfocarnos en esta nueva oportunidad que tenemos como país y debemos aprovecharla.

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