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“Estamos sobre una provincia que va a ser “la provincia” minera del país”

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Entrevistado en Creación Renovable, Martín Ossa, Gerente de Caterwest, comparte el origen de la compañía, evolucionando desde un hobby de vacaciones en la cordillera calingastina a un emprendimiento familiar con amplificación nacional. El fuerte nexo con el proyecto Los Azules, el desarrollo y cómo la minería lleva a un crecimiento e inversión constantes. También abordó la necesidad y el desafío de comunicar sobre una industria que es a largo plazo.

¡Podes escuchar la nota completa aquí!

¿La empresa Caterwest tiene más de 30 años de existencia y comenzaron alquilando mulas para la actividad de exploración minera en Calingasta?

Exactamente, mi padre, fallecido en 2020 junto con Guillermo comenzaron a alquilar mulas en la zona de Calingasta porque somos de Calingasta y conocemos muy bien la zona desde mi abuelo en adelante, porque él llevaba ganado a la montaña, tenía caballos, y como hobby y por ese espíritu de amor a la aventura y al aire libre terminó conociendo todos los rincones de la cordillera, y ese conocimiento nos lo fue delegando a mi padre, luego a mí y así sucesivamente.

¿Entonces conoces la cordillera de Calingasta de memoria porque de chiquito jugabas a explorar con tu papá?

Mis vacaciones eran los viajes a la cordillera a caballo con mi familia. Entonces lo que era un hobby se comenzó a convertir en un negocio prácticamente sin darnos cuenta. Los primero que nos contactaron fueron los de Minera Andes para ir a explorar la cordillera calingastina. Fueron muy claros, nos dijeron “ustedes tienen el conocimiento, la logística etc.”, que en ese momento la logística eran unas mulas y un Jeep Ika. Ese jeep calentaba y había que esperar, había que tirarlo también, recuerdo todo eso y me emociona mucho porque es parte de mi vida, mi historia y la historia de toda mi familia.

¿Y ese hobby y amor por la aventura se convirtió en una profesión rápidamente?

Luego fuimos creciendo, nuevas camionetas, más elementos, etc., comenzó todo por un hobby, pero nos convertimos en una empresa por el esfuerzo que le metimos. Porque en un principio había que llevar el campamento y armarlo, pero después nos pidieron que les diéramos de comer, pero comer con ciertos estándares, entonces la misma industria te empieza a impulsar a seguir creciendo, pero tienes que hacer mucho esfuerzo para también conseguirlo.

Y luego salieron un par de proyectos en Mendoza y llevamos mulas a esta provincia, empezamos a crecer, y de repente ya estábamos trabajando en Jujuy, Santa Cruz, Catamarca, La Rioja, Chubut, etc. Insisto, pasaron muchas cosas, entre ellas para mí ir a capacitarme y estudiar afuera, en Estados Unidos, en Chile, trabajar allá, luego volver y trabajar con la compañía familiar. Y lo que empezó como una empresa familiar hoy es una compañía totalmente profesionalizada con certificación de normas internacionales. Con mucha humildad y respeto digo que nuestra empresa es un claro ejemplo de lo que significa el círculo virtuoso de la minería.

Me quedé pensando en la frase: “La cordillera de Calingasta es el fondo de mi casa” ¿sentís mucho amor y pasión por lo que haces?

Tal cual, la cordillera de Calingasta fue el fondo de mi casa, iba a explorar, escalaba con amigos, íbamos a hacer asados con grupos. A veces es difícil separar el hobby con el trabajo, porque nos encanta ir a la montaña, hablar de mulas, de agua, de lugares. Entonces es difícil a veces parar un poco la pelota y decir, esto lo hacemos porque nos apasiona. Lo hacemos por pasión. Metafóricamente cuando estás en la cordillera son tres cosas las importantes: agua, pasto y leña. Esto trasladado a la vida cotidiana quiere decir que lo más importante de la vida no son más que tres o cuatro cosas.

A su vez, la pasión y seguir la pasión de cada uno también significa mucho esfuerzo familiar ¿no?

Exactamente, seguir la pasión de cada uno significa estar listo todo el tiempo, si te llaman un sábado a las 23 horas que tienes que subir a un proyecto por alguna causa o a llevar algo, es inmediatamente salir. O que bajar del proyecto y en vez de llevar a mis hijos a la plaza un rato a andar en bicicleta te vas a un programa de radio para explicar para generar conocimiento, para contar tu historia. Nada de lo que uno hace puede resultar sino se le pone pasión. La pasión en los negocios es clave, muchos dicen que no se puede mezclar la pasión, pero a mí me funciona. La pasión la heredé de mi viejo que fue mi mejor amigo, mi mejor socio, mi mejor consejero y estaré agradecido hasta el día que me vaya de este mundo.

Recientemente se presentó la IIA de Los Azules y estuviste presente: ¿también tiene un sentimiento especial eso en relación a tu familia y a tu padre?

Sí, tal cual, mi viejo fue el primero que llegó a Los Azules, allá por el año 1992 fue el primero que se paró sobre “La Ballena” que es uno de los lugares donde se está perforando en el proyecto Los Azules, y luego me llevó a mí hasta este lugar. Fue el primero que pisó en La Ballena pensando como un lugar de recurso mineral. Cuando estuvimos con Rob y Mike en Canadá lo hablábamos, hace más de 30 años que apoyamos el proyecto, tanto en las buenas, en las malas y en las muy malas. Nosotros con Los Azules tenemos una relación muy especial porque el proyecto nos ha visto crecer.

De todo esto que nos estás contando pienso en toda la paciencia que hay que tener para poder desarrollarse en la industria minera ¿no?

Exactamente, vuelvo a repetir, hay que tener paciencia, trabajo duro y mucha pasión. Los plazos de la minería son muy largos. Y aquí podemos atar lo de la comunicación. Digo hay que apostar mucho a la comunicación de los proyectos desde la información fidedigna. Informar que son proyectos largos, donde necesitas estabilidad jurídica, reglas claras, etc. El cortoplacismo en la minería no va, y está bueno tener eso en cuenta a la hora de comunicar.

En las jornadas que organizó la Cámara Minera con los Directores de Desarrollo de Negocios en la Comisión Australiana de Comercio e Inversión se hablaba de que Australia apostó por un modelo minero de desarrollo allá por 1983 y hoy son una gran potencia mundial. ¿Crees que Argentina también tiene que pensar en estos términos de plazos?

Yo creo que sí, hay que pensar en plazos largos, en políticas claras con reglas claras y visión de desarrollo. Si tenés un proyecto que va a tener un desarrollo de 30 o 40 años, tenés que pensar en ese tipo de plazos. Argentina tiene una chance histórica, pero primero hay que alinearnos como sociedad, como comunidad, como provincia minera seria. Pero primero hay que creer, tenemos que de alguna manera creérnosla. Estamos sobre una provincia que va a ser “la provincia” minera del país, independientemente del gobierno, del estudio Fraser, etc. y ese convencimiento es a largo plazo.

Cuando hablamos de largo plazo y seguridad jurídica se me vienen a la cabeza los puestos de trabajo que genera esta industria ¿Qué cantidad de empleados tiene Caterwest actualmente?

Nosotros tenemos aproximadamente 300 empleados actualmente, y más del 55% son de Calingasta, Iglesia y Jáchal. Estamos por llegar al 8% de personal femenino también. Tenemos una chofer, la voy a nombrar, “Celia”, que comenzó manejando una camioneta, luego una Ford 4.000, y ahora un camión 6×4, y tratamos de apostar por el desarrollo constante y la capacitación permanente de nuestros trabajadores. Tenemos a Celina que es nuestra Chef Ejecutiva y muchas personas más. Tenemos trabajadores como Claudio Álvarez que hace más de 20 años que está con nosotros, otros que llevan 15 años. Intento sacar lo mejor de una empresa familiar pero con todo lo duro de la profesionalidad y lo institucional. He discutido con mucha gente y colegas que me decían no puede ser una empresa familiar y profesional a la vez. Y yo creo que si se puede, somos el claro ejemplo de ello. Se tiene que sacar lo mejor, la esencia de una empresa familiar y trasladarlo a una empresa familiar. Los valores familiares son pilares inamovibles, entonces todo lo demás viene más fácil. Hoy la corriente va al contrario, así que lograr convencer a los que trabajan con vos, que están en el lugar indicado, escucharlos y trabajar mancomunadamente es fundamental.

¿Cómo ves el futuro, tanto para Caterwest como para el país?

Creo que no hay que quedarse quieto nunca, hay que seguir apostando, hay que seguir trabajando y aprendiendo cada vez más de esta gran universidad que es nuestro país. Un proceso que funcione no quiere decir que no se puede mejorar. Estamos ahora encarando una planta de “Cook & Chill” en San Juan y nos hemos encontrado con problemas de importación. Es un desafío constante, o tiras la toalla o le buscas la vuelta como emprendedor comprometido. Buscaremos un abatidor más grande, más chico o lo que se pueda conseguir. Creo que vamos a seguir viviendo estas situaciones por más que cambie o no el gobierno. Pero lo que se viene para mí siempre es mejor, soy un optimista objetivo sobre la minería, sobre nuestro país y sobre nuestro futuro.

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