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“Tenemos que llamar las cosas por su nombre, cosa que entiendo es fundamental”

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En CNN Radio San Juan, Guillermo Juárez, Director de Comunicar Consultora, compartió su opinión respecto a la comunicación en la industria minera, a la vez de informar acerca de la actualidad y los desafíos del proyecto Esperanza, donde ejerce como Gerente.

Bienvenido a Creación Renovable Guillermo, un gusto que estés acá, ¿Cómo estás?

Buenos días Leo, la verdad es un gusto estar aquí, feliz de estar aquí. Hacer radio me encanta, es mi gran pasión desde hace años.

Desde hace muchísimo tiempo estás vinculado a la comunicación minera…

Exactamente, hace más de 20 años con mí socio Francisco Torti creamos “Comunicar Consultora”, y hemos realizado trabajos a lo ancho y largo de todo el país, felizmente. A su vez, trabajo en los medios de comunicación, radio, televisión, uno es un apasionado de la comunicación.

¿Es cierto que a los 10 años ganaste un concurso que te llevó a leer un escrito tuyo en radio?

Has estado haciendo la tarea (risas). Es cierto Leo, a los diez años en la gloriosa escuela Bernardino Rivadavia gané un concurso provincial de composiciones. Uno de los premios era leer este escrito en Radio Colón. En aquel momento me recibió un jovencito Lucho Román en los sótanos de aquella radio y me dijo “usted no se ponga nervioso” y cuando se prenda la luz, lea lo que escribió. Finalmente nunca me puse nervioso, leí, y como me gustaba leer y mi viejo que era ingeniero en minas era una biblioteca andando, terminé hablando media hora de la Segunda Guerra Mundial.

¡¡Escuchá la nota completa aquí!!

¿Con diez años hablabas sobre la Segunda Guerra Mundial en Radio Colón?

Claro, y era gracioso que un niño con esa edad hablara sobre estos temas, entonces me siguieron invitando y empecé a ir constantemente a conversar sobre diferentes temas y ahí entendí que la comunicación y el micrófono eran mi pasión. Pasé meses haciendo esto hasta que tomé una decisión y me fui a estudiar en el Ejército, estudié en el Liceo Militar General Espejo, Colegio Militar de la Nación, Colegio de Infantería. Estuve muchos años en ejercicio de la profesión hasta que en los ‘90 unos primos míos de La Rioja, porque soy 50% riojano, tenían la necesidad de dirigir en esa época el personal de RTR (Radio Televisión Riojana), dijeron “este es militar y los puede tener cortitos a todos”. Un día faltó un locutor que hacía un micro diario sobre Malvinas, que estaba escrito y solo había que leerlo, y fortuitamente lo hice, y hasta aquí.

Me quedé pensando…. ¿te acuerdas qué fue lo que escribiste y por lo cual ganaste el premio a los 10 años?

Claro que sí, el Cascanueces se llamaba. Yo de niño le tenía terror al odontólogo, es más, le sigo teniendo terror ya de grande. Prefiero diez latigazos en el lomo que una inyección en la boca, con eso te digo todo. Yo rompía las nueces con los dientes para abrirlas y comerlas. Una vez, me rompí un diente haciéndolo y tuve que ir al odontólogo. Entonces escribí un pequeño texto para alentar al cuidado de los dientes a través de mi propia experiencia de haberme roto un diente abriendo nueces con la boca (risas). Mis compañeros de primaria, con los que cumplo este año 50 años de egresados, todavía se acuerdan.

Guillermo Juárez comenzó su carrera frente a los micrófonos de Radio Colón con apenas 10 años.

Te dedicas hace años a la comunicación minera, ¿qué hace falta para que la comunicación minera le llegue más a la gente?

Hace falta que sea más directa, que no sea espasmódica. Que se vincule más con la gente que no nos quiere escuchar que con la gente que nos quiere escuchar. La actividad minera es fantástica, es una actividad indispensable para la vida humana. Tenemos que hablar con un lenguaje llano, llamando las cosas por su nombre. Tenemos mucho para decir, para mostrar y tenemos un enorme complejo para hacerlo. Tenemos que llamar las cosas por su nombre, cosa que entiendo es fundamental.

¿A qué te referís con llamar a las cosas por su nombre?

El anti minero es anti minero, no es ambientalista. El ambientalista es algo mucho más grande, más complejo, más global, más integral y algo totalmente respetable, como también es respetable todo aquel que piensa contrario a nuestra actividad. Si se opone a la minería, entonces es anti minero, ¿lo respetamos? Por supuesto que lo respetamos en su pensamiento. Pero por respetarlo, no quiere decir que tenemos que estar de acuerdo en todo lo que dice. Lo que hay que hacer es vincularse mejor, generar un mecanismo de interacción más adecuado y que el idioma sea más llano, un idioma más de todos los días. Hay que abandonar los tecnicismos para hacerse el importante con palabras difíciles y apostar al dialogo permanente con la gente. No le veo otra alternativa. Ponerse a darle súper estructuras académicas a la comunicación con estudios, con talleres, etc., la ponen en un lugar académico muy interesante, pero para nada práctico.

¿Cómo hacemos entonces para tener este tipo de comunicación más directa y con un lenguaje más llano?

Con docencia, con una docencia que implique vocación de transmitir conocimientos y aceptar que uno no se la sabe todas. Hay que saber reconocer que uno no se las sabe todas, que se puede equivocar y tener sobre todo un lenguaje llano, sencillo, que se pueda entender fácilmente. Lo que ocurre es que durante mucho tiempo hemos sufrido en la actividad minera una suerte de paralización de las personalidades. Algunos directivos locales de empresas importantes se mimetizan muy rápido con prácticas comunicacionales y sociales que no son las nuestras. Nos quieren convertir en comunicadores sajones, en medio de Latinoamérica. Nuestro idioma es este en el cual estamos hablando vos y yo. El que tiene la tonada y modismos muy sanjuaninos que atesoramos como propios. Entonces se generan súper estructuras internas de comunicación para las empresas que trabajan más para la tribuna interna que para la tribuna externa. Que al final no comunican nada y que hacen de la comunicación algo cada vez más burocrático y enroscado. Y a la vez tienen un enorme temor de decir algo que pueda ponerlos en riesgo laboral. Todo esto enfría la comunicación, y la hace distante.

¿Pero existen personas que si tienen la vocación de comunicar con este lenguaje simple y llano?

Ahora no podes hablar con la gente que gerencia, porque tienen enorme temor de decir algo que es inconveniente decirlo. Pero hay otras personas que sí tienen la vocación de comunicar, la que hay que rescatar y poner en valor, porque se manejan en soledad en muchos casos. Los que presiden la Cámara Minera de San Juan, mi amigo y excelente comunicador Mario Hernández y el actual presidente Ricardo Martínez. Ellos logran una construcción social a partir de la comunicación. Se desviven en atender a todos los medios que pueden y eso tiene valor. Pero hay otros que salen corriendo al ver un micrófono que pueda preguntarles algo que no pueden responder. Esto no es positivo, porque la minería opera bajo estrictas leyes ambientales, las cuales deberíamos tener la capacidad de mostrar, para que vean el enorme esfuerzo que hacemos los mineros para que las cuestiones ambientales vinculadas a todo lo relacionado a una operación minera esté estrictamente cuidado. Existe un viejo concepto de comunicación: “no comunicar, comunica que no estás queriendo comunicar”. Y sé que muchos se van a enojar conmigo por decir esto, aunque me tiene sin cuidado, porque alguien tiene que decirlo. Esta es la oportunidad para decir estas cosas, yo tengo un programa de minería en Canal 8 desde hace 8 años y no me guardo nada y sigo ahí. Digo las cosas porque es el momento para hacerlo, o porque me estoy poniendo viejo e intolerante (risas).

Es un poco lo que tratamos de hacer en Creación Renovable, plantear un diálogo abierto con las personas que hacen la industria minera.

Esta etapa de Creación Renovable es muy fresca, con este barniz de juventud que vos le das, con diálogos directos, lo que me parece muy importante. Dejar de jugar para la tribuna de adentro y hablar para afuera también. Y en este contexto también está bueno aclarar que las empresas tienen que hacerse cargo de relacionarse mejor con los medios de comunicación. Tienen que entender que los medios son entidades comerciales, no son entes de beneficencia. Entonces si viene un proyecto y dice que va a invertir US$400 millones y todos los mineros felices, explícame bien por qué, y por qué el 0,00001% de eso se destina a la comunicación. Ahora, cuando tienen un problema, esperan que todos los comunicadores salgan a defenderlos. Entonces ahí se están equivocando muchachos. Puede que muchos me estén insultando en este momento, pero no me importa, como comunicador minero lo tengo que decir y como gerente de una empresa que nace con un problema de comunicación, lo tengo que decir.

Le contemos a la gente que además de tu experiencia en materia de comunicación minera, estás a cargo de un proyecto minero en Jáchal…

Es así, hace tres años nos llegó a la consultora un proyecto para crear un plan de comunicación para el proyecto Esperanza, que tenía su DIA suspendida en Jáchal por la denuncia de algunos superficiarios debido a errores que había tenido la empresa anterior. No errores ambientales, sino errores de comunicación e interacción con la comunidad. En ese momento se generó un ruido bárbaro. Recordemos que en Jáchal hay un pequeño grupo anti minero muy activo, alimentado por intereses políticos. En aquel momento, el por entonces Ministro de Minería Alberto Hensel decidió suspender una DIA, algo que tiene nulos antecedentes. Finalmente la empresa Libero Copper, a la que yo pertenezco, decidió comprar los derechos e iniciar de nuevo. Empezamos los expedientes de cero, con todo lo que eso implica, un trabajo terriblemente agotador.

¿Qué hicieron en materia de contacto e interacción con la comunidad de Jáchal en relación al proyecto Esperanza?

Por un lado iniciamos todo de cero desde los permisos y lo administrativo, y con mi socio, camioneta mediante, nos fuimos a Jáchal a hablar con cada una de las personas que había denunciado y se oponían. Fuimos a la zona del proyecto también a hablar con los superficiarios, les contamos lo que queríamos hacer, y estuvimos durante mucho tiempo trabajando con ellos. Y hoy, sin poner dinero de por medio, con mucho diálogo y comunicación directa y transparente, son las personas que ahora me llaman todas las semanas para preguntar cuándo arranca el proyecto. Porque también quieren y necesitan trabajar, no hace falta que yo hable sobre las dificultades que tiene Jáchal en este sentido. Gracias a Dios se está reconstituyendo Gualcamayo también.

Me comentabas anteriormente que este proyecto ingresa en una Ley especial, ¿puede ser?

Exactamente, de la mano de la cuestión administrativa, el proyecto Esperanza ingresa en una muy rebuscada Ley 1999-L, que se inventó a propósito de este proyecto, la cual imponía que el proyecto pasara por 9 reparticiones diferentes, muchas de ellas que no tienen nada que ver con la minería. Pero tuvimos fundamentalmente la aprobación de los tres entes reguladores del agua, que era lo crítico: OSSE (agua potable a 4 mil metros de altura), la Secretaría del Agua y fundamentalmente la Dirección de Hidráulica, y si hay alguien que no te firma nada si no está convencida es Guadalupe López. Una vez que tienes toda esta aprobación tan sana, necesitas un visado del intendente del departamento de Jáchal, y ahí está durmiendo el expediente hace 3 meses.

¿Vos estás diciendo que el intendente de Jáchal no quiere firmar ese visado? ¿Has logrado hablar con él?

Exactamente, Miguel Vega lo tiene hace tres meses en un cajón y no lo hace. Incluso he ido a conversar con él dos veces, me ha dado sus razones para no firmar el visado, las cuales puedo o no compartir, pero mi interpretación es que no querer firmar el visado para que todo avance, se debe a una cuestión netamente política. Tampoco aspiro a que se mueva mucho más durante estos meses.

¿Han logrado hablar con el intendente electo de Jáchal que ingresa en funciones en diciembre?

Nosotros hemos tenido conversaciones con el intendente electo, Matías Espejo, le hemos explicado el proyecto, está totalmente consustanciado con la necesidad de avanzar en las primeras tareas, las cuales no son para nada invasivas. Vale aclarar que después de un año y medio de haber obtenido la aprobación no tenemos ni una prospección, lo cual es una verdadera vergüenza. Nosotros teníamos inversión para iniciar con los primeros trabajos, que son muy básicos, estamos hablando de una prospección, ni siquiera una hulla minera o una plataforma de perforación. Construimos todo el andamiaje, el expediente está perfecto, nos ha costado mucho trabajo y mucha paciencia, y bueno ahora está paralizado. Desde el Ministerio de Minería también me dicen que necesitan que lo vise el intendente para luego ellos poder darle curso.

¿Cómo haces con los inversionistas o la empresa que te pide avanzar, que te dice que está el dinero para invertir, para contratar gente y vos les decís que todavía no podes porque está parado el expediente?

Ya no sé de qué disfrazarme para hacerle entender a los gringos que una DIA de prospección se demora un año y medio en San Juan, cuando les dijeron en la cara que en ocho meses la iban a tener. Ya ha pasado un año desde esa charla, donde a los mismos inversionistas les dijeron que en San Juan la DIA demora como máximo ocho meses. Lamentablemente los tiempos se agotan, si bien es un proyecto de cobre importante sobre el cual hay muchas esperanzas, valga la paradoja, porque los sondajes que realizó la empresa anterior son muy alentadores. La inversión está, el problema es que pueden llevársela a otro lado, es lo que estoy tratando que no ocurra. Tenemos mucha esperanza de que esto se pueda motorizar, porque será beneficioso para todos, creo que las nuevas autoridades lo entienden. También tenemos mucha voluntad de mostrar y conversar con las personas que se oponen para contarles detalle por detalle lo que vamos a hacer en un diálogo abierto y franco.

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