El testimonio de Federico Echegaray, Gerente de SIM (Servicio Integral de Mantenimiento), emprendedor que evolucionó desde los servicios de jardinería hasta la actual organización que provee limpieza, mantenimiento edilicio y fumigación y control de plaga.
Bienvenido a Creación Renovable Federico ¿Cómo estás?
Muchas gracias por haberme invitado, estoy muy contento de poder estar acá hablándole a toda la audiencia de este programa.
Para comenzar me gustaría que le contaras a la gente a qué se dedica SIM (Servicio Integral de Mantenimiento…
Es una empresa que, como indica el nombre, se dedica a brindar un servicio integral de mantenimiento. Nació brindando el servicio de jardinería, luego fue incorporando otros servicios como limpieza, mantenimiento edilicio y fumigación y control de plaga.
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¿Arrancó con la jardinería? ¿Cómo fue eso?
Exactamente, arranqué con la jardinería hace ya más de 20 años. Yo estudiaba abogacía, en ese momento fallece mi viejo y la situación se complica. Todos los hermanos Echegaray Bloise fuimos muy obedientes y estudiamos todos abogacía. Por ese entonces yo buscaba una salida laboral que me permitiera tener un ingreso ya que la situación se había complicado un poco. Se me ocurrió comenzar a ofrecer servicio de jardinería, algo que en otras provincias ya estaba desarrollado, pero que en San Juan era muy incipiente y no había nada bien bien organizado. Es más, recuerdo que yo tampoco empecé para nada organizado (risas).
¿Y cómo arrancaste? ¿Tenías las herramientas? ¿Tu familia abocada a la abogacía le parecía una buena salida laboral?
Había que hacer algo, hasta ese momento había cortado tres veces el pasto en mi casa, tampoco tenía la experiencia, pero tenía un objetivo bien claro. Le puse mucha actitud, empecé con una máquina eléctrica de tres ruedas que tenía mi abuela y con un Ford Ka de mi vieja. Había que desarmar el auto entero prácticamente para que entrara. Pero así comencé, me acuerdo que mi primer cliente, de apellido Cordero, estaba en la Calle 16, bien lejos. Empezaba a cortar el pasto a las 7 de la mañana y terminaba como a las diez de la noche porque había que darle tiempo a la máquina, la verdad es que son muy lindos recuerdos.
La empresa SIM también se especializa en limpieza y desinfección de ambulancias, unidades sanitarias y todo tipo vehículos.
¿Y a base de cortar el pasto en diferentes jardines empezaste a crecer?
Si, cortando el pasto me hice de varios clientes, llegué a tener 60 jardines a los que les cortaba el pasto. Pero también fue en base a la capacitación, me hice de bibliografía, me ayudó mucho también José Yamanouchi, que es el propietario de uno de los viveros más grandes de acá de San Juan. Él me instruyó mucho en cuanto a los árboles, las plantas, los períodos de poda, etc., porque yo básicamente no tenía conocimientos. A los seis meses de haber arrancado ya tenía 60 clientes y tuve que salir a contratar gente que me ayudara porque el cuerpo no me daba a mí solo. Por su parte, los estudios en la Universidad iban relegándose, y aún más cuando un cliente vino y me dijo: “¿También haces limpieza?”. Por su puesto le dije, e inmediatamente me metí con el tema de limpieza en algunas clínicas y ahí se fue constituyendo el proceso de desarrollo de la compañía.
La empresa SIM actualmente emplea a 600 personas ente todas sus tareas de limpieza y mantenimiento en general.
¿Hay todo un proceso de cambio entre ser emprendedor y convertirse en empresario?
Sí, porque justamente como vos decís, uno arranca como emprendedor y luego cuando comienza a crecer tiene que empezar a pensar como empresario. No es un cambio menor, es un cambio de mentalidad, de formación, de capacitación, etc. Es hasta un cambio en la familia, yo era un futuro abogado que ahora hacía jardinería. Fue algo que me aparejó muchas conversaciones con mi familia. Te cuento una anécdota: estaba de novio en ese momento con la que ahora es mi esposa y me presentaba con su abuela como futuro abogado, yo le decía, “en realidad me dedico a cortar el pasto, hago jardinería y cuando me casé decía Federico Echegaray, de profesión jardinero a mucha honra”.
“Es solo una cuestión de actitud” diría Fito Páez…
Todo es una cuestión de actitud. El que tiene una idea y está enfocado, no tiene que dudar. Pasa que muchas veces uno, ante una idea o proyecto, se asesora con las personas que no son las correctas. Porque obviamente el enfoque de tu proyecto lo tenes vos, y quizás la persona que te está dando un consejo es totalmente antagónico a lo que vos pensás o crees. Entonces si tuviera que dar un consejo sería asesorarse con las personas correctas, alguien que comparta tu visión y que pueda sumar experiencia a tu visión de negocio o de proyecto. Para los jóvenes creo que cuando tienes una idea, no hay otra persona que la haya masticado más que uno mismo. Algunos somos o hemos sido más aventurados, pero en su momento creo que si estás convencido, tenés que ir para adelante. Creo que si hubiera tomado los consejos que me daban, posiblemente hubiese abandonado, pero hubo personas que me compartieron mucha experiencia. El mismo Juan Carlos Bataller me dijo una mañana de café: “Fede si tenés una idea, un proyecto, enfócate solo en eso y buscá ser siempre el mejor en eso”. Estos son tips que te van marcando y que te van ayudando en el camino.
Federico Echegaray comenzó su empresa cortando el pasto con una vieja máquina que cargaba en el Ford Ka de su madre. Su compañía actualmente ofrece servicio general de jardinería.
¿Y cómo te vinculas con la industria minera?, porque SIM es parte de la Cámara Minera de San Juan…
En San Juan somos mineros por naturaleza, es como que toda industria está vinculada directa o indirectamente con la actividad minera. En mi caso, tengo un hermano que ha podido trabajar en la actividad minera y lo hemos podido ver crecer a nivel económico, a nivel humano, a nivel profesional, etc. Yo tengo un enfoque que me ha transmitido mi hermano desde adentro de la minería. Nosotros con SIM estamos catalogados como un servicio industrial y San Juan ha tenido un desarrollo muy importante desde la llegada de la minería metalífera. La minería en San Juan tiene consecuencias directas e indirectas. Nuestra empresa ha crecido de forma indirecta por el mismo desarrollo de la industria minera, ¿se entiende? Si bien nosotros no trabajábamos para la minería de forma directa, éramos agraciados de que otros comercios puedan incrementar las ventas y eso implicaba contratar servicios de limpieza. También implicó la apertura de nuevas clínicas a las cuales les prestamos servicios, también las que ya existían crecieron y necesitaron de mayores servicios. Nuevas empresas proveedoras llegaban a San Juan o se creaban en nuestra provincia y eso nos multiplicó el trabajo de forma impresionante.
El crecimiento que nos contás también va acompañado al perfeccionamiento y a la capacitación constante ¿no?
Todo va acompañado de este cambio de visión de emprendedor a empresario, de la cuenta de almacenero a una visión profesional. Para esto nos hemos apoyado en muchas consultoras, hemos logrado hacer tomas de tiempo por actividad, optimización de nuestros servicios, ser más asertivos a la hora de cumplir con tus servicios. Nosotros hemos ido creciendo mucho, hemos hecho convenios para desarrollar capacitaciones. Por ejemplo, nuestro personal se capacita en infectología con la asociación que capacita en materia de postgrado al personal de las clínicas de todo el país. Tenemos procedimientos avalados por gente de infectología de todo el país, nosotros durante la pandemia pudimos desarrollar junto a la provincia los protocolos de salud para los hospitales. En el área hospitalaria trabajamos en forma conjunta con la provincia y luego se extendió a otras industrias, también les pudimos brindar protocolos a todos nuestros clientes también.
Sos parte de la Cámara Minera de San Juan, ¿qué implica esto para vos y para tu empresa?
Soy parte de la Cámara Minera de San Juan, integro la Mesa Joven no siendo tan joven (risas) y también soy presidente de la Cámara de Empresas de Servicios de Limpieza y Fumigación de la provincia de San Juan. Cuando ingresé a la Cámara Minera fue un gusto muy importante, sobre todo por las personas que la integran. Es un espacio donde uno puede plantear problemáticas del sector y te encontrás con gente con muchísima experiencia que hace enriquecedor cualquier tema que se trate sobre la mesa. Participar dentro de la cámara es un gusto porque aprendo muchísimo del sector minero, me falta conocer muchísimo todavía, pero uno a través de estas personas aprende a querer a la actividad minera. La característica que yo destaco de cada persona que integra la Cámara Minera de San Juan es la pasión, son tipos apasionados por lo que hacen, son enamorados de la actividad y eso no es fácil de encontrar.
La empresa que opera en San Juan, Mendoza, La Rioja y San Luis, también brinda servicios integrales en lo que respecta al mantenimiento edilicio, abarcando todo tipo de reparaciones.
A su vez, sos parte de la Mesa Joven de la Cámara Minera ¿cómo ves los nuevos proyectos planteados y cómo ves los nuevos objetivos de la Comisión Directiva?
Hay algo que está bueno aclarar porque no sabemos si la gente lo conoce: la Cámara Minera de San Juan está integrada por proveedores de servicios y las empresas mineras en sí mismas. Y en esta institución bajo la nueva Comisión Directiva y antes también, se genera una sinergia muy interesante. Como proveedor, poder sentarse a la misma mesa con las empresas mineras y dialogar las bases para que la industria minera siga creciendo, siga comunicándose, mejorando, me parece algo muy importante. Está buena la posibilidad de tener un feedback claro para poder tener los mejores resultados para la industria minera, dejando atrás los personalismos y los nombres de las empresas. El espíritu es hacer para la industria minera, y eso es muy importante y destacable.
¿Era más difícil antes cuando ibas a cortar el pasto a la Calle 16 o es más difícil ahora que lideras una empresa que le da trabajo a mucha gente?
No sé si era más fácil o más difícil, en realidad creo que depende mucho de lo que te hace feliz. A mí me hace feliz lo que hago, la diferencia de cortar el pasto en el jardín del primer cliente a la actualidad es que tengo 600 personas que trabajan en la empresa, es decir, son 2.400 personas que directa o indirectamente están viviendo de la empresa. Hoy cada decisión tenes que tomarla pensando en las personas que trabajan con vos, en sus familias, y en nuestro país se hace difícil por la situación macroeconómica en la que estamos. Hay muchos empresarios que han pasado por lo que he contado, pero es la única forma de hacer crecer nuestra provincia y nuestro país, el sector privado es el que trabaja y aporta siempre, mucho más cuando las condiciones económicas ayudan para continuar creciendo.
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