Tercera generación de una compañía familiar fundada en 1960, Franco Pallucchini cuenta el nacimiento y desarrollo de Mapal. El CEO refiere a cómo la capacitación de personas permitió la formación y asentamiento de equipos de trabajo en departamentos como Iglesia y Calingasta.
Buenos días Franco ¿Cómo estás? Bienvenido a Creación Renovable y felicitaciones por lo de ayer, fuiste nombrado como CEO de MAPAL
Bueno muchas gracias, primero gracias por la invitación, es un placer esta acá en tu programa y saludo a toda la audiencia que está escuchando en este momento. Ayer tuvimos un acto en la empresa, un acto muy lindo. Nuestra empresa se fundó en 1960 por mi abuelo y ayer se sumó la tercera generación al frente de Mapal, y eso por un lado me llena de orgullo y también me incentiva a seguir trabajando cada vez más. Hace 12 años que trabajo en la empresa, en diferentes áreas y he aprendido un montón. Estoy contento y seguro de este paso.
Contale a toda la gente que nos está escuchando ¿a qué se dedica MAPAL?
Mapal es una empresa que fundó mi abuelo hace casi 60 años, Julio César Pallucchini, al cual despedimos el año pasado. Empieza en sus orígenes realizando movimiento de suelos, luego un poco de obra vial. Posteriormente se incorpora la parte de civil, con la cual se construyen grandes barrios. La primera incursión en la montaña, es decir vinculado a lo extractivo, fue para la industria del petróleo en Malargüe. Con YPF se hicieron muchas plataformas y apertura de caminos. Hoy prácticamente construimos de todo: puentes, autopistas, barrios, hospitales, estadios, caminos de alta montaña, etc.
La formación es una de las claves de la empresa abocada a la construcción.
¿Cuándo comienza a darse la inserción en la industria minera sanjuanina?
Creo que más que nada entre el 2010 y el 2020, ya que fueron épocas de construcción dentro de la minería. Fue ahí que Mapal construyó el valle de lixiviación de la mina Gualcamayo, ubicada en Jáchal. También realizamos algunos trabajos para Veladero y desde hace 4 años estamos trabajando muy fuerte en la exploración minera, ya que gracias a Dios hay muchos proyectos explorando en nuestra provincia.
¿Hay esperanza de reactivación de la obra pública acá en San Juan?
Hoy estamos atravesando un momento de transición en materia de obra pública. Actualmente el gobierno provincial, a pesar de toda la situación a nivel nacional, ha decidido seguir apostando por la obra pública y se van a reactivar algunas obras en este mes. Esto implicará aumentar la cantidad de personas que venía medio a la baja. Por el lado de la minería estamos trabajando fuertemente en Iglesia y Calingasta por el gran ritmo de exploración que existe en San Juan, y en este momento debemos tener unas 200 personas trabajando.
Más allá de la situación económica que todos conocemos, ¿los cambios de gobierno siempre generan un stand by en la obra pública?
A nivel nacional la construcción está muy complicada; más allá de la situación que todos conocemos a nivel económico, los cambios de gobierno en sí mismos generan este tipo de parates para ver toda la situación. Yo creo que a nivel país en algún momento se va a reactivar, pero en San Juan, como en otras provincias, muchas obras se han hecho por convenio por Nación y ese dinero no está llegando y no se sabe si va a llegar. Hay mucha gente que está sin trabajo actualmente, y creo que durante estos meses va a poder ir reintegrándose en la obra pública de la provincia. Por ahí es preferible que estos arranques sean más tranquilos pero seguros, porque lo peor que puede sucederle a cualquier proyecto, ya sea proyecto de obra pública o proyecto de vida, es comenzar y luego tener que parar totalmente.
En los departamentos mineros hay mucha expectativa por los grandes proyectos mineros, pero esa expectativa por ahí se empieza inflar e inflar y termina afectando un poco el contacto con las comunidades, ¿crees que es así?
Cuando venía para el programa, y luego de ayer que fue la designación como CEO, uno empieza a hacer un repaso por todo lo que ha vivido ¿no? Y pensaba que como empresa hemos sido testigos del desarrollo de las comunidades. Un poco por la longevidad de la empresa también. Venimos trabajando hace más muchos años en los departamentos mineros, y desde que tengo memoria, nunca nos fuimos de estas localidades. Terminábamos alguna obra y seguíamos con otras obras que beneficiaban a la comunidad. Y seguimos ahí todavía, y lo único que te asegura el desarrollo genuino es la continuidad de trabajo, y la continuidad de trabajo en este país es algo que no es fácil.
Muchas veces se presiona a la industria minera por los plazos, pero mucha gente no entiende que los plazos de la minería no son los mismos que los de cualquier otra industria…
Entiendo muchas veces la desesperación de la gente por el tema del empleo, del desarrollo, pero estamos en un momento que no es fácil para la industria. La exploración es cíclica, los trabajos son estacionales, para poder hacer estos trabajos tienes que conseguir fondos que vienen de afuera. A su vez, estamos hablando de hacer todo esto en un país que ya es cíclico y cambiante en sí mismo. Estamos ahora en un cambio de gobierno, un país que trata de acomodarse y una provincia que gracias a Dios está apostando fuertemente a la minería. No me cabe la menor duda de que todos estos grandes proyectos mineros que existen en San Juan van para adelante, con fuerza, con empuje, con muchas ganas y tratando de sortear muchas veces el contexto marco económico.
Volviendo al tema del desarrollo de las comunidades, ¿ustedes tienen personal en los mismos departamentos mineros donde trabajan?
Exactamente, como te decía anteriormente, una vez que nosotros llegamos a Iglesia y Calingasta no nos fuimos nunca más. Y la gente que hemos ido formando e incorporando a la empresa, se han podido sumar en las obras que tenemos en esos departamentos, y si se genera algún bache, intentamos invitarlos a trabajar en obras de la ciudad. Tenemos operadores de nuestra empresa en cada uno de los departamentos mineros y que vienen trabajando con nosotros desde hace años. Esto que comento fue lo que nos permitió durante la pandemia poder continuar con las obras y no paralizarlas. Cuando nadie se podía mover de su casa, solo los esenciales y para salir a su trabajo de cercanía, pudimos continuar con las obras porque tenemos personal que vive y son parte de la comunidad de ese departamento donde desarrollamos las tareas.
¿Y qué obras estaban realizando en ese momento de la pandemia?
Estábamos con grandes obras como el Hospital San Roque en Jáchal, el camino a Agua Negra en Iglesia, la Ruta 12 en Calingasta. Todas estas obras, más allá de que fue una industria esencial, nunca se frenaron, porque cuando se armaron las burbujas, teníamos gente que vivía y trabajaba en estos departamentos. Ese creo que es un claro ejemplo del desarrollo en las comunidades, cuando tocó atravesar la pandemia, pudimos ver esto con mayor claridad. Y esto va más allá de la DIA, de las exigencias, esto va en una filosofía de vida como empresa y como empresario.
Me quedé pensando en lo que decías de la continuidad de los trabajos… a esto seguramente se debe sumar el tema de la formación y las capacitaciones ¿no?
El eje del desarrollo es la continuidad en los trabajos. Eso por ahí los más importante y lo más difícil. Porque muchas veces en este país cuando es el momento y tienes los trabajos, no tienes las herramientas financiaras. O cuando tienes las herramientas financiarías, no es el momento. Muchas veces hablo con las personas de la comunidad y les digo, hay que dar el paso, pero no es fácil para las personas que no tienen los conocimientos y los recursos. Lo peor que puedes hacer es regalar, uno tiene que dar el empujón financiero, o brindar las herramientas para la formación y para la capacitación. Estar preparado es fundamental. Y ojo, esto no es algo solo de Mapal, es una apuesta y un laburo en conjunto con todas las empresas mineras. Trabajar en conjunto y de manera articulada es la única forma de construir. Si esto no es una prioridad de todas las partes, no se genera el aporte genuino y creo que lo estamos haciendo todos en conjunto.
Esto que mencionas es algo de lo que han hecho con Los Azules en Calingasta junto a Solimin, DAMS, Mapal y muchos más…
Si, la verdad hemos hecho cosas muy buenas e interesantes con Los Azules en Calingasta en materia de formación de manejo vial, es más, algunas personas que realizaron esta formación ya están trabajando con nosotros. Incluso nosotros estamos abriendo nuestras propias oficinas en Barreal. Este año también incorporamos una mujer que maneja camiones, la verdad que es increíble. A su vez, en Iglesia con Veladero tenemos un caso que nos súper enorgullece también. En Veladero comenzamos hace tres años haciendo todo el camino y algunas operaciones en mina. Y nos propusimos como objetivo junto a la empresa desde el comienzo, impulsar a proveedores locales. Incorporamos una persona de Iglesia con un equipo, la empresa apoyó y lo acompañó a desarrollarse. Entró con un equipo, ahora tiene dos, ahora este proveedor está incorporando otro equipo más. Cada año tiene más recursos, sobre todo acompañamos en cuestiones de gestión. Esta persona ya tiene su equipo y trabajamos mucho en conjunto. Este es el desarrollo y creemos justamente que es el desarrollo comunitario dentro de la industria minera.
Como persona joven, ¿crees que esta nueva generación viene con ganas y con la intención de hacer mejor la vida de todos los sanjuaninos?
Definitivamente sí Leo. Yo estudié en Córdoba, trabajé y me formé en Buenos Aires también, y es muy lindo hoy encontrarte con gente de tu generación y de generaciones más grandes que te nutren mucho, pero con los de tu generación es más sencillo porque manejas los mismos códigos. Nosotros en minería estamos trabajando con un amigo, Julián Rins, de la empresa SIGMA, y proyecto que hemos ido incorporando lo hemos podido potenciar. Coincidimos ambas empresas en el valor humano y en el valor profesional, eso te genera muy buena sinergia. Lo mismo me pasa con mi amigo Martín Ossa de Caterwest también, nosotros vamos abriendo el camino para que ellos puedan llegar y armar los campamentos. Este es uno de los momentos más lindos, hablar por teléfono y decir, “mañana prepará a la gente porque estamos llegando con el camino.” Es algo que a mí me encanta, es un laburo exigente, pero trabajar en la cordillera es un privilegio.
Contás con solo 38 años, estudiaste afuera, tuviste la posibilidad de viajar, de conocer, de perfeccionarte también afuera. ¿Por qué decidiste volver a San Juan?
Yo me quedé en Córdoba a trabajar después de recibirme, comencé a trabajar en una planta que vendía gas envasado. Luego me fui a Buenos Aires a capacitarme y formarme en materia de desarrollo inmobiliario. Un día me levanté y dije “me vuelvo a San Juan”. Quería volver e interiorizarme sobre la empresa familiar. Todas estas preguntas que llegan de por qué volví, porqué me dediqué a esto, son preguntas que me hice durante muchísimo tiempo. ¿Por qué? Creo que la respuesta le encontré en la visión, en las oportunidades. Formé una familia, me encontré dentro de la compañía, cosa que no es fácil. Una vez que te encontrás vos mismo, es como que te ponés un súper traje. San Juan siempre me enamoró y desde que ingresé hace 12 años me incentivó el tema de tener una visión positiva. Venimos de muchos años malos en este país, en algún momento esto va a cambiar, y hay que estar preparados para cuando esto pase. Entonces elegí San Juan para ser parte de este cambio: si hemos hecho un montón de cosas durante los años malos, imagínate lo que podemos hacer en los años buenos que se vienen. Con todo esto ¿cómo no voy a elegir quedarme en San Juan?
La clave es encontrarse a sí mismo, ¿ese fue tu caso?
Cuando te encontrás a vos mismo y te das cuenta quién sos y a dónde quieres ir, todo lo demás viene de manera automática en cascada. Encontrase a uno mismo, saber qué es lo que querés en la vida, eso es lo más difícil. Creo que este paso lo pude dar hace unos años atrás, creo que me cayó la ficha en el momento justo. Cuando te das cuenta que te encontraste, que encontraste tu lugar, que disfrutas lo que haces, es solo cuestión de tiempo en que te vaya bien y que le vaya mejor a la gente que te rodea.
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