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“Creo que la gente está captando bien todo lo que la minería le puede llegar a dejar”

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En Creación Renovable, el Ing. Raúl Cabanay, compartió su experiencia desde que dejó su Jáchal natal hasta su egreso como Ingeniero de Minas. El Gerente de Caleras San Juan repasó la última visita de la Cámara Minera de San Juan a Jáchal, además de referir a la importancia de disponer de infraestructura para facilitar la logística y los tiempos del transporte de cal y otros productos a Chile. El gran desafío energético de poder contar con gas para los nuevos hornos de Caleras San Juan.

Bienvenido a Creación Renovable Raúl ¿Cómo estás?

Muy bien Leo, la verdad muy bien, un gusto estar aquí.

Quiero arrancar con algo personal… ¿puede ser? Ayer viernes, cuando estuvimos en Jáchal para la reunión de la CMSJ me dijeron “pregúntale a Raúl como hizo para pagarse los estudios”… ¿cómo hiciste Raúl?

No fue fácil, eso seguro (risas). Eran años difíciles allá en Jáchal, mi padre era un oficial albañil que trabajaba para el gobierno de la provincia. Sus recursos eran muy cortos y éramos una familia de 6 hijos. Yo desde niño quería estudiar, no sabía bien qué, pero tenía en claro que quería estudiar. Cuando le dije a mi papá que quería venir a estudiar a la Ciudad de San Juan, me dijo “tomá estos 10 mil pesos de Moneda Nacional, esto es todo lo que te puedo dar”. Perdón, me emociono cuando recuerdo a mi padre.

¿Para qué te alcanzaba en ese momento los 10 mil pesos de moneda nacional?

En ese entonces me alcanzó para alquilar una pieza en una pensión compartida con otro jachallero que compartía los mismos sueños que yo tenía. La pieza nos salía 10 mil pesos, así que pagábamos la mitad cada uno. Con lo que me quedaba pague 3.500 pesos para el comedor universitario, que siempre fue muy barato, y me quedaban 1.500 pesos para cualquier otro tipo de gastos. Los fines de semana volvía a dedo a Jáchal a trabajar de sodero, porque yo era sodero. De esta manera podía sumarle un poquito más a mi magro presupuesto. Los primeros dos años fueron muy duros, de muchas carencias, de estar ajustado siempre. En el tercer año ya, con algún logro académico, me gané una beca de Jefferson Williams, no era mucho, pero yo me sentía millonario (risas). Después empecé a ser ayudante de cátedra, y ahí se me empezó a mejorar un poco la situación. Fue difícil, pero acá estoy. Me acuerdo que yo soñaba con comprarme un Parliament para fumar. Y con el primer sueldo me compré un paquete de Parliament y yo sentía que era millonario (risas).

Ayer contaste la historia de cuando ibas a El Refugio a ver cómo se utilizaba la famosa “onda romana” para la cal en Jáchal

Sí, me acuerdo todavía como si fuera ayer. Yo ya estudiaba Ingeniería en Minas, y me iba a lo que era El Refugio, para ver cómo el único vaqueano que había utilizaba esta onda romana para pegarle a la montaña y generar la caída de la cal. Él me decía, “a aquella piedra le tengo que dar”. Y en el primero o en el segundo intento ya le daba, y bajaba una cantidad de roca impresionante. De un solo saque caían miles de toneladas de caliza. Ya desde ahí me comencé a entusiasmar con la Ingeniería de Minas. El gran miedo mío dentro de la minería fue meterme en una mina subterránea, pero en una práctica pude ingresar y ahí se me pasó el miedo (risas)… por suerte salió todo bien.

Volviendo a lo que pasó en Jáchal ¿Cómo viste y cómo viviste la reunión de la CMSJ que se realizó en este departamento?

Como jachallero hasta me sorprendí un poco la verdad. Los jachalleros somos muy insidiosos en nuestras cosas, somos muy leídos y somos muy de decir las cosas. Pero evidentemente, hay un conformismo general en la gente en relación a la actividad minera. Yo escuché solo palabras de agradecimiento de muchas instituciones que estaban ahí: uniones vecinales, cooperativas, etc. Agradecían la actividad minera. A su vez, las exposiciones de mis compañeros de la Cámara Minera fueron muy precisas, muy concretas. Lo que mostraron sobre el desarrollo sustentable que ha habido en Jáchal desde que comenzó la minería metalífera en el departamento ha sido espectacular y admirable.

¿La comunidad está captando bien todo lo que la minería le dejó y lo que le puede llegar a dejar?

Yo creo que la gente está captando bien todo lo que la minería le puede llegar a dejar en esto del desarrollo sustentable. Ayer en Jáchal repasaban obras que han sido fundamentales, principalmente las referidas al agua, a la cultura, al deporte, a la salud. La gente está captando esto independientemente del trabajo directo e indirecto que genera la minería, de los buenos sueldos que tiene, de la actividad que se desprende de la minería, sino de los nuevos proyectos que van apareciendo. Yo siempre me tomé de un concepto que para mí ha sido un caballito de batalla: “La minería es una locomotora del progreso”. Y de esta locomotora, hay muchos vagoncitos que se prenden, que empiezan a funcionar y que van a generar mayor desarrollo sustentable, que al final es lo que más nos importa.

¿Cuál es la situación general que atraviesa la minería de la cal en San Juan?

La cal no queda exenta de la situación que atraviesa el país. Sabíamos que intentar ordenar la marco economía iba a ser doloroso, y justamente ahora todos los sectores están sintiendo este dolor. El sector de la construcción, que es la que tracciona un montón de otras industrias, lo está sintiendo bastante, no solo en la cantidad de bolsas de cal que consumen para construir. Sino también en el hierro, y sabemos que la industria siderúrgica para producir hierro, necesita también de mucha cal. Acindar estuvo parada poco más de un mes, Ternium tiene anunciado que va a parar un tiempo más.

¿Esto se traduce en un mal primer semestre para la industria de la cal?

Estamos ocupados, más que preocupados; vamos a tener un primer semestre un poco más duro de lo habitual por decirlo de alguna manera, pero no es que estemos parados ni nada parecido. Pero entendemos que el segundo semestre va a ser de recuperación y vamos a terminar el año en los mismos niveles del 2023. Y creo que uno de los sectores que más van a traccionar es la minería chilena ya que están intentando que sus minas produzcan más y sumar algunos proyectos nuevos.

¿Además de la minería chilena, el litio también está demandando mucha cal actualmente?

El litio también demanda mucha cal, pero el litio se demora en sus planes de elevar la producción y de terminar algunos proyectos. El litio también está atado a los vaivenes del mercado, llegó a superar extraordinariamente los US$70.000 por tonelada de carbonato de litio y ahora creo que está en US$17.000 la tonelada. Pero los proyectos de litio que ya están en marcha van a seguir creciendo, van a seguir incrementándose; sumados a los que se están ejecutando, nos da la noción que en el segundo semestre podrían consumir un poco más de cal. El litio del norte y el cobre de Chile, van a traccionar fuertemente a la industria de la cal sanjuanina.

Lo contábamos en el notiminero al principio del programa: una empresa minera de Chile vino San Juan a pedir un camino exclusivo para llevar cal hacia Chile ¿esto es así, nos podes explicar?

Sí, por supuesto. Existe una empresa chilena muy grande, una empresa del grupo Luksic que es dueña de la mina de cobre  Los Pelambres. Esta mina se ubica pegada al proyecto sanjuanino Pachón, en el límite entre Argentina y Chile. Este grupo importa cal y combustibles a su mina, y el trayecto que tiene que hacer actualmente en el caso de la cal, es salir de San Juan, pasar por Mendoza, llegar hasta Santiago más o menos para luego pegar la vuelta. Son aproximadamente 700 kilómetros que tiene que recorrer un camión con cal sanjuanina para llegar a Los Pelambres. Entonces lo que están pidiendo es que el gobierno les permita habilitar ese paso internacional para las mineras, ya que le serviría a Los Pelambres, a Pachón, a Altar, etc. Son caminos mineros consolidados. Yo creo que lo ideal sería ponerse de acuerdo rápidamente, porque esta empresa está ofreciendo mantener el camino, lo arreglan y creo que cubrirían los gastos que le demandarían al estado el tema de aduana, migración, etc.

¿Crees que se puede hacer? ¿Lo ves posible? ¿Qué es lo que va a permitir este nuevo paso binacional?

Lo más importante es que se empiece hacer, algo, pero que se comience. Este nuevo paso binacional le permitirá a la empresa ahorrar costos logísticos. De esos 700 kilómetros que debe hacer un camión con cal sanjuanina para llegar a Los Pelambres, con este camino minero se reduciría en 400 kilómetros aproximadamente. Desde Los Berros, en 300 kilómetros estaríamos en Los Pelambres. Pero lo más importante sería sumar la Ruta Nacional 153, de la cual venimos hablando muchísimo. Sino hacemos la Ruta 153, las cales igual tienen que pasar por Mendoza, lo cual es tortuoso. No tan solo para los camioneros, sino para los mendocinos, por la cantidad de camiones que tienen que pasar por el centro de Mendoza. La Ruta 153 no solo es fundamental para la industria de la cal, sino también para todas las exportaciones sanjuaninas, todas las exportaciones del noroeste argentino e incluso para algunas exportaciones brasileras que están pasando actualmente por el paso Cristo Redentor. Es una alternativa más al Paso de Los Libertadores, un paso que evidentemente está saturado y colapsado. A su vez, se suman beneficios para el turismo también.

¿Cuáles son las novedades para Caleras San Juan en relación a la puesta en marcha del nuevo horno?

Y… esto ya hasta me tiene nervioso porque hemos hablado tantas veces de la inauguración del nuevo horno (risas). Lo pensábamos inaugurar en diciembre, pasó para febrero, luego pasó para más adelante. Hoy estamos en la etapa final del horno 3. Ya están los técnicos de la tecnología Maerz, haciendo un checklist máquina por máquina, válvula por válvula. Están dejando todo controlado previo a la puesta en marcha que será durante los primeros días del mes de mayo. Pensábamos hacer una linda inauguración, pero lo vamos a hacer más adelante. Tenemos muchos frentes abiertos y prefiero dedicarme a la gestión de Caleras San Juan y después vamos a festejar la puesta en marcha de este nuevo horno. Cabe destacar que estos hornos tienen la mayor tecnología del mundo en materia de calcinación de cales.

¿Qué ocurrió con el tema del gas? Es algo en lo que venimos insistiendo hace tiempo, en el gas que se necesita para llevarlo hasta el horno…

Para este horno nuevo tenemos gas, tenemos autorizado el gas, pero de forma “interrumpible”. Esto quiere decir que si Ecogas me dice “no consumas”, yo no puedo consumir, no lo puedo hacer funcionar. Me pone límites digamos, que es un tema que nos cosquillea. Pero para el horno 4, que ya lo hemos empezado, con obra civil y metalmecánica avanzando, no nos autorizan el uso del gas. Estamos gestionándolo con la provincia, es algo que venimos trabajando hace bastante tiempo. Ecogas, que es el que debería hacer la inversión para llevar el gas hasta el horno, ya que es el que nos termina vendiendo el servicio de transporte de gas, no tiene tarifa para realizar esta inversión.

¿Ustedes han hablado de esto con la gente de Ecogas y con gente del actual gobierno provincial?

Estuvimos el año pasado hablando con la gente de Ecogas, también hemos hablado mucho con el gobierno anterior y con el gobierno actual. Hay dos obras que hay que hacer: un gasoducto nuevo que sale desde Retamito hasta la planta de Caleras San Juan y también una ampliación del gasoducto que va de Retamito hasta Cañada Onda. Este último le serviría a la provincia para que a los usuarios de San Juan no les baje el gas. En principio nosotros hablamos y dijimos que los caleros vamos a hacernos cargo de la inversión para la construcción del nuevo gasoducto, que serán unos US$8 millones. Y la provincia haría la ampliación del gasoducto de Retamito a Cañada Onda que serían unos US$5 millones de inversión. En esto estamos trabajando con la provincia para ver qué podemos lograr. Tengo que reunirme con el Ministro de Minería y el de Producción para ver cómo podemos destrabar esta situación antes de fin de año.

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