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“Esta cooperativa es volver a creer en lo que una vez tuvimos, la oportunidad de un trabajo”

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Fabio Ibazeta, Leonardo Díaz y Adrián Martín -referentes de la Cooperativa La Esperanza de Calingasta- ponen en valor el espíritu emprendedor para sortear dificultades: un pequeño grupo de trabajo que, a este momento, proveen las cajas de testigos de perforación para las mineras que operan en el departamento. La apuesta por la economía circular, y el deseo de un Calingasta con obras para las generaciones presentes y futuras.

Bienvenidos a Creación Renovable, Fabio Ibazeta, Leonardo Díaz y Adrián Martín…quienes son parte de la cooperativa La Esperanza en Calingasta, es un gusto que estén en este espacio que genera la Cámara Minera de San Juan ¿cómo están?

Buenos días, la verdad es un gusto enorme estar en este programa, estamos muy contentos de poder charlar un poco sobre lo que hacemos. Que nos permitan ser parte de estos espacios nos gusta mucho, nos permite contar lo que hacemos y eso para nosotros es súper importante. Además, este programa se escucha mucho en Calingasta, de donde nosotros venimos, entonces que nos estén escuchando en nuestro departamento, es más importante aún. (Ibazeta).

Cuéntenle a la gente ¿qué es la Cooperativa La Esperanza?

Esta cooperativa es volver a creer en lo que una vez tuvimos, la oportunidad de un trabajo. Primero está bueno decir que no es fácil explicar lo que es una cooperativa en una nota, o en redes sociales, porque implica muchas cosas. Esta cooperativa nace de un grupo de trabajadores que queda sin empleo luego del cierre de la mina Casposo. Empezamos a armar algo, con dos o tres personas nomas. Arrancamos como una cooperativa de construcción, para hacer adoquines, veredas, etc. Pero a la vez vimos que empezaban a llegar las empresas de exploración y dijimos ¿Y si empezamos a armar las cajas de madera para los testigos? Y hablé con un amigo y la hicimos. Hicimos una, hicimos dos, le llevamos una de las cajas a una empresa minera y empezamos a vender estas cajas. También empezamos a hacer que las mujeres lavaran la ropa para los trabajadores mineros, porque los proyectos estaban cerca. Incluso hacíamos viajes con remís, lo que se conoce como repuesto. (Ibazeta).

Integrantes de la Cooperativa La Esperanza, fabricando las cajas de madera para los testigos que se extraen de la actividad minera exploratoria que se desarrolla en Calingasta.

¿Se empezaron a dedicar más a la carpintería entonces mediante la fabricación de las cajas para testigos?

Exactamente, empezamos a crecer de a poco, empezamos a vender nuestras primeras 50 cajas de madera para testigos. Empezamos a crecer junto a varios compañeros que habían quedado sin empleo, pero que tenían mucha escuela y formación gracias a Casposo. Algunos de nuestros compañeros, al tener experiencia y estar formados, consiguieron trabajo en la minería de Salta y en el sur. Entonces ellos también nos abrieron las puertas diciendo que había unos locos en Calingasta que fabricaban las cajas para testigos. Al principio fue duro porque había que mandar muestras a estas provincias alejadas y no teníamos un peso para hacerlo, pero lo hicimos. Fue una semilla que creció y mandamos nuestro primer equipo con 2.000 cajas, luego empezamos a enviarle cajas a unas empresas que vendían estas cajas y así fuimos creciendo. (Ibazeta).

Me contaban Adrián y Leo antes de empezar la nota de una anécdota en una feria de cooperativas ¿qué fue lo que pasó?

En estas cajas es donde se guardan y conservan los testigos, que son las extracciones de roca que se hacen en las tareas de exploración. Una vez vinimos a una feria de cooperativas y la gente pensaba que eran cajas para guardar recuerdos, pensaban que eran para guardar vino, incluso pensaban que eran para exportar salames (risas).  Mucha gente no sabía de lo que se trataba y nosotros fuimos haciendo escuela y explicándole a la gente para qué se utilizaban. Hoy no tenemos una gran producción de estas cajas, pero vamos creciendo, y tenemos sobre todo mucha esperanza porque hay muchas empresas mineras que están trabajando o explorando actualmente en nuestro departamento. Nosotros le agradecemos mucho a las empresas que nos compran, porque ellos nos permiten crecer, y alentamos a aquellas que no nos conocen, que nos podamos juntar y que le podamos mostrar las cosas que hacemos. (Ibazeta).

¿Cuánta gente trabaja actualmente en la Cooperativa?

Actualmente somos 10 personas que trabajan de manera permanente y se sumaron 5 personas más, entre jóvenes y personas adultas. Pero a estas 15 personas se le suman aquellos a los cuales le compramos la materia prima. Entonces hemos llegado a ser hasta 25 personas trabajando. Pero en lo que más hago hincapié también es la experiencia laboral. Nosotros tenemos muchos chicos jóvenes, que luego cuando quieren ingresar a una empresa o minera muchas veces les piden experiencia laboral. Entonces nuestra cooperativa les permite a estos chicos poder llenar el primer casillero de experiencia laboral en un currículum y eso para nosotros es muy importante. La gente es muy agradecida por estas cosas, porque nosotros no queremos nada de arriba, queremos la oportunidad de trabajar, de generar puestos de trabajos y de poder crecer en lo que hacemos. (Ibazeta).

Economía circular. Es el concepto del cual parte la cooperativa para intentar a futuro tener su propia plantación de árboles y su propio aserradero.

¿Cuál es el sueño de la cooperativa o de ustedes como integrantes de la cooperativa?

Es lo que te decía recién, la posibilidad de generar empleo y oportunidades para todos. Seguimos teniendo el sueño de ser una cooperativa de construcción. Nuestro sueño sería poder construir casas en Calingasta. Tenemos el sueño de sumar más cooperativas, de tener nuestro propio aserradero. Tenemos el sueño de tener nuestra propia plantación de árboles para madera. Estamos muy metidos en esta idea de la economía circular, entonces queremos poder plantar el árbol, cuidar el árbol, cuidar el ambiente, extraer la madera, fabricar las cajas y generar valor, porque lo más importante es el valor que se le puede generar a todo este proceso. Nosotros nos formamos en pandemia y no fue fácil, pero encontramos muchos amigos en el camino que nos fueron ayudando. Y no mucha gente con poder nos ayudó, fue la gente amiga la que creyó en nosotros. Algunos empresarios incluso también nos apoyaron desde el principio, incluso prestándonos la boleta para poder hacerlo, pero a la vez, él nos incentivaba a dejar de usar su boleta para poder formamos. (Ibazeta).

Hace muy poco se realizó la primera reunión de la Cámara Minera abierta al público en Calingasta. Cada calingastino pudo hablar y expresarse. Noté que existe mucha expectativa de parte de la gente en relación a la industria minera ¿crees que es así?

La gente de Calingasta está muy esperanzada, incluso con todo el contexto que vive el país. Hoy con cualquier persona con la que te encuentras te dice que está mal, que todo está mal, y en parte es cierto. Nosotros como emprendedores no queremos creer que todo está mal, no nos gusta ni siquiera decirlo o repetirlo. Sabemos que las cosas no están bien, pero queremos sacar la situación adelante. Nosotros entendemos que las cosas también las cambiamos nosotros, si bien es cierto que necesitamos apoyo y ayuda para poder trabajar, sabemos que la minería es la gran potencia de Calingasta. Si nos apoyamos en la minería, si nos apoyamos en los demás cooperativistas, si nos apoyamos en el gobierno departamental y en el gobierno provincial, vamos a salir adelante y vamos a crecer mucho más. Más allá de la mala situación, hay muchas oportunidades y debemos entender que la gran potencia para Calingasta es la minería. (Ibazeta).

El cooperativismo no solo implica poder generar trabajo, sino también formar a la gente en materia educativa, capacitaciones, ideología, y muchas veces surgen figuras de estas cooperativas que luego tienen una carrear política ¿crees que es así Leonardo?

Yo creo que todo va de la mano. Porque recién hablábamos de la nota de Jairo Rojas diciendo que la gente está volviendo a Calingasta, o está decidiendo quedarse, y eso es genial, pero hay que darle los recursos para que puedan volver o quedarse. Entonces cuando hablamos de trabajo, hablamos de trabajo genuino, y sobre todo para las poblaciones más vulnerables. Hay que recordar que hablamos del interior del interior. En muchos de estos pueblos o localidades el tiempo ha pasado y muchos no han podido adaptarse a los cambios. Hay mucha gente que por la edad o por alguna cuestión médica no va a poder trabajar en la industria minera, entonces hay que brindarles la posibilidad de ser parte de la cadena de valor que genera la minería. Eso es lo que tratamos o intentamos de hacer con la cooperativa, generar esta economía circular. Si alguien quiere trabajar la tierra, brindarle las herramientas para que pueda hacerlo, que pueda empezar a cultivar. Yo hablaba el otro día con un chico de Calingasta y me decía que estaba rabeando porque compró un kilo de tomate a 2 mil pesos. Es ahí donde debemos prestar atención y resolver esas diferencias tan marcadas de estar lejos de los centros más urbanos. Ahí es donde se hace política también, sin ningún tipo de ideología, solo con valores, trabajando codo a codo con las cámaras, con la minería, con el gobierno municipal, etc. (Leonardo Díaz).

¿Qué soñas para Calingasta Adrián luego de todo lo que venimos hablando?

Soñamos todo para Calingasta. Es muy importante contar todo lo que venimos charlando. Y cuando hablamos de sueños, hablamos del sueño de un pibe que fue a la carpa de un vecino a ver qué estaba necesitando y hoy está trabajando fabricando cajas para una empresa minera, o terminó manejando una cooperativa. Si me preguntas a mí el sueño, es que los calingastinos empiecen a pensar como empresarios. La mentalidad empresaria es pensar todo el tiempo cómo se puede mejorar, cómo se puede producir más, vender más, mejorar la vida de las personas que son parte de tu familia, las que trabajan para vos y las personas de la comunidad donde vivís. Si me preguntas a mí que les diría a los jóvenes de calingasta “piensen con ser empresarios, no con tener un sueldo minero”. Trabajar en la minería es genial, tenes seguridad, un buen sueldo, pero también existen miles de oportunidades vinculados a la minería. Necesitas arar la tierra para poder sacar los alimentos, necesitas carpintería, necesitas constructores, abogados, ingenieros, geólogos, etc., la minería permite un abanico muy grande en materia de empleo, y eso hay que poder mostrarlo y desarrollarlo. Nosotros como cooperativa tenemos que ser esa rueda de auxilio para la minería, esa rueda que permite gestionar, generar y brindar las herramientas para seguir creciendo. (Adrián Martín).

¿En tu caso Fabio? ¿Qué es lo que soñas para Calingasta desde el cooperativismo?

Yo creo que lo mejor que nos puede dejar la minería es la capacitación, la formación. Que esto nos ayude a salir adelante a todos, mi sueño es que seamos nosotros mismos los que construyamos una escuela, un playón deportivo, una casa. Porque el día de mañana, cuando estemos más viejos, podemos decir “con la ayuda de estas personas que vinieron a trabajar e invertir en Calingasta” pudimos hacer obras para la gente. Es un mensaje que me quedó patente de mi abuelo, quien luchó y logro gestionar la construcción de un centro de jubilados que todavía se utiliza. Por ahí es muy lindo regalar camisetas, unas pelotas de fútbol y sacarse una foto, pero no es lo que queremos ni lo que necesitamos. Nosotros no estamos para ir a cortar una cinta, nosotros lo que queremos es que queden obras en nuestro departamento que le sirvan a las generaciones que vienen también. Como siempre dice Leo y también como dijo Adrián, queremos ser esa rueda de auxilio para el gobierno, para una empresa minera, para poder trabajar codo a codo. Hay mucha gente que quiere y tienen ganas, les brindemos esas posibilidades. (Ibazeta).

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