Juan Manuel Leaniz, Guía y Rescatista de alta Montaña, comparte su experiencia de brindar asistencia de seguridad en zonas agrestes o zonas de difícil acceso a través de su empresa Sietecimas. También comentó su experiencia como integrante de la brigada de rescate de Veladero, así como su actual alianza con DAMS para el proyecto Los Azules.
Sos escalador, guía de alta montaña, rescatista, fundador de Sietecimas Mountain Service, has sido integrante de la brigada de rescate de Veladero y también de Gualcamayo…. ¿es así?
Buenas tardes Leo, es un placer estar acá en el programa de la Cámara Minera de San Juan; si la verdad que son muchos años dedicados a esto, y en el camino hemos adquirido mucha experiencia en todo lo que se refiere a la montaña.
Me gustaría empezar explicando qué es Siestecimas y a qué se dedica específicamente…
La empresa Sietecimas hoy tiene tres divisiones de actividad, todas relacionadas con la montaña. Una de ellas se dedica específicamente al turismo a través del diseño y venta de expediciones de media y alta montaña. También tenemos capacitaciones y formación de escalada en roca para deportistas aficionados. Nacimos hace 10 años con el objetivo de fomentar el turismo de montaña en San Juan, Mendoza, Bariloche y otros lugares donde me ha tocado trabajar. Pero como el mundo de la montaña es tan grande y amplio, hace unos tres años empezamos a desarrollar actividades “outdoor” para empresas, para equipos de trabajo, para instituciones. Ofrecemos un producto conocido a nivel mundial que se llama “Team Building”. Lo que hace este producto es tomar un grupo o equipo de trabajo y a través de una actividad al aire libre se realiza un coaching para afianzar tareas de liderazgo, de trabajo, etc. Tiene mucho que ver el coaching, yo todavía no soy coach, espero terminar el año que viene este curso, pero trabajo con la consultora Rolar para estas actividades específicamente. Es algo que costó posicionar un poco, pero está comenzando a funcionar muy bien, es algo que se hace mucho y funciona muy bien en el exterior y otras partes del país.
Juan Manuel Leaniz es guía de alta montaña, rescatistas y director-fundador de la empresa Sietecimas.
Pero creo que me mencionaste dos de las tres divisiones, ¿Cuál es la tercera actividad, es la que más se vincula con la industria minera?
Exactamente, la tercera división es Sietecimas Pro, porque hace referencia a los servicios profesionales en industria. Yo arranqué con esto hace mucho tiempo atrás con otro socio que tenía, y hace tres años decidí abrir nuevamente esta división que hoy está teniendo mucha repercusión. Nosotros lo que hacemos específicamente en Sietecimas Pro es brindar asistencia de seguridad en zonas agrestes o zonas de difícil acceso. Por ejemplo, ahora estamos realizando mediciones de pantalla en los Diques Caracoles y Punta Negra. Y al mismo tiempo estamos trabajando en una alianza con DAMS para el proyecto Los Azules, donde estamos realizando el replanteo de la propiedad minera.
Para que la gente pueda entender fácilmente: ustedes van con los topógrafos y los asisten en materia de seguridad en las zonas donde hay que delimitar la propiedad minera, que muchas veces está en lugares muy complicados naturalmente… ¿es así?
Exactamente Leo, todo esto se realiza en alta montaña. Te puede tocar establecer o marcar ese límite a 5.300 metros sobre el nivel del mar en una montaña con pendiente que puede ir de 20 a 70 grados. Entonces siempre respetando los protocolos de seguridad, nosotros definimos y determinamos los lugares de acceso para que la gente de topografía pueda realizar las tareas.
¿Pero imagino que existen sitios a los cuales no se puede acceder por la naturaleza del lugar?
Se puede acceder, pero implicaría por ejemplo escalar en hielo con una pendiente de 70 grados, por ejemplo. Entonces incluso pudiendo hacerlo, existe un riesgo muy amplio y nuestro trabajo es justamente gestionar los riesgos. Para ser más claros, nosotros llevamos a los topógrafos hasta los puntos donde hay que replantear para que desde la estación total (aparato óptico electrónico) se pueda medir ese punto hasta donde nosotros vamos para determinar si está bien o no la delimitación. La tarea en sí es sencilla, pero el tema es que estos puntos son difíciles de alcanzar, y a la topografía del lugar hay que sumarle la situación climática de alta montaña, entonces esta gestión de riesgos es constante y permanente.
¿Cómo arrancaste con esto de la montaña? ¿Desde chico sabías que querías hacer esto?
No, la verdad que no, es una historia re linda que me gusta contar. Mi inspiración fue Paula, mi hermana más grande. Desde los 5 años yo jugaba al básquet; hasta los 17, era jugador de básquet. Llegué a esa edad y me cansé. Mientras ocurría todo eso yo la veía a mi hermana que salía a la montaña con un grupo de la universidad y yo flasheaba con hacer eso. Justamente mi hermana se lesiona los meniscos, deja de ir a la montaña, y yo agarré su mochila con todas sus cosas, medio que las heredé y empecé.
Juan Manuel se hizo cargo junto a su empresa de la seguridad de la publicidad que Mercedes Benz realizó en un dique sanjuanino para demostrar que su nuevo vehículo podía conducirse a 45 grados.
¿Y tenías todo el material necesario para ir a la montaña? Porque por lo que veo son un montón de cosas las que hay que tener en materia de seguridad, ropa, indumentaria, etc.…
No (risas) empezamos con lo que se podía, era todo medio rudimentario en esa época, solo algunos iluminados podían llegar a tener algunas de las cosas que se necesitan para la montaña. En el ‘97 empecé con todo, entonces era muy limitado el acceso a todo lo que se refería a material de escalada. Es más, me acuerdo que mi primera montaña de más de 4 mil metros de altura la subí con mis botitas de básquet y ropa prestada.
Imagino que ahora no lo volverías a hacer de esta manera, luego de conocer más la montaña…
Tal cual, la montaña es lo más hermoso que hay en la vida, pero hay que conocerla y tenerle siempre mucho respeto. Ahí solo a 5.500 metros sobre una pendiente de 50 grados no tienes facilidad para nada, no tienes acceso rápido a la comunicación, a una ambulancia, a nada. Tienes que saber muchas cosas, pero aun sabiendo mucho sobre la montaña hay cosas que no puedes manejar. Nosotros, en la gestión de riesgos, tratamos siempre de anticipar y prevenir, mientras más conocimiento tienes, achicas el abanico de posibilidad de error. La montaña es un ambiente maravilloso pero hostil, nunca estás exento de que te pase algo. Puede entrar un frente frío, un banco de niebla, cambió el viento, y mil factores más.
¿Trabajar en la brigada de rescate de la mina Veladero y también de Gualcamayo te sirvió en cuanto a la formación?
Si, claro que sí, fueron mis comienzos en lo que se refiere a formación profesional. Tuve una experiencia que me marcó a fuego que fue la búsqueda de Guillermo Peralta en el 2001, un caso muy resonante. Luego de participar de esta búsqueda siendo yo un chico de 21 años, y luego cuando lo encontraron y todo fue como que dije “esta es mi vida, esto quiero hacer en mi vida”. El tema es que me quería dedicar a algo que prácticamente no existía en San Juan ni en Argentina. En el 2006 entro a la brigada de rescate de Veladero, donde comencé a formarme como rescatista obviamente. Estuve dos años trabajando ahí, renuncié para seguir capacitándome en España y otras partes del exterior y luego volví para formar con un socio esta pequeña empresa que buscaba capacitar grupos de rescate. Fue aquí donde también aparece la mina Gualcamayo, ya vinculada a esta empresa que se dedicaba a la formación. A su vez, con mi socio de ese momento y otros miembros más, armamos la Sub Comisión de Búsqueda y Rescate del Club Andino Mercedario, algo que funciona de manera voluntaria porque tiene una finalidad filantrópica, hemos tenido ayuda del gobierno etc., pero básicamente la capacidad de respuesta ante una emergencia es nuestra con los recursos físicos, materiales, etc. Hoy incluso existe una coordinación con GERAS.
¿Cómo se pasa de ser un chico de 21 años al que le gusta ir a la montaña con las zapatillas de básquet que tenía, a ser parte de la búsqueda de una persona perdida en alta montaña, a ser ahora proveedor de servicios mineros? ¿Cómo te va cambiando la cabeza?
La verdad la cabeza te va cambiando mucho, no tengo la ruta trazada sobre cómo fueron ocurriendo todas las cosas. Sí me hizo un quiebre la cabeza cuando estuve en España, se me vencía la visa y era quedarme de ilegal y arriesgarme a muchas cosas. Pero bueno, con 27 años decidí volver a San Juan para armar algo con lo que a mí me apasionaba, hacer y construir un medio de vida, digamos, vivir de eso, cosa que no es fácil en Argentina, porque ser emprendedor en nuestro país es duro, de momento que tienes que ir acomodándote todo el tiempo a diferentes cosas. Nuestro país es difícil para emprender, y tenes que estar despierto todo el tiempo y tienes que acomodarte a las variaciones.
¿Es decir que no solo tuviste que decidir dedicarte a esto, sino que fue un poco también crear tu espacio de trabajo que quizás antes no se veía de forma tan profesional?
Exactamente, no quiero equivocarme, pero prácticamente fuimos la primera empresa en Argentina, en San Juan y el área de Cuyo seguro, que comenzamos a brindar capacitaciones para tareas de rescate para las compañías. Hoy, incluso todavía, no está claro qué es lo que se necesita desde las empresas, por ahí te dicen llamemos montañistas, otros dicen llamemos guías de montaña, otros, llamemos a un escalador. Esto nos pasó cuando nos llamó Mercedes Benz para hacer la publicidad de uno de sus vehículos a 45 grados en el paredón del dique. Lo que yo intento hacer es organizar para poder identificar qué es lo que necesita la empresa para poder brindárselo, definiendo formas de trabajo, generas la experiencia. Por ejemplo, lo que nosotros estamos haciendo ahora con DAMS para Los Azules, lo hicimos hace un tiempo atrás para Filo del Sol, también para Mina Fierro, y otra más que ahora no me acuerdo. Por ahí se busca el mismo perfil para las tareas, pero en realidad las cosas son diferentes por la forma, por la condición topográfica, por el personal que necesitas, etc.
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