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Vinos y turismo, dos eslabones de la minería

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Con la minería como cimiento nació el vino y después vendrá el turismo. Hace siete años atrás, la empresa Fluorita Córdoba SRL, de capitales nacionales, tuvo la idea de darle valor agregado a las escombreras, es decir al material estéril básicamente conformado por granito, que rodea las vetas de fluorita. Fue entonces que encaró un proyecto similar a lo que hacían los Incas en Los Andes.

Lo que hizo fue construir terroirs artificiales, aterrazando esas laderas escarpadas mediante el uso de las escombreras. Claro que con estudios topográficos e hidrológicos previos para encontrar los sitios adecuados, de forma de generar superficies aptas para el cultivo.

“Nuestro yacimiento Cerros Negros está en un valle estrecho entre montañas escarpadas, no apto para ningún tipo de cultivo en forma natural, siendo la cobertura natural pajonales bajos en terrenos con mucha pendiente. La altitud sobre los 1200 metros, el ambiente fitosanitario excepcional y la alta insolación nos sugirió condiciones ambientales óptimas para la vid, que además puede desarrollarse en terrenos con baja carga de materia orgánica. La disposición granulométrica de las escombreras y la tierra fue estudiada para facilitar el drenaje debido al régimen pluvial que es abundante para este cultivo”, precisa Juan Manuel Martínez, gerente Comercial de Fluorita Córdoba, única empresa en el país dedicada al procesamiento de este mineral, lo cual realiza desde hace más de 50 años.

“Vemos este proyecto no solo como una forma innovadora de remediación, sino como la posibilidad de generar riqueza y desarrollo en un terreno inhóspito antes de nuestra llegada y demostrar que la minería, lejos de representar ‘destrucción’ como se intenta inculcar en el ideario popular es en realidad fuente de desarrollo, progreso y en este caso también de vida”, indica Martínez.

El ejecutivo señala que no es una tarea de remediación propiamente dicha que responda a un plan de cierre porque aún están en producción. Tampoco le gusta llamarle remediación “que implica la connotación negativa de estar arreglando algo roto, sino por el contrario estamos agregando valor económico, turístico y social a un terreno que de por si era improductivo. La actividad minera permite en este caso que la zona sea más valiosa que en su estado natural. Se trata de una puesta en valor paisajística, turística y social”. La intención es poder incluir este proyecto en circuitos turísticos de la provincia.

Según Martínez, la actividad vitivinícola que están encarando es considerada como un complemento y una sinergia de la actividad minera, ya que aprovecha material que ésta desecha y se beneficia de su maquinaria y mano de obra. El crecimiento de la superficie plantada es dependiente de los avances de la actividad minera.

“En la actualidad el proyecto vitivinícola cuenta con aproximadamente 2 hectáreas de vides de entre 4 y 1 años de antigüedad mayoritariamente de variedad Malbec. Aunque en un inicio se experimentó también con Tannat, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonay y Sauvignon Blanc. Las Malbec son las que mejor se han expresado y se decidió profundizar en esa variedad”, indica.

La primera vendimia de 2018 con plantas de 3 años produjo 800 botellas de “Alma Minera” (marca del vino) que no fueron comercializadas sino utilizadas para dar a conocer el emprendimiento. En el espíritu de lograr un producto auténticamente minero todo el proceso, desde la recolección hasta la vinificación, el almacenado y embotellado es realizado en instalaciones construidas en el mismo establecimiento minero, las cuales están inscriptas en el Instituto Nacional de Vitivinicultura según las normas del sector. Con la vendimia de este año esperan producir unas 3000 botellas que seguramente entrarán al circuito comercial.

“El proyecto contempla continuar incrementando la superficie sembrada a medida que la actividad minera provea el material necesario, ya que no puede ser entendida una actividad desconectada de la otra. Aspiramos a un mínimo de 6 hectáreas para alcanzar lo que a nuestro entender hace una unidad económica sustentable de unas 30.000 botellas anuales”, señala Martínez.

Más sobre la empresa

Sus centros de explotación de mineral son el grupo minero Cerros Negros, y la cantera La Maga. Ambas producen minerales estratégicos en la producción de acero, electrodos y cemento, tanto para el mercado local como internacional.  La dotación de personal es de 50 empleados directos, el 90% de los pueblos circundantes fundamentalmente Rio de los Sauces y Berrotaran.  La empresa está trabajando actualmente al 50% de su capacidad debido a la coyuntura nacional e internacional: bajo precio de las comodities e incursiones chinas, como principales factores.

 

En el año 2014, recibió el premio a la ecoeficiencia de la provincia de Córdoba por el rediseño del circuito de agua que permitió reutilizar el 80% del efluente líquido y disminuir considerablemente el consumo.

“Actualmente nos encontramos reprocesando antiguos scraps de producción, minimizando el uso de reservas minerales y en medio de un proyecto de sustitución energética por células fotovoltaicas que nos permitirá reducir significativamente el consumo de combustibles fósiles”, concluye el gerente.

 

 

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