Creando valor compartidoNoticiasSan Juan

“La mejor economía que podemos generar en cualquier lugar es el valor social, que no es el dinero”

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En un mano a mano con Mario Hernández en Creación Renovable, el presidente de la Cámara Minera de San Juan expresó la importancia de la interacción entre minería y deporte, a la vez de resaltar el cambio en la perspectiva social de la minería respecto a épocas pasadas. Asimismo, remarcó que el valor social es lo más importante que la minería puede demostrar.

En un contexto donde comienza ha comenzado el Mundial de Fútbol, y donde finalizó el Mundial de Hockey aquí en San Juan, ¿qué significa el deporte para la actividad minera?

Sin duda el deporte es una de las actividades que más apoyamos desde la actividad minera en general. De hecho, en la época que Yamana estaba a cargo de Gualcamayo, el aporte al Jáchal Basquetbol Club fue muy fuerte, con un objetivo definido, el de estimular las divisiones inferiores para que el equipo de Jáchal estuviera compuesto por el 100% de jugadores del departamento. Esto finalmente no se cumplió, lamentablemente, porque la idea era generar valor social a través del deporte y el equipo fuera con un plantel totalmente jachallero, independientemente de los resultados. Luego ingresó el profesionalismo y ocurrieron las cosas que siempre pasan.

¿Crees que no se entendió la idea o no se respetó el concepto?

Exacto, creo que no se comprendió el concepto porque que a la minería se le estaba pidiendo contratar solo proveedores locales, que su plantilla esté integrado por trabajadores locales y la intención fue traducir eso para los equipos de fútbol y de básquet. Esa era la meta o el espíritu del apoyo, y cuando observamos que eso no empezó a pasar, comenzamos a brindar mayor apoyo a las divisiones inferiores. En un momento el Jáchal Club tenía más de 200 chicos jugando en las categorías menores. Porque el sueño de todo jugador, y me pasó a mí jugando al fútbol, es llegar a primera joven, sino te tenías que ir del departamento en su momento.

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¿También existió un apoyo muy grande de la minería para el desarrollo del rugby?

Tal cual, recordemos que la primera academia de Nueva Zelanda que llegó a Jáchal, el cual fue extensivo para todo San Juan, fue a través de un programa que todavía se mantiene. Es una academia entre la Federación Argentina de Rugby y la de Nueva Zelanda apoyada por los All Blacks; en una alianza estratégica para la divulgación del deporte. A esto lo llevamos a Jáchal, a Puerto Deseado y a Andalgalá. Cuando sucedió la primera vez en Jáchal recuerdo que viajó muchísima gente de la Ciudad de San Juan a este evento internacional de enseñanza.

El ex jugador de los All Blacks, Chris Jack, desarrollando una de las clínicas de rugby basada en los valores del deporte.

¿Tuviste la posibilidad de compartir con los ex jugadores de los All Blacks?

Sí, nos encontramos con los ex jugadores de los All Blacks, y desde el punto de vista humano son seres excepcionales. Yo me quedo con dos de ellos con los que personalmente pude pasar más tiempo que son Chris Jack y Piri Weepu, dos íconos del rugby mundial porque integraron el “dream team” de Nueva Zelanda, era un equipo al que nadie le podía ganar. De esa experiencia tengo anécdotas muy lindas como ir con ellos al orfanato y a la cárcel. Y a partir de esa historia se crearon equipos de rugby en las cárceles, que en el seguimiento que se hizo se empezó a descubrir el desarrollo de valores humanos muy importantes. Lo que se tradujo en bajas tasas de reincidencia y el desarrollo de una gran revalorización social a través del deporte.

Recuerdo también charlas del Mago Capria, el ex jugador de fútbol también…

Si, en el fútbol hicimos lo nuestro también. Las charlas del Mago Capria eran impresionantes porque no solo se hablaba de fútbol, se hablaba de conducta, de valores, de tener valores humanos en el deporte: compromiso, responsabilidad, puntualidad, sacrificio, vocación, etc. Y que lo cuenten los grandes de una manera personal es muy lindo. Nos pasó con Valencia hace poco, un campeón del ´78. Él nos decía que esto que parece ser el “sueño del pibe” fue durante mucho tiempo “el sufrimiento del pibe”, porque se llega a ser número uno con sacrificio y poniéndole el pecho a muchas cosas. Ahí descubrimos valores humanos muy importantes. Vale recordar que también pudimos llevar jugadores de nivel de NBA para dar charlas y clínicas. Hemos tenido una gran interacción en el deporte a través de la planificación social de la minería. Luego vino la pandemia y nos privó un poco de todo eso, y ahora estamos empezando a recuperar todo lo que veníamos haciendo y ahora se está volviendo a apoyar no solo el deporte, sino también la música, la pintura y la cultura. Siempre hemos tenido una agenda muy completa.

Rubén “Mago” Capria en una de sus clínicas

¿Y el apoyo cultural cómo se realiza, qué se toma en consideración?

Hace poco tiempo estábamos en el lanzamiento que tiene mucho de cultural, donde presentábamos de qué manera podíamos interactuar para mejorar la comercialización de los artesanos que trabajan con lana de vicuña. Hoy, este tipo de lana está súper valorada en el mercado internacional por su calidad, por la huella verde con la cual se genera, por el fuerte cuidado de las especies, etc.

Como detalle agrego que la esquila de lana de vicuña se realiza en presencia de las autoridades provinciales en cada caso, y se hace un control junto con un rito muy lindo. Esto se traduce en prendas de altísima calidad que están en el mercado internacional con un sello de calidad. Hay mucha gente que trabaja en eso, la pregunta es ¿dónde está esa gente? Les cuento que la vicuña es un especie de altura, de zona fría, no es lana de oveja, que también tiene su historia, y sobre la cual hemos trabajado mucho también. Hay una gran agenda productiva dentro de nuestro plan de desarrollo social que tal vez no hemos contado mucho porque la agenda minera está traccionada por otros temas de interés, pero hay una agenda humana muy grande e importante, porque detrás de toda esta industria hay seres humanos con muchos valores que la llevan a cabo.

La lana de vicuña se traduce en prendas de alta calidad internacional reconocidas por su “huella verde”.

Eso tratamos de resaltar en este programa, detrás de la industria hay seres humanos, personas que trabajan, que se esfuerza, que crecen y prosperan con la actividad.

Exactamente, para dar un pequeño ejemplo, cuando estoy en Catamarca siempre me hospedo en un lugar que es de una proveedora minera que fue una de las primeras mujeres en operar maquinaria de gran tonelaje, más precisamente los camiones de Alumbrera, que produjo desde 1997 a 2018. Que luego pasó el tiempo y ahora se reconoce, se valoriza y es justo hacerlo. Existe un registro de mucho tiempo atrás en relación a incorporación de la mujer a la minería más allá de la gran incorporación actual y el enorme rol más visible de la mujer en la minería actual. Nosotros en Cerro Moro tenemos a Cristina Soto, una operadora de perforación de interior de mina que trabaja en minería subterránea. Ella ama esta profesión y es como un ícono en Puerto Deseado, porque debe ser una de las mujeres con mayor conocimiento en operación de equipos subterráneos. Esto indica que existe una gran historia de la mujer en el registro minero pasado, actual y evidentemente esto va a ir creciendo de cara al futuro, porque la mano de obra femenina va a seguir creciendo. Porque la tecnología, los campamentos, los equipos y toda la industria se ha ido volviendo mucho más inclusiva. No fue necesario sancionar leyes ni nada, la tecnología ha ido generando esta inclusión porque ya no es necesaria la fuerza masculina para levantar una barra de perforación.

Cristina Soto, la operaria que hoy posee un Hotel y se convirtió en proveedora minera.

Desde que comenzamos la entrevista hemos hablado del apoyo de la minería hacia el deporte, hacia la cultura, el arte, la incorporación de la mujer, etc. ¿crees que hay mucha gente que no conoce esta agenda de la industria minera?

Sí, seguramente, y guarda, hacemos la autocrítica porque siempre representamos a la minería con una gran máquina, un gran camión, con un gran open pit, cosa con la que estoy en desacuerdo. Yo siempre digo pongamos a la gente en la imagen. No digo no poner la máquina que se utiliza para trabajar en minería, digo poner alrededor de esta máquina la gente que la opera, las personas que la arreglan, los que hacen el mantenimiento etc. me gusta siempre poner el acento humano, porque la minería no se puede hacer sin trabajadoras y trabajadores. Y estos seres humanos siempre tienen una rica historia para contar. Este es el espíritu de la nueva imagen que queremos darle a la minería a través de la Cámara y a través de las empresas. También mostrar la evolución de los trabajadores, este ejemplo de la trabajadora de Alumbrera es un gran ejemplo de obtención de recursos y de sostenibilidad. Cuando la mina cerró, ella ya tenía sus cabañas, su pequeño hotel, su pequeño negocio en su casa, y ahora trabaja de eso y es proveedora minera porque nos da hospedaje. Y también puedo ver en ella como el estándar minero se incorporó en su negocio. Esto de preparar el desayuno como se hace en la mina, de los detalles de dejar las toallas con formas, el caramelo con la botella de agua, son pequeñas caricias que existen en los campamentos mineros, que son hoteles en realidad. Ella ha traído ese estándar a su negocio, y esos detalles hacen que uno tenga preferencia por hospedarse en su lugar.

Todo esto que estás contando hace entender que la minería que se hace actualmente no es la misma que se hacía 10 o 20 años atrás ¿crees que esto es así?

La minería en forma general ha ido cambiando la perspectiva social, no es la misma minería que se hacía en el 90, o en el 2000. Existe una gran cantidad de herramientas de estímulos y también los mismos proveedores han ido entendiendo. Nosotros explicamos siempre que la etapa de exploración es también una etapa de exploración social y de desarrollo social, y que hay que empezar de alguna manera para que ese crecimiento sea gradual y cuando la mina empiece a producir, ya estar mejor preparado. En cada comunidad existen muchas historias de personas que asumieron el desafío de vivir en un sitio donde la minería es un factor más de desarrollo. Como ocurre en Calingasta, un lugar donde evidentemente la minería tiene muchísimo futuro que debe estar acompañado por el turismo y sobre todo por la educación.

En muchas entrevistas remarcas la educación como un factor fundamental dentro del desarrollo social que impulsa la minería ¿qué tan importante es la educación en la ecuación minera de los departamentos?

La educación es la base de todo, es lo más importante dentro del camino social. Y en esto tenemos la misma visión con el intendente de Calingasta, coincidimos en que este departamento no debe ser el lugar del desarrollo por el desarrollo en sí, sino que debe ser el lugar donde la educación debe ser el disparador para el desarrollo. Esta no es una visión que sea tan frecuente. Apuntar a la educación es fundamental, por eso el programa educativo de la Cámara Minera de San Juan con el apoyo de las empresas que operan en Calingasta. Esto ha sido un buen motor de la educación, esto marca que cuando los proyectos marchen ya habrá una masa crítica de personas capacitadas para trabajar en la futura mina. Yo siempre digo que tenemos que ponerle todas las fichas al sistema educativo. Lo que tienen que generar los emprendimientos mineros es que Jáchal, Iglesia y Calingasta tengan su propio sistema educativo para afianzar el desarrollo hacia el futuro, para los próximos 50 años. Esta visión no hay que perderla, porque la educación es la única forma para la inserción de la mano de obra local en los proyectos mineros. Tiene que ser nuestro norte, nuestra luz en el camino. Y esta visión tiene que ser compartida con el municipio, con las empresas y con la provincia. La comunidad lo está pidiendo. La educación es lo que va a generar el mayor capital social, que termina siendo capital económico para el gobierno. Un empleado que gana mucho dinero termina tributando mayor dinero al Estado; es un círculo virtuoso que hay que sostener y alimentar con una fuerte visión de futuro.

Parte de la educación es conocimiento y otra parte son los valores, dos factores de los cuales venimos hablando desde el comienzo de la charla. Dos factores que la minería viene apoyando desde hace años.

Yo sé que muchos de los oyentes online están esperando que de cifras, datos, proyecciones, cantidad de inversiones en San Juan, la comparación con otras provincias, etc. Pero el valor social es lo más importante que podemos mostrar, eso yo lo voy a defender siempre. No porque no haya un geólogo economista metido en este cuerpo, sino porque la mejor economía que podemos generar en cualquier lugar es el valor social, que no es el dinero, es lo que generalmente llamamos lo intangible. No es cuántos autos se van a poder comprar, sino de qué manera nosotros vamos a poder generar valor para que la gente viva mejor, tenga un buen trabajo, que ese trabajo vaya calificándose cada vez más, porque de esa familia son los futuros contadores, geólogos, abogados, médicos, etc. Me parece que no es un tema menor, y de alguna manera la sostenibilidad económica nace de la sostenibilidad social, en un camino que termina siendo el camino de crecimiento de todo el país.

La articulación entre la CMSJ, la UNSJ, empresas mineras y el Municipio de Calingasta permitieron el dictado de 11 carreras en el departamento Calingasta.

¿Qué es lo que te ha enseñado la minería en todos estos años frente a las críticas y a los que se oponen a la actividad?

Si hay algo que me enseñó la minería es a valorizar cada vez más, valorizar mucho lo positivo. Creo que en este sentido podemos sentir que si hay gente que no quiere ser parte de la minería, lo entiendo y lo respeto. Pero el respeto y los valores son algo que no debe perderse nunca, por más que me agredan, intento todo el tiempo agradecer las cosas positivas y no responder a las agresiones o insultos. A mí me gusta aplicar la frase “nunca niveles para abajo, nivela siempre para arriba”, puede sonar filosófico, pero es así, sino vamos a terminar en una guerra de todos contra todos. En el fondo no es solo poner la otra mejilla, sino nivelar para arriba y pensar que lo que debemos hacer es crecer desde lo positivo porque el rencor y el odio no conducen a nada. Si estamos aquí es porque compartimos esa visión positiva de que podemos hacer las cosas bien y mejor, que podemos aplicar la mejor tecnología, que podemos aplicar los mejores valores humanos, que podemos aplicar los mejores valores de seguridad, de salud y que seguimos certificándolos como venimos haciendo. Esto es lo fantástico que tienen las visitas a las minas, las personas se asombran de que la gente viva ahí con tantas comodidades, con tanta seguridad, se sorprenden sobre cómo se utiliza el agua, etc. Son miles de detalles que la gente puede convivir horas aunque sea en la mina porque uno experimenta la rutina de la mina que te cambia la perspectiva.

En esto de agradecer ¿crees que hay una falta de reconocimiento o agradecimiento si se quiere para con la industria minera y todo lo que genera?

Una de las palabras que uso mucho es el reconocimiento. Y hay que empezar a reconocer, empezar a entender que fui, vi y pensaba otra cosa, y me encontré con que las cosas eran totalmente diferentes. El reconocimiento en efectos sociales es una cualidad, verdaderamente es una cualidad. Hace poco tiempo estuve en una reunión en un salón construido por la empresa minera donde la gente me decía que la compañía nunca había ido por ahí. Entonces tuve que hacer la pregunta “¿Quién construyó este salón?” “La empresa minera” me dijeron, entonces les comenté que sí habían estado por allí. Les consulté: “¿Por qué no se reconoce que la empresa minera construyó el salón con fondos provenientes de la minería?” “¿Por qué cuesta tanto reconocer o dar las gracias?” Podemos pensar distinto pero, ¿por qué no podemos dar las gracias? Por ejemplo en Gualcamayo, una mina mediana ubicada en Jáchal que tampoco fue muy rentable para los accionistas, pero que sí dejó muchas cosas, las obras que dejó el Fondo Fiduciario de Gualcamayo, que continúa su financiamiento. De este fondo podemos mencionar la Planta de Residuos Sólidos Urbanos de Jáchal, la primera de San Juan, el sistema cloacal y red de agua nueva, el estadio Papa Francisco y muchas otras más. Me parece que alguien puede decir “gracias” por esto, gracias por hacer de mi lugar un lugar mejor, podes pensar diferente, pero sí agradecer. Muchas de esas obras se hicieron con los fondos fiduciarios de Gualcamayo y Pascua Lama. Decir gracias es parte de nuestra calidad humana, hay que ser agradecido de las cosas buenas, aunque soy el primero en criticar cuando las cosas se hacen mal.

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