Cecilia Fuentes, Profesora de Historia de Los Berros, junto a Sasha Azcurra, Gonzalo Vargas y Loana Flores, estudiantes del sexto año de la Escuela secundaria de Los Berros, recrearon el calzado utilizado en aquella época. Un proyecto que involucró a padres y abuelos, en la búsqueda de información para entender la evolución del sector calero de Los Berros a lo largo de las décadas. El testimonio de la profesora y sus alumnos en Creación Renovable, el programa radial de la Cámara Minera de San Juan.
Bienvenidos a Creación Renovable Cecilia, Sasha, Gonzalo y Loana, gracias por estar acá. ¿De qué se trata esta recreación del calzado minero que realizaron en el marco de la clase de historia?
Recibimos la invitación de Edith Flores y su hija Lucía Valero para participar del cortometraje Mujeres Caleras que se realizó en Los Berros. Nos hicieron la propuesta de recrear el calzado minero que se utilizaba en la década del ‘50 aproximadamente en el pueblo calero. Nos enviaron fotos y plantearon la inquietud, e inmediatamente los chicos comenzaron a hacer el reconto en la memoria colectiva del pueblo de Los Berros para averiguar cómo se fabricaba este calzado. Entonces, como nosotros tenemos las materias de Historia y Construcción Ética y Ciudadana, decidimos recrear el calzado de seguridad para poder entender el avance y el cambio que hubo en la industria minera en materia de seguridad en el calzado. Fue una actividad muy linda porque participó toda la comunidad, tuvimos papás y abuelos que vinieron a la escuela a contarnos cómo se fabricaba este calzado y los materiales que utilizaban, realmente fue muy enriquecedor para todos, sobre todo para los chicos.
¡¡Esuchá la nota completa con los chicos aquí!!
¿Cómo hicieron para recrear este calzado minero? ¿A quiénes les preguntaron?
Yo empecé a preguntarle a la gente mayor del pueblo cómo fabricaban y qué materiales usaban para hacer este calzado de seguridad que iba por debajo o atado a las alpargatas. Me empezaron contar dónde trabajaban, la forma en que se utilizaba el calzado, de dónde sacaban el material para hacerlos y muchísimas cosas más. Ahí me fui informando poco a poco hasta que logré fabricar uno. La que hice tiene una base de goma de auto, en ese entonces no había autos sino solo camiones en Los Berros, entonces las originales se hacían con las gomas viejas de camiones. No tenían alambres las gomas como tienen ahora, era un poco más fácil hacerlas, yo tuve que usar una amoladora y agujereadoras para poder fabricarlas. Luego utilicé otros pedazos de cuero de vaca para fabricar los “cordones para atarlos”. (Gonzalo Vargas).
¿Y por qué tenían esta forma? ¿Era más que nada una cuestión de evitar quemarse imagino?
Sí, en realidad también se utilizaba la goma de los autos y también se usaba el cuero de vaca. Antes no había zapatos de seguridad como existen ahora. Actualmente hay zapatos específicos para cada actividad, incluso para diferentes partes de la misma industria. Este tipo de calzado iba por debajo de las alpargatas y se lo ataban al pie. Pero no solo se usaba en los pies, también se utilizaba para las manos, para no quemarse, para no pincharse con las espinas cuando se iba al monte a cortar leña para poder encender y mantener caliente los hornos para calcinar la piedra. (Sasha Azcurra).
Los alumnos de la Escuela Secundaria de Los Berros en el programa Creación Renovable junto a su profesora de historia, repasaron el proyecto de replicar el calzado que se utlizaba en la minería de la cal en la década del 50.
Es hermosa la expresión “para ir al monte”, Pochy Mercado que es una de las mujeres caleras que aparece en el documental me comentó alguna vez lo que significaba…
Si, exactamente, Pochy Mercado es vecina de Sasha y Loana, por eso te digo que estas experiencias son tan buenas para los chicos, porque ellos viven ahí en el pueblo, es como que la historia es parte de su vida diaria. Ir al monte no era solamente ir a cortar leña y volver. Era toda una cruzada que había que hacer, muchas veces en carretas para traer leña. Eran campañas de una semana, diez o quince días que los hombres iban al monte a buscar leña para calentar los hornos, imaginemos que esos hornos una vez que empezaban a calentar no se podían apagar durante una semana aproximadamente. Entonces hay historias muy lindas e interesantes vinculadas a estos viajes al monte para buscar la leña, y si se iba terminando, había que volver inmediatamente a buscar más porque no se podía detener en estos hornos viejos la calcinación de la roca. Este calzado se utilizaba mucho para ir al monte para no lastimarse las manos, para descargar la leña, y para sacar la piedra de los hornos cuando ya estaba lista (Cecilia Fuentes).
¿Qué sintieron ustedes chicos al ver o recrear la forma en que se trabajaba antes en la industria de la cal ahí en Los Berros?
La experiencia fue muy buena, pero también te pone a pensar la forma en la que se trabajaba y el enorme esfuerzo que ellos realizaban para poder mantener la actividad y sostener el pueblo. Eran tareas muy duras y por ahí se lastimaban mucho, por eso es bueno ver que ahora se trabaja de otra manera, es otro mundo, con medidas de seguridad, con higiene laboral y muchísimas cosas más. Nos contaban que para las manos usaban la suela de la alpargatas para crear sus propios guantes para poder tocar la piedra tan caliente, y además también se apoyaban con este calzado que recreamos con la profe. También nos contaban que había diferentes etapas de la quema, y que todo comenzaba yendo al monte a cortar leña, con calor, con lluvia, con viento y con todo lo que implicaba eso de estar una semana durmiendo allá cortando leña todo el tiempo. (Loana Flores).
Los alumnos que representaron a todos sus compañeros del sexto año pudieron mostrar su trabajo al presidente de la Cámara Minera de San Juan y compartir una charla sobre las oportunidades que brinda la industria minera.
Es como que en un mismo paseo se puede recorrer la historia completa de los hornos caleros en Los Berros…
Exactamente Leo. Hoy la industria cambió un 100%, es un calzado de seguridad, la ropa de seguridad, los elementos de seguridad que se utiliza. Los Berros tiene mucho patrimonio en relación a los hornos que se utilizaban antes para calcinar. Es más, el otro día en una clase fuimos a ver uno de estos hornos que se alimentaba a leña con el que se fabricaba la cal antes de la década del ‘50. Es muy bueno poder estar ahí en Los Berros porque vimos este horno viejo en desuso, luego pasamos por los hornos criollos que ya se hacían en los huecos de las montañas con los que hubo un salto productivo y de seguridad, hasta llegar a los hornos modernos que también están en el pueblo y que se pueden visitar. El papá de Gonzalo nos explicaba cuando visitamos este horno en desuso que no podía apagarse por nada en el mundo, era como un calefón a leña que no podía quedarse sin la madera para la quema. (Cecilia Fuentes).
Imagino lo lindo que debe ser ir con tu papá a ver uno de estos hornos y que te explique cómo se trabajaba y las cosas que pasaban en ese momento.
Sí, la verdad está muy bueno eso. Incluso cuando fuimos a ver este horno viejo, todos nosotros estábamos filmando y sacando fotos con nuestros celulares. Entonces mi papá dijo que la gente que trabajaba en estos hornos no podría haber utilizado los celulares porque tenía las manos llenas, pero llenas, de callos. También contaba que había hecho un horno criollo a mano y que tardó tres meses en hacerlo, mientras que ahora hacer un horno de este estilo con maquinaria puede demorar 45 días. (Gonzalo Vargas).
¿Y todo esto que vienen haciendo lo van a presentar en alguna muestra?
Si claro, vamos a mostrar todo lo que hemos estado haciendo en una muestra de fin de año que está prevista para noviembre. Es un gran trabajo el que hemos hecho para mostrar el esfuerzo que se hacía antes para llegar a ser lo el pueblo es ahora. Es una forma de construir y mostrar ese amor que ellos sienten por el pueblo de Los Berros. Es conectar con su historia, ver cómo sostener las cosas y mejorarlas a futuro, porque estos chicos son los que van a estar a cargo de estas mejoras de cara al futuro. Uno de los temas que más les interesa es el impacto ambiental, entonces todas estas inquietudes las trabajamos en nuestro proyecto. Hay partes del curso que está orientado a geología, a ingeniería en minas, pero también a cuidado medioambiental. Los chicos se han quedado muy enganchados con este tema que es actualmente una buena salida laboral dentro de la actividad minera. (Cecilia Fuentes).
Ceci vos sos profesora de historia: ¿cómo nace Los Berros? Y también ¿qué significa para vos ser docente en este pueblo con tanta historia vinculada a la actividad calera?
Primero que nada, el pueblo era solo una finca de un hombre de apellido Navarro. Ya en 1925, Los Berros queda asignado al departamento Sarmiento por la distribución territorial. En la década del ‘50 empieza a explotarse la cal de manera artesanal, pero está bueno destacar que no es lo único que tenemos en el pueblo. Hay actividad agrícola, vinos, muchas cosas, pero la minería de la cal es por ahí lo más característico. Yo no vivo en Los Berros pero es nuestro lugar por elección. Los profesores que damos clases ahí es como que vivimos, porque vamos en la mañana hasta bien tarde, entonces compartimos la vida entre nosotros, con los chicos y con la comunidad. Convivís y eso es sumamente enriquecedor, y te permite desarrollar este tipo de experiencias. No es lo mismo para un docente secundario en San Juan que termina siendo un poco taxi yendo rápidamente de un lugar a otro para dar todas las clases.
Luego del documental de Mujeres Caleras y hablando un poco con ustedes me doy cuenta que esta generación de chicos tiene otro sentimiento por su pueblo, es como un resurgir del orgullo de ser de Los Berros o de Sarmiento. Ya no quieren irse de ahí, sino que trabajan e indagan para que todo vaya hacia el lugar donde viven ¿lo sienten así?
-Sí, la verdad yo lo siento así, ahora se conoce mucho más de nuestro pueblo, de nuestras raíces y eso te lleva a darle otro valor a las cosas. Yo no quiero irme de Los Berros, quiero estudiar, formarme, trabajar, pero siempre en el lugar donde vivo. Somos muy diferentes a nivel humano, somos más tranquilos (Gonzalo Vargas).
-A mí me pasa un poco lo mismo. Hoy los chicos están interesados en lo que va a venir para el pueblo y también estamos preocupados por su historia, por mantenerla, porque eso nos hace pensar en el futuro. También como dijo Gonzalo, somos diferentes porque todos somos como una gran familia. Nos conocemos todos, los callejones donde vivimos tienen el nombre de las familias, entonces el vínculo con el pueblo es muy fuerte. (Sasha Azcurra).
-Lo que me queda a mí es siempre seguir aprendiendo. Cuando ahora va gente que no conoce Los Berros nosotros podemos contarle una parte de la historia que no sabía, que no conocían. La forma en que se trabajaba antes también te hace querer quedarte y apostar por tu pueblo porque ves que de verdad hubo una evolución, un desarrollo importante. A su vez, compartir con tus compañeros y vivir estas experiencias son muy lindas. (Loana Flores).
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